Los apagones en Cuba son cada vez más prolongados, más frecuentes. Ya evocan los “alumbrones”, que no apagones, de los años 90 luego de la desaparición de la Unión Soviética, que obsequiaba a Cuba todo el combustible que consumía la isla.

Apagones hay en todas partes del mundo, pero por accidentes, fenómenos atmosféricos, o catástrofes naturales. En Cuba son “normales”, sistémicos. Ya están en el ADN de la “revolución”. En fin, son cosa del comunismo.

A veces casi la isla entera está sin energía eléctrica durante muchas horas, como ocurrió los días 17 y 18 de septiembre de 2021. Los burócratas de la Unión Eléctrica en esta ocasión repitieron lo de siempre, que poranomalías técnicas” dejaron de funcionar las termoeléctricas Lidio R. Pérez (Felton) en Holguín, Antonio Maceo (Renté) en Santiago de Cuba y la central eléctrica de fuel oil en Moa, que se sumaron así a la planta Antonio Guiteras de Matanzas, la mayor del país y paralizada hacía ya una semana. ¡Casi nada!

Falta de mantenimiento, de petróleo y de ganas de trabajar

La excusa imprecisa de las “anomalías técnicas” es una máscara raulista para ocultar que esos masivos apagones se deben básicamente a falta de mantenimiento técnico, y escasez de petróleo.

La falta de mantenimiento adecuado tiene cuatro causas, todas derivadas de la “continuidad” comunista-castrista:

1) Falta de divisas para adquirir el equipamiento necesario para el mantenimiento; 2) falta de petróleo para poner a tope las termoeléctricas; 3) la ineficiencia e incapacidad técnica del personal encargado del mantenimiento; y 4) las pocas ganas de trabajar que tienen esos operarios, que se sienten explotados por el socialismo y la dictadura.

¿Regresarán a Cuba las oscuras noches medievales de los 90?

Si Nicolás Maduro no enviara a Cuba parte del poco petrolero que produce Venezuela y gran parte de la gasolina que recibe de Irán y otros países, la economía cubana prácticamente se paralizaría. Regresarían las largas y oscuras noches medievales de los años 90, con apagones de 16 horas, incluso temprano en la noche, algo que los cubanos aprovecharían para romper vidrieras, pintar paredes, o ya en esta ocasión para alzarse nuevamente en un estallido social, esta vez quizás definitivo.

Venezuela produce hoy 625,000 barriles diarios de petróleo, según datos de la OPEP de agosto de 2021 (producía 3.2 millones de barriles antes del chavismo). De ese total Caracas envía entre un 75% y un 80% a China, Malasia y otros clientes poco conocidos, algunos con sede en Rusia y Líbano. La India dejó de importar petróleo venezolano desde junio de 2019, para no violas las sanciones de EE.UU.

El petróleo que queda en Venezuela no cubre las necesidades del país y tiene que importar combustible ya listo para consumir, del cual Maduro le quita gran parte a los venezolanos y lo envía a Cuba. Expertos estiman (ni Caracas ni La Habana dan cifras) que Venezuela actualmente entrega gratuitamente a la isla unos 40,000 barriles diarios.

Cuba no tiene $5,000 millones para comprar petróleo suficiente

En tanto, la producción cubana de petróleo ha descendido mucho en los últimos años y se estima es ahora de unos 49,000 barriles diarios. O sea, si Cuba debe consumir 130,000 barriles diarios y dispone solo de 89,000 barriles de combustible (sumando el obsequiado por Maduro y la producción nacional cubana), la isla tiene un déficit de unos 41,000 barriles diarios, de los cuales logra importar muy poquito, pues no tiene divisas.

Además, el precio internacional del petróleo ha subido un 75% en los últimos 12 meses y se cotiza hoy entre 71 y 75 dólares el barril. República Dominicana consume unos 140,000 barriles diarios, que le pueden costar hoy no menos de $7,500 o $8,000 millones de dólares en el mercado mundial, calculando que pague solo 60 dólares o menos por cada barril. Pero ya en septiembre el barril no baja de $70.

Si Venezuela, por las razones que fueren, no entregase más petróleo y gasolina a Cuba ¿de dónde podría sacar el régimen más de $5,000 millones de dólares para importar los 81,000 barriles diarios que necesitaría el país, contando con que se mantuviese la actual producción nacional de 49,000 barriles diarios?

¿Cuán largos serían los apagones si Caracas no regala petróleo?

¿Podría disponer de $2,500 millones para importar al menos la mitad, o de $1,000 millones para importar la quinta parte? ¿y si importase la quinta parte (16,200 barriles diarios) podría funcionar la economía cubana con 65,200 barriles diarios de combustible en vez de los 130,000 barriles que necesita? ¿de cuántas horas serían los apagones?

Toda esta crisis tiene una cara objetiva y otra subjetiva. La primera es que la economía estatista socialista es incapaz de generar los recursos financieros necesarios para importar combustible necesario para las termoeléctricas, ni para darles el mantenimiento adecuado, ni para aumentar la producción nacional.

La subjetiva es que los trabajadores de esa industria (y de todas las demás) ya no tienen la pericia necesaria, y mucho menos ganas de trabajar duro para cumplir ninguna meta de una “revolución” que los ha hundido en una angustiosa pobreza. Ya hasta hambre pasan junto a sus familias.

Conclusión: los apagones en Cuba son consecuencia directa del comunismo castrista, y mientras no sea desmantelado no solo van a continuar, sino que puede que hasta remonten de nuevo a los cubanos a la oscura Edad Media si Venezuela deja de obsequiar combustible.