Miguel Díaz-Canel, vestido con un pulóver de la bandera cubana, presidió el domingo un acto en el Parque Trillo de La Habana, que la prensa oficial presentó como una “tángana”, una “convocatoria espontánea”, donde el gobernante volvió arremeter contra el Movimiento San Isidro, al que vinculó con el Gobierno de EEUU.

Presentó la protesta del San Isidro por la libertad del músico contestatario Denis Solís como “el último intento” de la Administración Donald Trump “para derrocar a la Revolución cubana”.

Según el sitio oficial Cubadebate, tras la convocatoria, que calificó de “espontánea”, “varias instituciones decidieron sumarse”.

Los memes de esta semana se burlaron abiertamente de los “espontáneos”.



Lo cierto es que el Movimiento San Isidro ha puesto en jaque al gobierno de Cuba.