Hoy se cumplen 60 años del discurso de “Palabras a los intelectuales“, que fijó los parámetros de expresión creativa en Cuba. En 2009, el artista Hamlet Lavastida creó una obra que tituló “Intelectuales sin palabras” como comentario a las condiciones en que los cubanos se han visto obligados a crear durante seis décadas.

Somos artistas e intelectuales que hemos decidido unir nuestras voces con un mismo propósito. Estas son nuestras palabras.

Condenamos la criminalización de Hamlet Lavastida por parte del gobierno cubano. Se trata de un ciudadano cubano y artista que no ha hecho más que ejercer su derecho constitucional a expresarse.

Aunque Hamlet es hoy blanco de agresión del Estado cubano, entendemos que la criminalización de sus pensamientos, conversaciones privadas y arte constituye un ataque a todos los artistas y ciudadanos cubanos.

Exigimos que el gobierno de Cuba lo libere y retire el cargo que ha fabricado contra él. Hamlet está recluido en la Unidad de Instrucción de la Seguridad del Estado Villa Marista bajo investigación por supuesta ” instigación a delinquir”. Según el medio digital oficial Razones de Cuba se le acusa de que “ha estado incitando y convocando a la realización de acciones de desobediencia civil en la vía pública, utilizando las redes sociales y la influencia directa sobre otros elementos contrarrevolucionarios”. La supuesta evidencia que se utiliza en su contra proviene de una sugerencia que hizo en un grupo de chat privado para que los billetes cubanos fueran marcados como gesto de arte público. Esa sugerencia nunca fue llevada a cabo por ninguno de los miembros del grupo del chat, ni se hizo pública hasta que el comentarista de la televisión cubana Humberto López reveló esta comunicación privada en la televisión nacional.

Nos indigna la violación de la privacidad de los ciudadanos, las acusaciones injustas contra nuestro colega y, fundamentalmente, el que un intercambio de ideas y el ejercicio de la imaginación sean calificados como un delito por el gobierno cubano, trayendo como consecuencia que un ciudadano sea enjuiciado por ejercer lo que deberían ser derechos ciudadanos. Lo que el gobierno cubano llama desobediencia civil (categoría que incluye la crítica al propio gobierno y la organización de campañas cívicas) no es objeto de represión en una República democrática. No podemos tolerar una incursión tan atroz en los derechos humanos.

Nos negamos a callar o a distanciarnos de un colega perseguido, sabiendo que en cualquier momento cualquiera de nosotros podría estar en la misma condición. Hacemos un llamamiento a todos nuestros colegas de las artes y la cultura a que se unan a Hamlet Lavastida y exijan a las autoridades cubanas, el Presidente de la República, el Consejo de Ministros y al fiscal de su caso, que retiren inmediatamente todos los cargos contra este.

¡Ninguno de nosotros será libre hasta que todos juntos seamos libres!

Publicado por el Movimiento 27N en Facebook