Al cubano le molestan muchas cosas de su gobierno. Pero si algo ha levantado la cólera del cubano de a pie ha sido la apertura de las tiendas en dólares.


Ahora con la muerte anunciada del peso convertible, el esperado día cero crea incertidumbres.


Lo que sí el cubano intuye con su sabiduría popular es que esa medida no será suficiente y que la escasez de productos seguirá a la orden del día.


¿Seguirán los estantes vacíos cuando la única moneda sea el peso cubano? ¿O se llenarán pero no habrá dinero para comprar los insumos básicos?


Hay dos Cubas: una para una elite y otra para el pueblo. La Mesa Redonda es una burla al sentido común.


El cansancio a promesas por un futuro mejor es un contraste con la realidad cotidiana. 


El venerado Fidel Castro  en el siglo pasado a pasado a la categoría de meme responsable por las desgracias del país. Aquello de que la causa de las desgracias es el bloqueo no se lo cree nadie.


Y otra verdad se va abriendo a los ojos del cubano: hay una narco-mafia que vive ajena a la pobreza y miseria del ciudadano, y solo le preocupa el lavado de dinero.