Los millonarios integrantes de la mafia militar de izquierda que encabeza Raúl Castro solo dan pasos que lo agravan todo para el pueblo y los enriquece a ellos solos. Ya pasaron la raya roja hace rato, y también quieren pasar a la historia como los gobernantes más canallas y antihumanos habidos nunca en el hemisferio occidental.
El modelo económico castrista y el Partido Comunista están ya muertos. Solo faltan los funerales, pero el régimen no solo se niega a hacer los cambios renovadores imprescindibles, sino que todas las medidas que toma son para agravar más la crisis. Increíble, pero cierto
Por eso, el Buro Político, el gobierno, GAESA y todos los jerarcas castristas toman sus decisiones empecinados en ignorar al sector privado y al único mercado que en verdad hay en Cuba: el informal. Por ejemplo, la alternativa de hacer las transacciones en euros no va a funcionar porque el euro en la calle entre muchas razones porque es más caro, un euro cuesta 80 pesos, y el dólar entre 60 y 70 pesos. Los precios se van a disparar más, la gente va a comer menos y peor. Además, en Cuba apenas hay euros, y sí cientos de miles, o millones de dólares en manos de la población.
Ahora a la prohibición de depositar dólares en efectivo en los bancos para intentar pasar de la dolarización actual al uso del euro, la dictadura agrega la suspensión de la venta de casas en La Habana, y que los viajeros que llegan Cuba no pueden pagar en dólares en efectivo los aranceles y servicios que se cobran en las aduanas.
¿Por qué la prohibición de vender casas?
Los burócratas comunistas no perdonan que en manos de la población, sobre todo de campesinos, cooperativistas y cuentapropistas hay en la isla cientos de miles de dólares físicos, tal vez millones, que no fueron depositados en los bancos antes del 21 de junio como quería GAESA.
Saben también que miles de familias habaneras, cansadas y angustiadas por el hambre y la escasez desean emigrar y quieren vender sus casas en dólares para irse con ese dinero a otros países, sobre todo a EEUU, y dejar atrás el infierno castrista.
Y son precisamente esos dólares los que los militares quieren evitar que salgan del país para de una forma u otra apoderarse de ellos para su propio beneficio, nunca el de cubanos, que pasan hambre y ya hasta mueren por falta de medicinas.
GAESA quiere los dólares que aún no ha quitado a la población
La mayoría de los cuentapropistas que rentaban casas o habitaciones a los vacacionistas extranjeros tuvieron que cerrar sus negocios debido al desplome del turismo. Muchos ellos también quieren vender sus viviendas para emigrar. Igualmente lo quieren hacer los propietarios de restaurantes y otros negocios de mayor volumen de ingresos, como talleres de mecánica, confección de muebles, zapatos, carteras, pizzas, cakes, ropa, artesanías, etc. Casi todos esos negocios, operan en viviendas o en ampliaciones hechas para esos fines.
Sin duda la mayoría de los dueños de viviendas que estuvieron rentando a los turistas ya se han percatado de que aún si cesa la pandemia del Covid-19 y el turismo mundial se recupera, el de Cuba no correrá igual suerte, pues la crisis que azota al país no es coyuntural, sino terminal y solo acabará con el regreso del capitalismo.
Incluso si Washington levantase las restricciones a los viajes y las remesas a Cuba el turismo y el flujo de dólares a Cuba por esa vía de ninguna manera volverá a los niveles que tuvo hasta 2017, cuando comenzó el declive turístico en la isla. La propia crisis lo impedirá por falta de suministros de todo tipo, mal servicio, y una infraestructura turística en general muy deficiente por falta de divisas para importar todo lo que esa industria necesita para su buen funcionamiento
No pagar con dólares en las aduanas agravará la escasez de todo
Con respecto a no poder pagar con dólares en las aduanas se trata de un golpe muy fuerte al verdadero mercado en Cuba el callejero y clandestino, el que alimenta, viste, calza y “resuelve” a los cubanos.
Desde el 21 de junio los viajeros que llegan a Cuba no pueden pagar en dólares en efectivo los aranceles y servicios que se cobran en las aduanas por las mercancías que trae el viajero. Ello va a reducir el volumen de productos que llevan los viajeros a la isla, incluyendo los cubanos que viajan a ver sus familiares, y sobre todo las llamadas “mulas”, los cubanos viajan al exterior a comprar las mercancías que nutren el mercado negro.
En otras palabras, la escasez de todo va a aumentar y los precios inevitablemente subirán más y más. Es inaudito, la gente pasando hambre, sin medicinas, sin nada de nada y el gobierno del país se dedica a agravar la escasez.
Esa esas son las entrañas de la “revolución cubana”, y de la “continuidad” que sigue elogiando la izquierda, sobre todo en España y Latinoamérica.