El gobierno cubano está pidiendo el agua por señas. La economía socialista, centralizada y planificada se hunde por día. En un intento desesperado invita a los cubanos “gusanos” a invertir.



Pero ya no hay ingenuos que se traguen la píldora de promesas comunistas.

En los últimos meses la crisis alimentaria en Cuba se ha visto agudizada, sobre todo después de que en marzo último fueran detectados los primeros casos de positivos a la COVID-19.

Desde entonces muchos han sido los proyectos y soluciones que han propuesto las autoridades e instituciones del régimen buscando atenuar la crisis, pero sin resultados.


“Si cada CDR produce una calabaza, y son 138.000 en el país, entonces serían 138.000 calabazas de más”, aseguró el exespía cubano Gerardo Hernández Nordelo, actual vicepresidente de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).

Mientras, Cuba necesita importar el 89% de los alimentos que consume, casi todos producibles en el país. Solo en alimento animal, reconoció el diario oficial Granma en marzo, tiene que importar unas 800.000 toneladas de maíz y gastar 550 millones de dólares.

La deficiente producción de alimentos controlada por el Estado deriva en desabastecimiento, un problema acrecentado por la actual situación del nuevo coronavirus.

EL POLVO DEL SAHARA

Una enorme nube de polvo procedente del Desierto de Sahara llegó a Cuba y también los memes.