La incapacidad para dirigir un gobierno, el desprecio por el pueblo y la insistencia de los ineptos gobernantes castristas de vivir bien a costa de la pobreza de los gobernados, explican el absurdo (por extemporáneo) impuesto adicional de un 10% a las ventas agropecuarias de los campesinos en el mercado minorista, y el hecho de que solo en una finca en Artemisa a un campesino se le pudrieron en el campo 20,000 libras de tomates.

Y estas son solo dos noticias entre tantas otras que ni siquiera se conocen. Cuba es azotada por una inflación de las más altas del mundo que erosiona el bajísimo poder de compra de los cubanos. Y todo porque el régimen estalinista se niega a liberar las fuerzas productivas de la nación.

¿Qué hace el gobierno para enfrentar semejante crisis? Empeorarlo todo. La burocracia encabezada por el “presidente” Miguel Díaz-Canel acaba de reinstalar el 7 de febrero último un impuesto leonino del 10% a los campesinos sobre las ventas agropecuarias minoristas, el mismo que en 2021 alejó de esos agromercados a muchos agricultores, agravó la escasez de productos agropecuarios y disparó la inflación.

Muchos campesinos pierden y dejan de vender sus productos

Se trata de un impuesto adicional que expresa la incoherencia, incompetencia y crueldad del castrismo. En mayo de 2021 se redujo de 5% a 2% el impuesto que tienen que pagar los agricultores privados por la venta obligatoria del 80% de sus cosechas al Estado (Acopio). Fue, se dijo, para “estimular” la producción agropecuaria.

Pero ahora se hace lo contrario y en mayor escala. Se implanta un impuesto de nada menos que de un 10% a los campesinos que vendan el resto de sus cosechas, el 20% que les permite la ley, en los “mercados agropecuarios, puntos de ventas de cooperativas de créditos y servicios; cooperativas de producción agropecuaria y campesinos individuales”, según precisa la Gaceta Oficial.

Además, este 10% se cobrará sin tener en cuenta el ingreso obtenido por el agricultor con su venta. No se aplicará una tasa variable según la “base imponible” a gravar, o sea, ajustada al monto del ingreso obtenido por cada campesino con su venta. Gane mucho, o poco, todos pagarán por igual un 10%. Por eso, los agricultores que obtienen menos ingresos se están retirando de ese mercado vital para el país.

Con este alto impuesto a los productores agrícolas habrá en Cuba aún menos alimentos que llevar a la mesa. Aumentarán más los precios al consumo. Se agudizará la inflación que ya ha derrumbado el valor del peso hasta más de 100 pesos por un dólar.

Al revés, hay que eliminar impuestos para elevar la producción

La cúpula burocrática castrista no es capaz de advertir, o no quiere, que con una dramática escasez de alimentos lo que tiene que hacer es todo lo contrario, reducir o eliminar todo tipo de impuesto a la venta de productos agropecuarios para aumentar la oferta, bajen los precios y el peso se revalúe.

Este 10% de impuesto en total a las ventas de los agricultores privados generará más inflación por dos razones: 1) los campesinos-vendedores subirán sus precios para compensar el mayor costo de operaciones que implica dicho impuesto; y 2) empeorarán la escasez de productos y la inflación. Y muchos campesinos simplemente dejarán de vender en esos mercados.

Podridas 20,000 libras de tomates a causa del monopolio Acopio

Vayamos ahora a los tomates mencionados. En la finca Santa Teresa del campesino Humberto Martínez, en Artemisa, hace unos días se pudrieron 200 quintales de tomate, equivalentes a 20,000 libras, porque desde diciembre de 2021 el monopolio estatal Acopio no entrega cajas para la recolección de cosechas a ninguno de los campesinos en esa región. Así lo denunció Martínez, quien había logrado una magnífica cosecha de tomate pese a que el Estado no le vendió fertilizantes, herbicidas y otros productos necesarios.

Y este es solo un caso entre miles más de fincas privadas o granjas estatales en las cosechas que se pudren en los campos, en los almacenes, o en plantas procesadores, en medio de una agobiante escasez de alimentos. Y es que el monopolio estatal del comercio agrícola, Acopio, no tiene camiones suficientes, o no hay gasolina, o sus plantas procesadoras están destartaladas. Tampoco permite que los agricultores los lleven por su cuenta al mercado o los regalen antes de que se pudran.

En una provincia se pudrieron 5.7 millones de libras de mangos

Veamos solo un caso, casi al azar. En junio de 2021 en Guantánamo se perdieron más de 2,600 toneladas de mango en los campos por falta de envases, de camiones, o por roturas en las arruinadas plantas procesadoras. La producción total fue de 6,794 toneladas de mangos. Se perdió el 38% de toda la cosecha provincial.

Estamos hablando de la pérdida de 5.7 millones de libras de mangos, es decir, media libra por cada cubano en la isla. Agreguemos a eso los millones de mangos, y las decenas de miles de toneladas de otros productos agrícolas que se perdieron y se pierden ahora aún más en el resto del país. Y mientras tanto el país tiene que importar el 80% de los alimentos que se consumen en la nación.

En fin, la mafia castrista forzosamente tiene que ser echada del poder.