CONFLICTÓMETRO FEBRERO 2021
SUMARIO
- En el mes de febrero se produjeron 159 manifestaciones públicas de protestas, lo que refleja un crecimiento respecto de las 137 del mes de enero (22 más).
- De las 159 protestas de febrero, 111 se relacionan con demandas de derechos políticos y civiles (70%) y 48 relacionadas con derechos económicos y sociales (30%)
- Las protestas políticas aumentaron un 12% en relación con el mes anterior. Este incremento fue motivado por la represión y brutalidad policial, que lejos de amilanar a los reprimidos, provocó más protestas.
- Las protestas económicas y sociales fueron originadas fundamentalmente por el incremento del costo de vida a partir de la “tarea de reordenamiento de precios” y las prohibiciones de trabajo privado a varios sectores: veterinarios, arquitectos y periodistas, entre otros.
- Un nueva, emergente y multifacética sociedad civil –Movimiento San Isidro, 27N, animalistas, periodistas independientes, etc.– fue responsable directa por 99 protestas.
- La represión radicaliza las demandas. El rechazo público a los actos de repudio se hace manifiesto y se extiende.
- El gobierno cubano está siendo emplazado, juzgado, expuesto y derrotado. Carece de nivel de convocatoria. Si antes enfrentaba una crisis de capital financiero ahora a aquella se suma otra crisis de capital simbólico (pérdida de legitimidad, credibilidad y prestigio). El pánico ante la canción Patria y Vida es prueba de ello.
- Las protestas del mes han reflejado el amplio abanico de actores que conforman la actual sociedad cubana. A ellos se suma por primera vez en 62 años un grupo de altos exoficiales de la FAR y el MININT que reclaman a sus compañeros de armas que no disparen contra el pueblo y lo protejan de la represión.
MANIFESTACIONES PÚBLICAS DE PROTESTA | FEBRERO | ENERO |
TOTAL | 159 | 137 |
Por motivos económicos y sociales | 48 | 58 |
Por motivos políticos y civiles | 111 | 79 |
El cubano ha perdido el miedo
Febrero comenzó con la divulgación en las redes sociales del mensaje del sacerdote camagüeyano Alberto Reyes a perder el miedo. Tal parece que Dios oyó su plegaria porque lo que se ha demostrado este mes es que las protestas públicas forman parte de una nueva cultura en la isla y que la represión y los actos de repudio lo que hacen es multiplicarlas.
Cuando la Seguridad del Estado secuestra y somete a un interrogatorio a la joven Carolina Barrero ─historiadora de arte y productora independiente, una de las que leyó poesías de Martí el 27 de enero ante el Ministerio de Cultura─ y luego esta se mantiene firme en su exigencia de que el Ministro de Cultura sea destituido, es una muestra de que no hay miedo.
Cuando artistas firman una carta pública condenando las acusaciones contra Carolina Barrero, es otra muestra que se ha perdido el miedo.
Cuando cientos de cubanos repudian públicamente los actos de repudio es otra evidencia que el cubano ha perdido el miedo y ha dicho ¡Basta ya!
Cuando ‘madres solteras’ no tienen miedo a enfrentarse a las autoridades porque su prioridad es salvar la vida de sus hijos y la propia o cuando campesinos denuncian que no van a vender más las cosechas al Estado, es una prueba de que algo está cambiando en la idiosincrasia del cubano.
#LaColaDeLaLibertad #NoQueremosMásDictadura
No es solo la canción Patria y Vida la que pide cambio en Cuba. “Se acabó, Y no tenemos miedo, se acabó el engaño. Ya se acabó, Son sesenta y dos haciendo daño”. También la campaña La Cola de la Libertad exige el cese de la dictadura y aparecen carteles por toda la isla.
La talibanización de La Revolución Cubana
El régimen cubano continúa prohibiendo la producción cultural y la prensa libre. Las 124 actividades que seguirán vetadas para el trabajo privado en la isla incluyen el periodismo, el cine, la edición de libros y la educación, entre otros rubros. Esto ha creado nuevas protestas de arquitectos, veterinarios y artistas.
Lo que quiso ser un “gesto de apertura” el mundo lo percibe como lo que es en realidad: el endurecimiento del totalitarismo y la asfixia del sector independiente.
La consecuencia de esta terquedad del gobierno cubano ha sido la suma de más sectores de la población a exigir demandas, como por ejemplo, el Grupo de Estudios Cubanos de Arquitectura (GECA) que ha solicitado la aprobación del ejercicio profesional en el sector privado.
El gobierno maniobra, se repliega, pero no deja de ser totalitario y represivo
Unas veces reprime brutalmente las protestas; otras, intenta hacer concesiones periféricas que le den buena imagen para balancear el desastre mediático de la represión el pasado 27 de enero frente al MINCULT. En un esfuerzo por recuperar credibilidad hacen ocasionalmente concesiones puntuales no esenciales y se repliegan. Así lo hicieron con los animalistas y los arquitectos, pero ni unos ni otros dieron por cerrados sus planteamientos y consideran que apenas se ha abierto un diálogo que hay que ver a dónde conduce.
El Estado mantiene la misma conducta represiva
Ficha a cualquier ciudadano que participe en cualquier tipo de protesta –sea por los derechos humanos o por los de los animales– como enemigo del régimen. A partir de ese momento la policía secreta comienza una labor individualizada de presiones laborales, así como en su barrio de residencia, abordando a familiares, vecinos, amigos y colegas de su centro laboral o de estudios para vigilar e influir sobre el activista. Según el caso, suma vigilancia física de sus movimientos, comunicaciones telefónicas, y participación en redes sociales. Llegado el momento pueden desencadenar una ofensiva de asesinato de reputación entre conocidos, y linchamiento mediático en programas de radio y TV, además de la prensa oficial.
El descrédito sin derecho a replica en el Noticiero Nacional de Televisión (NTV) y la falsificación de perfiles en las redes sociales han sido prácticas que se han intensificado durante este mes. Entre muchos otros, la artista Tania Brugueras y la animalista Valia Rodríguez fueron blancos de esas prácticas.
Sin embargo, los activistas no se dejan engañar por promesas. ¡Han sido demasiados años! Que los animalistas tras una protesta frente al Ministerio de Agricultura hayan logrado que en menos de 15 días el gobierno anuncie la nueva ley de bienestar animal no nubla la posibilidad de una manipulación. “Se aprobó el decreto”, pero “la lucha sigue”, advierte Javier Larrea, director de Bienestar Animal Cuba y de la revista El Refugio.
La actual crisis es general, sistémica
La crisis de gobernabilidad abarca todas las esferas de la realidad –económica, social, cultural y política– y es por ello estructural y más profunda que la del Periodo Especial del siglo pasado.
Se hace evidente que a diferencia de la crisis económica y financiera ocurrida a la caída de la URSS en la década de los noventa estamos ante una crisis general del sistema vigente. El gobierno carece de capital financiero, pero esta vez ha perdido también su capital simbólico (legitimidad, prestigio, credibilidad). El terremoto causado por una simple canción como Patria y Vida visibiliza la crisis general del sistema vigente.
El hecho de que Google Maps cambiara el nombre de la Plaza de la Revolución a Plaza de la Libertad, tras una petición de cubanos fuera y dentro de la isla, es una evidencia más de que el descrédito del régimen no es solo dentro de Cuba.
La élite no puede justificar el presente ni vender un futuro promisorio
La crisis general ha derrumbado –dentro y fuera de la isla– la tradicional percepción de la sociedad cubana como algo deseable y defendible.
La identidad que habían construido –nacionalista, socialista, progresista, de izquierda, inclusiva, antirracista, equitativa– ha colapsado ante la nueva realidad. El Estado ya no asume responsabilidad alguna por el bienestar general ni respeta derechos ciudadanos básicos.
¿Cuál es el pronóstico?
Luis Manuel Otero Alcantara, fundador del Movimiento San Isidro, considera que la dictadura castrista va a seguir abusando de su poder “mientras nosotros se lo permitamos, mientras nosotros, y cuando digo nosotros me refiero a la sociedad civil toda, permitamos eso”. En otras palabras, esa sociedad civil emergente y polifacética no está dispuesta a renunciar.
Por ahora, el pronóstico más probable parece ser un endurecimiento brutal de la represión y por ello exmilitares cubanos advierten a sus colegas de las consecuencias.
Un nuevo actor: exmilitares crean el movimiento Somos Militares Objetores de Conciencia
Un grupo de cinco altos exoficiales, incluyendo a un general y cuatro tenientes coroneles, de las FAR y el MININT hicieron pública una proclama que plantea una situación inédita. El grupo, que asegura tener también el respaldo de otros militares retirados en la isla, así como de altos oficiales en activo, se define como objetores de conciencia a cualquier orden de agredir al pueblo. Se opone a la existencia de un monopolio militar (GAESA) que dicen constituye el núcleo financiero de un estado mafioso y concentra las principales fuentes de riqueza que nadie fiscaliza. Rechaza el reclutamiento obligado de jóvenes para el servicio militar cuando el único peligro es una hambruna inminente.
En los últimos 62 años nunca había surgido un esfuerzo colectivo de parte de militares para detener los planes represivos contra la población. El manifiesto es otra evidencia del derrumbamiento de la identidad del Estado cubano. “Ya no hay revolución ni socialismo que defender”. “Ha habido demasiadas muertes” Y concluye con un guiño solidario al Movimiento San Isidro: “Lo que queremos y exigimos es Patria y Vida”.
ETIQUETAS MÁS USADAS EN EL MES
#PatriayVida
#PatriayLibertad
#LaColadelaLibertad
#AbajolaDictadura
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#NoMasDictadura
#CubaDeTodos
#AguaAlDominó
METODOLOGÍA DEL OCC ¿A QUÉ LLAMAMOS MANIFESTACIÓN PÚBLICA?
Son todas aquellas acciones, de muy diversa índole, que expresan de forma pública, sea de manera individual o colectiva, el rechazo ciudadano a disposiciones oficiales, instituciones o autoridades.
Ese rechazo y crítica pública puede ser expresión de protestas por temas políticos y de derechos ciudadanos o vincularse de forma directa a demandas populares en cuestiones sociales, económicas y culturales como son los problemas de vivienda, agua, alimentación, transporte y censura artística o intelectual.
Dichas manifestaciones pueden tomar la forma de protestas callejeras, pintadas de muros, colgar carteles, corear consignas, negarse en público a cumplir órdenes policiales o administrativas, realizar una marcha, procesión, sentada o misa no autorizada, distribuir volantes, hackear sitios oficiales o crear otros falsos, repartir publicaciones impresas o digitales prohibidas, distribuir memes y chistes satíricos de las políticas gubernamentales y muchos otros más.