En medio de dinámicos y trascendentales acontecimientos políticos y sociales ocurridos en Cuba, en estos días pasó inadvertida una pésima noticia: los cubanos en lo adelante van a tomar menos café que nunca.
El régimen de Raúl Castro acaba de firmar contratos en Shanghai con las compañías chinas China National Huayen Energy e IDON International Trading para exportarles café cubano, en adición al café que ya exporta a Canadá Japón, Alemania, Reino Unido, Nueva Zelanda y otros países.
O sea, el gobierno va a exportar más café, cuando hay menos que nunca y los cubanos ya casi han tenido que renunciar a su clásico buchito de café mañanero. No lo hay en los mercados, reciben por la “libreta” una cantidad ridícula de una mezcla de café y chícharos, y en las tiendas en divisas es muy caro. Por ejemplo, en Canadá un paquete de café Cubita cuesta 74 centavos estadounidenses y en una shopping en Cuba cuesta $14.45 dólares, casi el salario mínimo de $16.60 mensuales.
La jugada es que los militares exportan café arábigo, de alta calidad, y se supone que el gobierno importe café robusta de baja calidad para mezclarlo con chícharos, que es el mejunje con sabor a café que toman “las masas”. Pero ahora no hay divisas para importar nada y habrá menos mejunje.
Cuba produjo en 2020 menos café que hace casi 200 años
En 2020 el país produjo apenas 9,000 toneladas de café, menos que hace casi 200 años, en 1826, cuando obtuvo 12,000 toneladas. Y por falta de dinero no se puede importarlo para alcanzar las 24,000 toneladas necesarias para mezclarlas al 50% con chícharos. A cada ciudadano le “toca” racionadamente 115 gramos mensuales, de los cuales solo 57 gramos son café de verdad, dos onzas en todo el mes.
En la Cuba “burguesa”, en cambio, sobraba el café. En los años 50 se producían entre 50,000 y 60,000 toneladas (132.2 millones de libras) anuales de un café de muy alta calidad. Cuba durante 160 años gozó de fama mundial como productora y gran exportadora de uno de los mejores cafés del orbe.
Si en 2020 se hubieran producido las 23,021 toneladas de café de 84 años antes (1936) hoy la isla no tendría que importar café para cubrir el consumo nacional de café puro.
De grandes consumidores, a casi no consumir café
¿Cuánto café bebían los cubanos antes del castrismo? Según el Ministerio de Agricultura, en 1958 el consumo per cápita de café fue de 828 gramos mensuales. A los padres y abuelos de los cubanos de hoy les correspondían 1.8 libras mensuales de café, o 9.8 kilogramos al año .Los cubanos se paseaban entre los mayores consumidores de café en el mundo.
Hoy el consumo cubano de café puro es de 0.7 kilogramos al año, la mitad del consumo mundial per cápita promedio de 1.3 kilogramos anuales. Finlandia es el mayor consumidor con 12 kilogramos de café anuales per cápita; en Italia es de 5.9 kg/año, España (4.5), EE.UU. (4.1), y en Brasil, 5.6 kg/año, según la Organización Internacional del Café (OIC). A propósito, la OIC le ha reiterado a La Habana que un café con más de un 5% de mezcla con otros granos no se puede llamar café. En el mundo se consumen hoy diariamente más de 2,250 millones de tazas de café, puro, por supuesto.
El alumno vietnamita hoy exporta café a su “maestro” cubano
La gran ironía es que los cubanos enseñaron a los vietnamitas a cultivar el café y ahora son ellos los que exportan café a Cuba. Al iniciarse en 1986 las reformas capitalistas Hanoi pidió ayuda a los Castro para cultivar el café, y a ese país fueron cafetaleros cubanos como maestros.
En unos 15 o 20 años el alumno se convirtió en el segundo exportador mundial de café. Sobrepasó a Colombia y es solo superado por Brasil, y el maestro caribeño produce cada vez menos. Incluso menos que hace casi dos siglos.
¿Qué pasó? Que en los cafetales vietnamitas, que son privados, el Estado ya no interviene. Los campesinos venden sus cosechas completas en el mercado libre, al precio que ellos mismos fijan. Los impuestos son razonables. Los bancos les otorgan créditos y han ido ampliando sus cafetales. Compran insumos y equipos a empresas mayoristas privadas a bajos precios y en moneda nacional.
En 1958 había 168,600 hectáreas de café; hoy hay 68,000
Y en Cuba los cafetaleros, también privados, son acogotados por el Estado. Les exige el grueso del café producido y les paga una miseria. Los asfixia con impuestos abusivos. Los obliga a comprar insumos y equipos en dólares a altos precios. Y si se les ocurre ampliar sus cafetales para producir más y ganar más dinero van a la cárcel por “enriquecimiento ilícito”.
Por eso el rendimiento en los cafetales cubanos es hoy uno de las más bajos del mundo: 0.11– 0.12 toneladas por hectárea. En 1958 oscilaba entre 0.36 y 0.40 toneladas. La “revolución” socialista hundió el rendimiento en un 70%. Y muy importante, antes del castrismo producían café 29,000 familias campesinas en 168,600 hectáreas. Hoy solo hay 68,000 hectáreas en producción, con el bochornoso rendimiento mencionado.