Casi a diario se anuncian en Washington concesiones a Raúl Castro y sus apandillados. La más reciente se dio a conocer el 17 de noviembre (2022). EE.UU autorizó a la agencia Vacuba, con sede en Miami (asociada empresarialmente con la dictadura cubana, o no puede operar en Cuba) para el envío de divisas a la isla hasta un límite de $96,000 dólares al año por cada remitente, mediante la entidad estatal castrista Orbit S.A., una empresa fantasma-testaferro del Banco Central de Cuba controlada por la mafia militar, para burlarse del gobierno estadounidense.
O sea, tal y como se veía venir, el gobierno de EE,UU está acelerando la “revisión de las relaciones con Cuba”, prometida por Joe Biden al ocupar la Casa Blanca, un eufemismo para no decir por lo claro que iba a revertir todas las sanciones de la Administración anterior.
Generosos permisos a grandes aerolíneas para aumentar en grande sus vuelos a la isla; autorizar el envío de remesas de dinero y de paquetes sin límites, no hacer nada para proveer servicio de internet independiente del régimen, y no “tumbable” a los cubanos; echarle tierra al tema de la agresión a diplomáticos estadounidenses (“Síndrome de La Habana”), autorizar nuevamente los viajes de estadounidenses a Cuba con el pretexto del contacto “pueblo a pueblo”, y muchas otras gracias unilaterales. Y sin exigir nada a cambio.
EE.UU apuntala al régimen y da la espalda a los cubanos
La Admininistración Biden da así la espalda a los cubanos. Apuntala económica y políticamente a la cofradía militar que usurpa el poder en la isla, en vez de presionarla porque está reprimiendo más que nunca y se halla hundida en su mayor crisis política, ya existencial. Solo por pura decencia lo que se impone no es lanzarle un salvavidas a esa tiranía comunista, sino presionarla cada vez más para ayudar a los cubanos a liberarse de ella.
Además, Biden y sus asesores de izquierda se dejan chantajear por el castrismo, que propició la estampida de casi un cuarto de millón de cubanos hacia EE.UU en solo 12 meses, para obligarlo a hacer más concesiones unilaterales. Y hacia La Habana viajó una delegación de alto nivel encabezada por la subsecretaria adjunta del Departamento de Estado, Emily Mandrala, a reunirse hace unos días con altos funcionarios de la dictadura cubana. Obviamente no solo para hablar de problemas migratorios.
Pero volvamos a VaCuba. Se dedica a vender viajes a Cuba, reservar hoteles y automóviles, hacer recargas de teléfonos y enviar paquetes, y hacer trámites legales para cubanos en Florida. Sus directivos también son propietarios de Gulfstream Air Charter. En la práctica viene siendo algo así como un gestor económico y financiero del castrismo en territorio “imperialista”.
Vacuba se propone aplastar a competencia en envío de remesas
“Hemos recibido autorización de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) para operar con Orbit S.A, lo cual nos permite enviar remesas a las tarjetas en MLC de bancos cubanos con una tarifa del 7% en nuestro sitio web”, dijo Heder Martínez, gerente general de VaCuba
Y Vacuba solo cobrará un 7% de comisión por el envío de remesas a Cuba a través de su web, y cobrará a cada cliente solo $7 dólares por cada $100 dólares que envíe a la isla. Es decir, cobrará apenas la cuarta parte (un 23%) de los $30 dólares por cada $100 enviados que cobran las agencias independientes del mercado informal a los clientes que envían dinero a sus familiares en Cuba.
En una llamada a una sucursal de Vacuba en Miami, 14ymedio pudo saber que el límite para los envíos de remesas a la isla es de $8,000 dólares al mes, o sea, $96,000 dólares al año.
Y ahí está el detalle. Porque el carácter de empresa civil inocente que nada tiene que ver con las FAR que le da La Habana a Orbit S.A. es una farsa. Y el gobierno de Joe Biden lo sabe perfectamente (sus servicios de inteligencia se lo han informado). Divisas que no sean enviadas a Cuba por agencias independientes, o llevadas en el bolsillo por viajeros termina forzosamente en manos de la cúpula castrense.
Los militares no van a renunciar a ser cada vez más millonarios
Son los cubanos donantes de dólares, y los familiares que los reciben en Cuba quienes no saben que las divisas que llegan a Cuba no las controla el Banco Central, ni ninguna institución del Estado cubano. Es GAESA la que recibe y controla todo el dinero extranjero que llega. O sea, el gobierno cubano no tiene control sobre las divisas que entran al país, sino la mafia militar de GAESA que manda en Cuba por encima del gobierno, el Estado, el Partido Comunista y la Asamblea Nacional.
¿Por qué Biden facilita ahora que se envíe a esa pandilla criminal que asfixia a la nación cubana hasta casi $100,000 dólares al año por cada remitente, en vez de presionarla y sancionarla duramente y sumarse al sufrido pueblo cubano hasta causar el fin de esa pesadilla apocalíptica?
¿Pueden el Presidente estadounidense y su entorno izquierdoso seguir argumentando que un colapso abrupto del castrismo desataría un éxodo incontrolable de cubanos hacia EE.UU, cuando ese éxodo está ocurriendo ¡YA!, ¡right now!?
Roberto Alvarez Quiñones
17 noviembre, 2022