Cuba está a punto de imponer otro record impresionante en el registro de desastres económicos causados por la dictadura comunista en su sexagenaria existencia: la producción de azúcar este año será de algo más de 800,000 toneladas, una cifra muy inferior a las 1.1 millones de toneladas obtenidas en 1894, un año antes de iniciarse la Guerra de Independencia.
No parece posible que ningún país haya implantado un record productivo al revés tan bochornoso. La nación que fue azucarera del mundo durante 164 años (fines del siglo XVIII hasta 1960) produjo este año 284,000 toneladas menos que cuando era colonia de España, hace 127 años. ¡Gracias, Fidel y Raúl!
Una zafra de solo 816,000 toneladas de azúcar
El monopolio estatal azucarero, Azcuba, y el sitio web dictatorial Cubadebate revelaron, de manera inusual, que hasta principios de mayo se habían producido 816,000 toneladas de azúcar, solo dos tercios del plan de 1.2 millones de toneladas. Y por supuesto, culparon de ello a la “intensificación del bloqueo”.
El gobierno alega que las causas de este desastre azucaro fue en un 57% la falta de combustible, 32% por roturas de maquinarias y transporte, un 9% a la humedad (lluvias) y solo un 2% al Covid-19.
La zafra debía finalizar el 30 de abril pero el régimen ordenó que algunos centrales, de los 38 que participaron en la zafra, sigan funcionando mientras las lluvias lo permitan. Pero muy poca se azúcar se podrá producir en estos días, porque las lluvias no solo interrumpen el flujo de caña al central, sino de que con la humedad la caña reinicia su crecimiento vegetativo y deja de acumular sacarosa, lo cual derrumba los rendimientos en azúcar.
Cuba tiene los más bajos rendimientos cañeros de Latinoamérica
Además, desde los años 60 Cuba registra los más bajos rendimientos de campo en caña en América Latina, y probablemente en todo el mundo. Antes del castrismo era el líder latinoamericano al respecto. Desde 2002, según datos oficiales el rendimiento cañero cubano oscila entre 24 y 41 toneladas (TM) por hectárea (TM/ha), muy por debajo del promedio mundial de 70-74 TM/ha.
La otrora mejor agricultura cañera de Latinoamérica está a años luz de los rendimientos de hasta 128 TM/ha en Perú, según FAOSTATS, (de la FAO); las 95 TM/ha de Guatemala, o las 80 TM/ha de la vecina República Dominicana. Y muy por debajo incluso de países africanos pobres como Senegal (117 TM/ha), Malawi (107 TM/ha), Zambia (104 TM/ha), o Etiopía (99 TM/ha).
También el rendimiento industrial es el más bajo de la región
En cuanto al rendimiento industrial azucarero el panorama es igualmente vergonzoso. De un 9.53% planificado Azcuba reportó un 8.62%. Eso significa que de cada 100 partes de peso verde de la caña se extrajeron 8.62 partes de azúcar. Compárese eso con el rendimiento cubano promedio de un 12.7% en los años 50, o con el 13.17% logrado en 1940, cuando Cuba impuso un record planetario.
En fin, como resultado de este otro “logro de la revolución” la otrora gran potencia azucarera mundial tendrá que importar no menos de 300,000 toneladas de azúcar para cubrir el consumo nacional de unas 700,000 toneladas, pues según el monopolio azucarero socialista el país solo dispondrá de 416,000 toneladas de azúcar para el consumo doméstico, debido a que debe exportar 400,000 toneladas a China.
La otrora azucarera del mundo hoy importa azúcar
Si a Julio Lobo, Pepe Gómez Mena, los Falla Gutiérrez o los Fanjul (los productores cubanos de azúcar más poderosos en los años 50) les hubiesen dicho que Cuba tendría que importar azúcar para cubrir el consumo y cumplir sus compromisos de exportación se habrían reído de buena gana. Pero lo que pudo haber sido un gracioso chiste devino realidad.
En 2001 los cubanos vieron sorprendidos que procedían de Brasil las cinco libras mensuales de azúcar sin refinar que les entregaban por la “libreta”. Desde entonces la isla ha importado azúcar también de Francia, Colombia, Bielorrusia, República Dominicana. Y en el colmo de las ironías, la importa hasta de Estados Unidos, que siempre compraba a Cuba la mayor parte del azúcar producida, y a precios superiores a los del mercado. El gobierno de Brasil reveló que entre 2001 y 2006 Cuba importó de ese país 384,204 toneladas de azúcar.
Los militares no quieren azúcar, los hoteles les dan más divisas
En todo esto hay dos lecturas, ambas perniciosas. Por una parte se evidencia que a los mafiosos militares que usurpan el poder no les importa producir azúcar porque su costo de producción en Cuba no baja de 21 o 22 centavos la libra y el precio en el mercado mundial oscila entre 17 y 18 centavos la libra. Ellos invierten capital en la construcción de hoteles y campos de golf, que dejan más divisas, y rápidamente, para depositarlas en bancos extranjeros, o invertirlas en buenos negocios allende los mares.
Por la otra, como al régimen no le importa si la gente come o no, sino ganar dinero, seguramente no gastará los millones de dólares que costaría importar las 300,000 faltantes, sino si acaso la cuarta parte.
Conclusión: se agravará el hambre en la isla. Probablemente se reducirá la ya magra ración de azúcar que “dan” en la bodega. Y en el mercado informal el precio se disparará a niveles nunca antes visto. Ya ni un vaso de azúcar podrán tomarse muchos ancianos y personas pobres, para costarse a dormir, tal y como reportan con tristeza en alma los periodistas independientes.