En la alta burocracia del castrismo no son pocos los que perciben como terminal la crisis del modelo económico comunista-estalinista, pero esa no es la que decide, ni siquiera en materia económica. Es la mafia militar al mando de Raúl Castro y sus generales más corruptos y esbirros la que tiene el verdadero poder en Cuba. Por eso al ministro de Economía, Alejandro Gil, lo obligan a mentir tanto que hace el ridículo cuando abre la boca.

Hace unos días “rectificó” su pronóstico de que en 2021 el Producto Interno Bruto (PIB) iba a crecer en un 6%, y dijo que se espera sea de un 2.2%, lo cual es falso. Claro, para el castrismo es verdad, pues se guía por el cinismo filosófico de William James: “solo es verdad lo que me es útil”

Incluso suponiendo que se lograse un 2.2% de crecimiento del PIB eso solo sería rebajar a -8.8% el retroceso de -11% que tuvo la economía en 2020 con respecto a 2019. Para hablar de recuperación real el PIB tendría que crecer en 2021 en un 11.1%, es decir llevarla un 0.1% por encima del PIB de 2019. Misión imposible.

¿En qué se basan el régimen y la CEPAL para ver mejorías?

Todos los economistas cubanos, dentro y fuera del país, saben que la economía no va crecer en 2021. Sin embargo, la CEPAL, “siempre tan “amiga de Cuba”, coincide con ese 2.2% de crecimiento y la recuperación de la economía cubana que augura Gil por razones estrictamente políticas, que no económicas.

¿En qué se basan los tecnócratas con sede en Santiago de Chile para pronosticar un crecimiento del PIB cubano en 2021, el peor año en la crisis profunda que se inició en 2016 luego del desplome de la economía de Venezuela? ¿Sigue aceptando la CEPAL las estadísticas falseadas castristas que incluyen sumar como ingresos y activos los gastos en Salud y Educación?

Economía cubana depende del sector externo y no tiene divisas

En 2020 Cuba recibió 1.085.920 de turistas. En el primer semestre llegaron 986,673 visitantes, pero en 2021 solamente 141,316 en el mismo período, según datos oficiales. Y en el segundo semestre no viajarán a Cuba los 944,604 turistas que igualarían la cifra de 2020, por mucho que arriben a partir del 15 de noviembre. Asumiendo que cada turista haya gastado en la isla en el primer semestre unos $750 (es el promedio hasta ahora) de 2020, dejaron 740 millones de dólares, pero solo $106 millones en 2021.

Las exportaciones de bienes han descendido y la cifra de 2021 probablemente será la más baja en muchas décadas. También han caído este año las divisas robadas a médicos y otros técnicos trabajando en el extranjero.

Las remesas en 2020 estuvieron fluyendo normalmente hasta el 12 de junio en que Washington prohibió enviarlas mediante el monopolio militar castrista Fincimex (contraparte en Cuba de Western Union). Esas restricciones han estado vigentes todo el año 2021.

En todo esto hay algo fundamental, la economía cubana por producir muy poco depende desmesuradamente de las importaciones. Y si no hay dinero para importar no puede haber crecimiento económico. Es así de simple.

No es posible controlar la inflación sin liberar fuerzas productivas

Gil afirmó que la fase de “recuperación gradual” estará enfocada en controlar la inflación, sostener el sistema energético y mantener la atención a las personas vulnerables. Por cierto, olvidó decir el nombre del mago que harٞá ese milagro.

Pamplinas, la inflación de casi un 500% y la consecuente devaluación del peso cubano no hay quien la pare si no se liberan de verdad las fuerzas productivas para haya más oferta de todo, y no con unas supuestas MIPYMES que serán solo un apéndice complementario, acogotado por el Estado. Solo con un sector privado independiente y masivo puede haber un equilibrio razonable entre la oferta y la demanda de la población.

Detrás de ese supuesto enfoque antiinflacionario se oculta seguramente la decisión de imprimir más papel moneda. Porque así la gente cree que “gana más” Pero gana mucho menos, pues a más dinero en circulación sin aumentar la oferta de productos y servicios menos poder de compra tiene el peso, y más caros cuestan los dólares en la calle para comer, vestirse, y todo lo demٞás.

La solución económica está en hacer caso al Che Guevara

En su alegato sobre cómo mejorar la economía el ministro regresó a los tiempos en que el Che Guevara desmontaba el capitalismo y armaba los monopolios comunistas industriales y de servicios. Gil propuso algo “novedoso” muy original: “compartir las buenas prácticas de gestión económica (…) trabajar con mayor intensidad en la capacitación, el estudio de las normativas (…) la búsqueda de mayor eficiencia de la empresa estatal socialista, y un mejor aprovechamiento de los recursos materiales y el capital humano (…) para impulsar las finanzas de la nación”.

¿Es así que se saca del hueco a una economía sumergida en una grave estanflación (estancamiento e inflación a la vez), con un déficit estatal descontrolado y prácticamente en situación de default pues no le paga un centavo a sus creedores extranjeros, y sufre la caída libre de sus principales fuentes de divisas?

En fin estamos ante una maniobra más del régimen para extraerle vapor a la caldera social, que bulle sin cesar. Y mientras da palos y encarcela miente cada vez más.  Es inútil, el modelo económico comunista castrista está en sus finales. Solo cabe arrancarlo de raíz. Y pronto.