La crisis socioeconómica que se ensaña con los cubanos es más profunda de lo que el régimen le hace creer a la población. El país está perdiendo el poco acceso que le quedaba a créditos internacionales occidentales para el comercio exterior de una nación que importa casi todo porque no produce casi nada.
Ya Cuba no paga siquiera el monto mínimo anual que le piden sus acreedores luego de haberle perdonado nada menos que el 77% de la enorme deuda acumulada desde 1985.
Internacionalmente no se comercia con cash, sino a base de crédito. Incluso el exportador muchas veces exige de antemano al comprador una carta de crédito comercial emitida por un banco. Es una garantía que le exige el vendedor al comprador, y que paga este último cuando se cerciora de que la mercancía importada está en tránsito hacia el puerto de destino.
En 2015 el Club de París le perdonó a los Castro $8,500 millones de dólares de su deuda total de 11,100 millones. La dejó en $2,600 millones, con pagos anuales bajísimos hasta 2033, y sin pagar intereses durante 5 años. Ya en 2013 México le había condonado a Cuba 341 millones de una deuda de 487 millones, y en 2014 Rusia le perdonó el 90% de $35,000 millones de dólares.
Pues bien, el régimen ya no paga lo acordado con sus aliados políticos, ni con el Club de París, sobre todo lo pactado con España, Francia, Austria, Bélgica y Japón. El gobierno izquierdista de España hace unos días suspendió el perdón de los intereses acumulados y de parte del principal de la deuda cubana renegociada y le pidió al Club de París que exija a Cuba que pague los $201 millones correspondientes a 2019 y 2020.
La deuda de Cuba con España es de unos $2,000 millones y ahora se le aplicará el 9% de interés que le han estado perdonando durante años. Eso elevará el saldo deudor.
En tanto, el también gobierno izquierdista de Argentina acaba de reclamar a Cuba que le pague los $2,700 millones que le debe desde hace 46 años, de la cual no ha pagado nunca nada. La deuda se originó cuando el presidente Perón autorizó la venta a Cuba (con garantías de su gobierno) de miles de automóviles, camiones, camionetas y tractores marca Fiat, Peugeot, Chevrolet, Ford, Citroen, Dodge, y Renault, que llegaron a la isla en 1974 y 1975.
Cuba nunca pagó los miles de autos comprados a Argentina
Fidel Castro jamás pagó aquellos miles de vehículos pese a que a mediado de los años 70 Cuba duplicó el valor de sus exportaciones, de $772 millones en 1972, a $3,000 millones en 1975, porque el azúcar alcanzó su mayor precio en 50 años. El dictador prefirió emplear esa mayor cantidad de divisas en intervenciones militares en Latinoamérica y África.
La Habana no paga solo por falta de dinero, sino porque Castro I convirtió en política de Estado el no pagar las deudas. Es lo que él hacía cuando era gangster, no trabajaba, y al acabarse el dinero enviado por su padre pedía prestado a amigos y nunca le pagó a ninguno.
La cultura de “malapaga” la oficializó el comandante en una conferencia internacional que él convocó (y pagó Liborio) en La Habana en agosto de 1985. Este periodista estuvo presente. Castro calificó la deuda de “inmoral” y llamó a los países endeudados a no pagarla. Desde entonces Cuba no pagó más a sus acreedores y la deuda llegó a $50,000 millones.
Ahora, luego de recibir el perdón de casi el 80% de su deuda global, el General Castro incumple lo acordado con el Club de París y otros acreedores. Ello va a tener consecuencias muy serias, pues la isla va a perder el poco acceso que tenía a las finanzas internacionales y no podrá emitir las cartas de créditos que le exigen casi todos los exportadores capitalistas.
Cierre de acceso a créditos agravará la escasez de todo
Si no paga al Club de París y otros acreedores, que es lo más probable, el país quedará sin posibilidad de financiación e importará aún menos alimentos, medicinas, artículos de consumo y materias primas. Empeorará la escasez. Este será el séptimo factor, que se sumará a los otros 6 que han causado este segundo “período especial”, a saber:
1.- Los estertores del modelo estalinista centralista en su fase terminal y el criminal rechazo de Raúl Castro a abrir la economía al sector privado.
2.-La devastación económica en Venezuela.
3.- La pandemia del Covid-19 que casi ha hecho desaparecer el flujo turístico a Cuba y ha golpeado todas las actividades económicas.
4.- El descenso en el saqueo de divisas a los médicos explotados en el extranjero.
5.- La disminución del monto de las remesas desde EE.UU porque muchos cubanos de la diáspora han perdido el empleo o ganan menos debido al coronavirus.
6.- La caída de las exportaciones de bienes a su más bajo nivel en los 61 años de dictadura castrista.