La ceremonia anual de la Letra del Año en Cuba, los pronósticos y los respectivos consejos que, según los babalawos, como se denomina a los líderes religiosos, deberán tomarse en cuenta en el 2020, creó polémica y burlas en las redes.
La Letra del Año fue sacada el 1 de enero por el sacerdote más pequeño -un niño de 12 años- en una ceremonia presidida por el más anciano, el nonagenario Bebo Padrón, indicaron los organizadores.
El signo regente será “Ogunda Biode” y la oración que lo acompaña reza: “Castigo inmerecido por cosas que se presentan de repente producto del entorno”. Las divinidades u orishas que gobernarán en estos meses serán Oshun y Obatalá.
Durante la Ceremonia de Apertura del año, se supo que Oshún, que sincretiza con la patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad del Cobre, reina del amor y la fertilidad, dueña de las aguas dulces, los ríos, arroyos y manantiales, es el orisha que gobierna en este 2020.
La Santería surgió en Cuba por la sincretización de las tradiciones africanas traídas por los esclavos y las creencias católicas de los colonizadores españoles. Centenares de miles de personas siguen sus preceptos, visitan a sus babalawos o realizan las ofrendas correspondientes.
Las predicciones para el nuevo año piden extremar los cuidados con las enfermedades del sistema reproductor, las de transmisión sexual y las derivadas del consumo de alcohol, así como a cuidarse de la impotencia a temprana edad.
También hablan de la “destrucción humana por la carne de cerdo“, por lo que aconsejan disminuir su consumo y prohiben “comer Okra (quimbombó) para evitar la humillación y la decepción”, y “Akra (pastel de frijoles) para evitar la mala suerte”.
La Letra del Año hace referencia a la “negativa de contrariedad o tragedia repentina causada por las acciones negativas de nuestro entorno social o enemigos”.
La predicción igualmente alerta de no decir mentiras, no robar ni apropiarse de algo indebidamente, y no engañar a nuestro cónyuge, y llama a no pagar el bien con el mal “para evitar el desastre lento que calaría en nuestras vidas dolorosamente”.
Sugiere además no usar vestidos de color rojo ni alguna prenda que tenga pintado o dibujado un mono de cualquier especie.
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