Toda dictadura comunista es estatista, hace depender abrumadoramente a la población del Estado para subsistir. De manera de que si reduce sus gastos se afecta toda la sociedad en su conjunto.

Y es eso lo que está ocurriendo ahora en Cuba. Según informó hace poco la Gaceta Oficial de Cuba, en 2022 el Estado castrista tiene un presupuesto de gatos totales un 20% más bajo que el de 2021, tanto en gastos corrientes como en inversiones fundamentales, en un país donde al Estado le corresponde generar nada menos que el 80% del Producto Interno Bruto (PIB).

El gasto total estatal del régimen este año fue reducido a 224,580 pesos, es decir, $9,357 millones de dólares a la tasa oficial de 24×1 (y solo $2,245 millones dólares a la tasa real callejera de 100 pesos por un solo billete verde).

Por supuesto, el gobierno no ha publicado en la prensa estatal cifras específicas del presupuesto de 2022 por acápites. Sería violar la orden de Raúl Castro de no dar malas noticias. Pero el tirano no puede impedir que sean publicadas en la Gaceta Oficial.

Bolivia cuadruplica el presupuesto de gastos del Estado castrista

Para calibrar mejor el pozo en que ha caído la nación a causa del comunismo bastan algunos ejemplos de países que antes del castrismo eran muchos más pobres que Cuba. En Bolivia, país subdesarrollado y aproximadamente con la misma población que Cuba (11.8 millones de habitantes), el Estado tiene en 2022 un presupuesto de gastos de $43,000 millones de dólares. Cuadruplica el de la Cuba socialista, donde el Estado tiene que gastar infinitamente más porque es comunista.

Peor es la comparación con Costa Rica, que con 5.1 millones de habitantes, menos de la mitad de la población cubana, tiene en 2022 un presupuesto estatal de $18,400 millones de dólares, duplica al de Cuba.

En Guatemala este año el Estado tiene un presupuesto de $13,453 millones, un 44% por encima del presupuesto de la “revolución socialista” castrista.  Y estamos hablando de tres países con economía de mercado en los que el Estado no está cargo de la economía, y de todo.

El Estado”socialista” se desentiende cada vez más de los cubanos

Y algo clave, con este desmochado presupuesto del Estado castrista salta a la vista que la mafia militar que gobierna acelera el desmontaje del Estado paternalista socialista, mientras erige su capitalismo de Estado ferozmente represivo para beneficio exclusivo de ellos mismos y sus familias.

Vale recordar que aquel Papá-Estado era posible gracias al dinero soviético o venezolano, que hacía posible que por la “libreta” a precios subsidiados se distribuyera a los cubanos lo mínimo para no pasar hambre y cubrir necesidades sociales mínimas.

Lo indignante es que Raúl Castro y sus apandillados mantienen “de boca hacia afuera” el discurso político-ideológico ortodoxo socialista estatista, tarea que le han dejado al tonto útil de Miguel Díaz-Canel y a la burocracia gubernamental y del Partido Comunista, cada vez con menos poder real como institución.

A 63 años de la llamada “Revolución Cubana” cada vez hay más ancianos desamparados en las calles.

No habrá inversiones para salir de la crisis, ni para el desarrollo

Al examinar las cuentas de gastos del Estado raulista en 2022 se advierte un problema muy serio. Cuba necesita urgentemente inversiones de capital por decenas de miles de millones de dólares. Sin embargo, por la negativa del dictador a desmontar el improductivo sistema estatista y liberar las fuerzas productivas y abrir la economía esas inversiones de capital no se producen.

Y encima el gobierno tiene que dedicar nada menos que el 73% de su presupuesto total, no a inversiones de infraestructura, tecnología y desarrollo socioeconómico, sino a gastos sociales, en este caso con un total de 163,943 millones de pesos, o sea, $6,830 millones de dólares, que casi no aportan nada aportan al PIB.

Así es. El soporte financiero del Estado para el aparato productivo estatal y sus empresas en 2021 fue de 18,000 millones de pesos ($750 millones de dólares). Pero en 2022 ha sido reducido a solo 3,000 millones de pesos ($125 millones). Es decir, el financiamiento del sector empresarial productivo del país increíblemente se derrumbó en un 83% de un año para otro.

Además, el financiamiento de la actividad estatal no presupuestada y los subsidios debido al desastre de la Tarea Ordenamiento se redujo en un 18.3%, a 39,666 millones de pesos, en vez de los 48,529 millones de pesos de 2021.

Ante semejante desmoche de recursos la ministra de Finanzas y Precios (MFP) Meisi Bolaños, ha recomendado a las empresas estatales “acudir a todas las reservas de eficiencia y a las medidas aprobadas para su perfeccionamiento…” Y no lo dijo como un chiste, sino en serio

Cuba, más pobre que el país que quiso “liberar del imperialismo

Volvamos a Bolivia. Este este año dedicará $5,015 millones de dólares (equivalentes a 120,360 millones de pesos cubanos) a financiar proyectos productivos y a la reactivación económica de Bolivia. Qué ironía, Cuba, el país que intervino en Bolivia en los años 60 para “liberarla del imperialismo”, es hoy una nación mucho más pobre y atrasada que la que finalmente no se dejó “liberar” por el Che Guevara y demás invasores.

Conclusión: el derrumbe del presupuesto estatal castrista de 2022 es una muy contundente evidencia de que la crisis nacional cubana es terminal, y de que es imprescindible desmontar cuanto antes el absurdo modelo socioeconómico que hambrea y empobrece cada vez más a los cubanos.