Santiago de Cuba ardió tras un terrible suceso: una niña de ocho años fue violada en la tarde noche del sábado 8 de febrero.
Al conocerse que su presunto violador se había escondido en la casa de una amiga en la barriada del Nuevo Vista Alegre, la población del lugar rodeó la vivienda para tratar de hacer justicia por su cuenta. La intervención policial intentó evitar un linchamiento, pero no fue suficiente ante la ira de la población, que logró acorralar y apedrear al hombre.
Ante tal situación, fueron convocados los agentes de destino especial (boinas negras) para tratar de calmar la situación. A pesar de ello, los enfurecidos vecinos persistieron con sus intentos de linchamiento.
“Queremos justicia”, gritaba la multitud. Cuando sacaron al individuo, los manifestantes lanzaron piedras al sujeto y la policía antes de montarlo en la patrulla. Tras ello se inició el enfrentamiento entre vecinos y fuerzas del orden.
Según testigos, el enfrentamiento entre la población y la policía se convirtió en una batalla campal, donde los militares utilizaron armas largas para amedrentar a la población.
La violación de una niña de ocho años por un enfermo de SIDA desató la cólera del barrio de Vista Alegre de Santiago de Cuba.
Santiago sigue siendo Santiago.
Santiago de Cuba es legendario por su rebeldía.
Las protestas sociales en Cuba se están esparciendo como el coronavirus. Falta de agua, falta de pan y otros productos esenciales hacen que la gente pierda el miedo porque no tiene nada que perder.