La corrupción es uno de los agravantes de la dificultosa economía cubana. “La contralora general de la República, Gladys Bejerano, informó que en los casos analizados se ratificó que su origen radica en las fallas de la conducta de las personas y en las fisuras de los sistemas de control”


El problema de la corrupción administrativa se encuentra en la mira del nuevo presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien en su segundo consejo de ministros analizó este fenómeno, “principal enemigo de la Revolución” y “expresión de deterioro de valores, de tolerancia e impunidad”.

“No podemos convivir con ese fenómeno”, aseguró el gobernante en una reunión gubernamental celebrada el martes y de la que dan cuenta hoy los medios estatales de la isla.

La corrupción y sus repercusiones en la dificultosa economía cubana fue también uno de los asuntos abordados en el primer Consejo de Ministros que celebró Díaz-Canel tras su nombramiento el pasado 19 de abril en sustitución de Raúl Castro, aunque ni en aquella ocasión ni en este segundo encuentro se han mencionado casos concretos.

“La contralora general de la República, Gladys Bejerano, informó que en los casos analizados se ratificó que su origen radica en las fallas de la conducta de las personas y en las fisuras de los sistemas de control”, señala la reseña oficial del Consejo.

El “insuficiente rigor” en la selección de los dirigentes “y en la observación estricta sobre la conducta política y social de directivos, ejecutivos y funcionarios” también fueron reprochados por la contralora, así como la falta de “análisis de los estados de opinión y planteamientos de los trabajadores al respecto”.

En la reunión se analizó asimismo la situación económica del país hasta abril, con una llamada de Díaz-Canel a tratar de “acercarse lo más que se pueda al cumplimiento del Plan del 2018”, un objetivo complicado por los graves daños materiales -aún por cuantificar- que dejaron esta semana las inundaciones en el centro de la isla tras el paso de la tormenta subtropical Alberto.

El viceministro primero de Economía y Planificación, Alejandro Gil, informó al Consejo de Ministros de la buena marcha de las principales exportaciones del país, como el ron, el tabaco y el níquel, pero admitió “contratiempos” en algunas de las inversiones industriales prioritarias.

Esos problemas “evidencian en algunos casos la aún poca preparación de los actores que participan en los procesos inversionistas”, subrayó.

Aludió asimismo al “déficit de materias primas” en las empresas cubanas durante los últimos meses debido sobre todo a impagos a proveedores por los problemas de liquidez que atraviesa el país y que en algunos casos han obligado a paralizar fábricas por falta de materiales.

Sin embargo, precisó que en este momento “se garantizan producciones principales”, entre ellas productos de higiene y envases.

El sector turístico, segunda fuente de ingresos para Cuba, también se resintió por “afectaciones en la comercialización en los principales mercados emisores”, dijo Gil, quien recordó el “recrudecimiento de las medidas” de EE.UU., que ha reducido y limitado las categorías bajo las que sus ciudadanos pueden viajar a la isla.

En el Consejo de Ministros también se trataron el plan económico y los presupuestos estatales para 2019, que se centrarán en la recuperación de los daños causados en 2016 y 2017 por los huracanes Irma y Matthew y en garantizar la importación de materias primas para la producción nacional.

Entre las inversiones a las que Cuba dará prioridad figuran el turismo, la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, el transporte ferroviario, energías renovables y el Sistema Eléctrico Nacional, reseña la nota.

El viceministro consideró que para alcanzar los objetivos económicos el país deberá “ajustarse a las posibilidades reales, no asumir deudas que no se puedan honrar puntualmente”, ahorrar recursos y disminuir gastos innecesarios.

En materia energética el titular de ese departamento, Alfredo López, pidió “ser estrictos” en el ahorro de electricidad y destacó el aumento previsto para el próximo año de energía procedente de fuentes renovables.

Cuba, que en 2016 entró en recesión por primera vez en 23 años al decrecer su economía en 0,9 %, quiere reducir su dependencia energética de los combustibles fósiles a la vez que busca nuevas alternativas de suministro petrolero por la drástica reducción de los envíos subsidiados de crudo que recibe de Venezuela.

Fuente: Martí Noticias