¿Saben los cubanos que este año van a consumir menos azúcar que en 2021? ¿Sabe alguien que no sea alto dirigente del PCC o el gobierno cómo va la actual zafra azucarera, iniciada hace dos meses?

Es muy difícil que alguien sepa algo. Los medios estatales nada dicen, y los independientes no tiene acceso a las fuentes oficiales.

Ese secretismo es noticia significa que la cosa va mal. De marchar bien la contienda cañera-azucarera habría reportajes abundantes. Sobre todo, cuando el dictador quiere que se den buenas noticias, aunque sean manipuladas, para no insuflarle más presión a la caldera social.

“La industria más o menos se ha derrumbado…”

Lo más claro que se sabe hasta ahora lo dijo a la agencia británica Reuters el dirigente azucarero Luis Tapia el 25 de noviembre de 2021 (antes de iniciarse la zafra): “La industria más o menos se ha derrumbado. La situación es peor este año (cosecha 2021-2022) que el pasado y tomará tiempo revertirla”.

El el diario Granma el 24 de diciembre reveló que se sembraron solo 90,588 hectáreas de caña, el 69.4% de lo planeado. En años anteriores se sembraban entre 125,000 y 135,000 hectáreas.

Es obvio que esta campaña será peor que la de 2020-2021, cuando se produjeron 816,000 toneladas de azúcar, la peor zafra en 127 años, con 284,000 menos que los 1.1 millones logrados en 1894, cuando Cuba era colonia de España.

En la Asamblea Nacional el 31 de diciembre de 2021 se ofrecieron datos supuestamente más optimistas, pero ninguno creíble. Se dijo que se contaría con 10.2 millones de toneladas de caña, y que la zafra actual será de 911,000 toneladas, de las cuales 500,000 toneladas se destinarán al consumo nacional y 411,000 toneladas a la exportación (400,000 irán a China).

Importar 200,000 toneladas, o reducir el consumo nacional

Suponiendo que se cumplan esos pronósticos inflados por razones políticas, queda claro que si el consumo nacional es de unas 700,000 toneladas forzosamente el país deberá importar 200,000 toneladas para cubrir ese consumo.

De no poder importarse esa azúcar por falta de divisas (es lo que va a ocurrir), a la cuota de azúcar a la población por la “libreta” tendrán que rebajarle un 27% de lo que hoy se entrega. Y si se lograse importar la mitad, 100,000 toneladas (cosa muy difícil), en general la reducción del consumo nacional será de un -15%.

A todas estas estamos hablando sobre la base de que se cumpla un plan de producción exagerado por razones políticas. Si se sembró 31% menos caña de lo previsto sin duda esta zafra será inferior a la anterior.

De muy altos rendimientos antes de 1959, a los peores del mundo

Será inferior, entre otras cosas, porque los rendimientos cañeros agrícolas castristas son sumamente bajos. Desde principios de este siglo oscilan entre 24 y 41 toneladas (TM) por hectárea (TM/ha), cuando el promedio mundial es de 70-80 TM/ha. Con tales rendimientos agrícolas con menos caña sembrada ni un mago puede producir más azúcar.

Pero hay más. El rendimiento industrial en los centrales cubanos al moler la caña es también muy bajo. En 2021 fue de solo 8.62 %, y en 2022 será aún más bajo. O sea, en 2021 de cada 100 partes de peso verde de la caña se extrajeron 8.62 partes de azúcar. Compárese eso con el rendimiento capitalista cubano de un 12.7% como promedio industrial en los años 50.

Es una vergüenza que el país que fue azucarera del mundo desde fines del siglo XVIII hasta 1960, con los más altos rendimientos cañeros de América Latina, registre hoy los más bajos probablemente de todo el mundo.

Todo este desastre comunista quien mٞás lo sufre es la población. Va a disponer de menos azúcar para matar el hambre. Pero en general se lo sentirá toda la nación, menos el dictador y su mafia acompañante.

Una nueva caída en producción azucarera agravará el hambre

Además de que la cuota de azúcar en la cartilla de racionamiento probablemente será reducida, habrá un descenso notable en el suministro de azúcar a los restaurantes privados y estatales, cuentapropistas, etc.

Y ello agravará el hambre, sobre todo entre  los ciudadanos más pobres, con salarios mínimos miserables, los desempleados, los jubilados, los ancianos desamparados. Muchos de ellos, por carecer de leche, pan, mantequilla, jamón, o huevos, se desayunan con un vaso de agua con azúcar, o lo toman antes de acostarse para poder conciliar el sueño.

En fin, el silencio oficial castrista en torno a la zafra, en contraste con las loas que en el pasado se publicaban en la prensa estatal, vaticinan un gran desastre en la zafra actual. Incluso puede que sea esta la peor en más de siglo y medio, cuando antes de la Guerra de los Diez Años la isla producía cerca de 600,000 toneladas de azúcar.