Ni un solo dólar enviado en remesas a Cuba vía Western Union y no por agencias independientes, “mulas” o llevados en el bolsillo por visitantes, jamás llega a los cubanos. Por el camino son secuestrados y se quedan depositados en las cuentas bancarias de las empresas manejadas por la transnacional castrista GAESA, que tiene sede oficial en Panamá, o se depositan en terceros países.

Dicho esto, es que puedo empezar a comentar la noticia que origina esta columna de hoy: la Western Union (WU) reanudó el 9 de mayo sus servicios de envíos de remesas a Cuba, luego de estar suspendidos desde el 26 de enero de 2024 debido a lo que oficialmente se informó como “problemas técnicos en la plataforma Orbit S.A”. y que en realidad eran ajustes políticos entre Washington y La Habana.

Orbit S.A fue una chapucera trampa para engañar a Washington

Ante todo, aclaro que Orbit S.A viene siendo como un conejo que saca el mago de su sombrero de copa. Es una trampa, muy chapuceramente armada, además, para engañar a la Administración Biden. Fue inventada por GAESA para apropiarse de los dólares de verdad, físicos, de las remesas a Cuba.

Hasta 2020 Western Union estuvo autorizada para el envío de remesas a Cuba. Pero fue sancionada por la Administración Trump porque operaba con la financiera Fincimex, propiedad de GAESA. Sacaron entonces del sombrero mágico citado a Orbit S.A, como una “agencia autónoma” que recibió “licencia” del Banco Central de Cuba para operar como” institución financiera no bancaria”, independiente de los militares..

Ni corta ni perezosa la Administración Biden se tragó el anzuelo, o hizo que se lo tragó, que no es exactamente lo mismo. Autorizó el libre envío de remesas desde EE.UU a Cuba, pero no con un límite de 300 dólares mensuales, como estableció la Administración anterior, sino por un monto asombroso de hasta $2,000 diarios por cada remitente.

Y tampoco para que el dinero llegue al bolsillo de los receptores, al “pueblo cubano”, como asegura la Casa Blanca, sino a las cuentas bancarias y tarjetas de débito de usuarios cubanos abiertas en el Banco Popular de Ahorro, el Banco Metropolitano S.A. y el Banco de Crédito y Comercio (Bandec). Todos, propiedad o controlados por GAESA.

Los dólares enviados nunca llegan a los cubanos receptores

El presidente de Western Union Norteamérica y América Latina, Rodrigo García Estebarena, al abrirse de nuevo esa tubería de divisas desde “el imperio bloqueador” a Cuba, dijo en un comunicado a Radio Martí: “Nos complace reanudar el servicio a este corredor vital y brindar servicios esenciales de transferencia de dinero a quienes viven en la isla”.

Eso es parte de la verdad, pero no toda la verdad, que es la mejor forma de manipular la realidad. A este mexicano magnate de la WU se le “olvidó” aclarar que a los receptores en Cuba de esas remesas vía WU no les van a entregar dinero de verdad, sino dólares virtuales, imaginarios, de ficción.

Quienes reciban remesas por esa vía no podrán extraer dólares físicos de sus cuentas bancarias, pues Western Union en la isla opera únicamente por medio de depósitos en cuentas bancarias ya abiertas en divisas.

Una vez notificado el receptor en Cuba de que su “dinero” llegó, es suyo teóricamente, pero no en la realidad. Los beneficiarios cubanos nunca tendrán dólares físicos en sus manos, sino la gracia “revolucionaria” de poder comprar con sus tarjetas bancarias de plástico, en las “shopping”. Y ni eso, pues ya están casi desmanteladas, desabastecidas, y con precios inalcanzables los pocos productos que de milagro salen a la venta.

Biden debió exigir que si no se entregan dólares no hay acuerdo

Lo menos que debió hacer la Casa Blanca ante esta maniobra castrista analizada fue decirle a Western Union que si el Gobierno castrista no permite entregar a los receptores dólares físicos y no trucos de plástico, no hay reapertura de sus operaciones. Y punto.

En fin, Biden y sus asesores en vez de ayudar de veras a los cubanos presionando a fondo a la dictadura totalitaria, ahora más débil y vulnerable que nunca, lo que hace es, en forma oblicua, beneficiarla financieramente.

Y por supuesto, se beneficia la Western Union, una libre empresa capitalista de Occidente (fundada en 1851 en New York) que hoy para aumentar sus ingresos no tiene reparos en favorecer a Raúl “el Cruel” y sus secuaces, aunque hambreen masivamente a los cubanos.

Porque, además, ese cuentecito de Caperucita de que Orbit S.A. es una entidad financiera autónoma, sin vínculos con la mafia de GAESA, no se lo traga ni Biden, ni nadie.

 

Roberto Alvarez Quiñones

9 mayo, 2024