La milenaria frase de que no se debe tropezar con la misma piedra, surgida en la Grecia antigua, en Cuba Fidel y Raúl Castro la prohibieron al asaltar el poder e impusieron otra que es su antítesis: “el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”, que fue estrenada hace unos  2,500 años por Confucio cuando dijo: “pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”. Es decir, quien no aprende de la realidad misma cometerá los mismos errores.

Y es eso lo que hace el régimen castrista-comunista, se niega a aprender de la tozuda realidad, o simula que no aprende, pues ya hoy con frío cinismo comete los mismos errores a sabiendas de sus devastadoras consecuencias.

Deja vu de la “Ofensiva” de 1968 y la “Rectificación de errores…”

Echemos ahora un vistazo a los recientes decreto-leyes contrarios a las leyes económicas que constituyen un deja vu de la “Ofensiva Revolucionaria” de triste recordación, y al flamante Instituto Nacional de Actores Económicos No Estatales (INAENE), creado para el cumplimiento de “las proyecciones para corregir distorsiones y reimpulsar la economía”,una nueva versión del “Proceso de rectificación de errores y tendencias negativas” de hace 40 años.

Y sobre la verdadera misión del INAENE hay un detalle elocuente. La presidenta es Mercedes López Acea, quien como Primera Secretaria del PCC en La Habana desmanteló los más importantes mercados agropecuarios de oferta-demanda de la ciudad.

El puntillazo en marzo de 1968 a la economía de mercado en Cuba

La “Ofensiva Revolucionaria”, lanzada el 13 de marzo de 1968 por Fidel Castro, le dio el puntillazo en Cuba a la economía de mercado. Se desmantelaron los 57,280 negocios privados que aún subsistían. Porque según el faraón cubano sus propietarios eran “holgazanes en perfectas condiciones físicas, que montan un timbiriche, un negocio cualquiera, para ganar 50 pesos todos los días”. Y porque “debemos poner fin a toda actividad parasitaria que subsista en la revolución…”

Por cierto, un oportuno paréntesis. El astuto dictador tuvo una pifia. Si darse cuenta se llamó holgazán a sí mismo. Cuando él (Fidel) era estudiante universitario (y pandillero) con dinero enviado por su padre compró un puesto de fritas en la concurrida esquina de Infanta y San Lázaro. Claro, él solo iba al negocio a recoger la venta de cada día.

Pasaron 18 años, y para que Moscú aumentase sus subsidios a Cuba, Castro I suavizó la asfixia absoluta del centralismo estalinista impuesto por Guevara en los años 60, e instauró el Sistema de Dirección y Planificación de la Economía (SDPE), modelo aplicado en la URSS luego de la muerte de Stalin, llamado cálculo económico.

Con el SDPE se abrieron los mercados libres campesinos, se les dio cierta autonomía a las empresas para autofinanciarse, se entregaron estímulos monetarios a los trabajadores en vez de banderitas. La producción agrícola e industrial se recuperó un poco y la población sintió un alivio con el “mercado paralelo” y los “mercaditos”, gracias al aumento de unos 2,000 millones de dólares anuales regalados por el tío soviético Volodia.

Ahora de nuevo el régimen le declara la guerra al sector privado

Pero en abril de 1985 empezó la perestroika de Gorbachov, el comandante se espantó y en pocos meses regresó al centralismo a ultranza estalinista con el “Proceso de rectificación…”. que provocó un gran retroceso económico en todos los sentidos, incluyendo una recesión.

Hoy, 56 años después de la fatal “Ofensiva…” y a 38 años de la “Rectificación…”, en vez de darle más espacio al sector privado la dictadura le declara la guerra cuando más se requiere de éste, que al fin y al cabo alimenta, viste, calza, y transporta a los cubanos.

La pregunta aquí es por qué ese empecinamiento en repetir desastrosos errores. A priori veo dos respuestas complementarias. El gobierno necesita desesperadamente dinero para cubrir al menos parcialmente su gran exceso de gastos sobre los ingresos (un déficit fiscal de casi un 20% del PIB), y evitar que se reduzca a niveles políticamente peligrosos la masa de dinero en circulación, erosionada por una altísima inflación.

Extorsionar a negocios privados, y cerrar los que no obedezcan

En resumen, los decreto-leyes y el INAENE recrudecen el acoso, mangoneo y control del gobierno sobre las Mipymes, cuentapropistas y cooperativas no agropecuarias, para captar a golpes de impuestos de hasta un 25%, y multas, los ingresos que la economía estatal no puede generar, y para asfixiar o hacer desaparecer a quienes no obedezcan.

Según “Granma”, solo entre el 17 y el 23 de agosto se realizaron 157,331 inspecciones que detectaron deudas al fisco por 2,999 millones (25 millones de dólares a la tasa oficial de 120×1). Se impusieron multas por 58 millones de pesos, y fueron cerrados 360 negocios privados.

Por otra parte, detrás de la repetición de errores puede que haya jerarcas de la burocracia gubernamental y de GAESA que quieren un cambio a su manera en Cuba que hoy no pueden realizar por la fuerza, y presionan para mantener el mismo fracasado modelo económico estatista, sabedores de que eso conduce al colapso del modelo actual, que es lo que ellos quieren que ocurra para apropiarse sobre todo de los hoteles y llenarlos de millones de turistas “del Norte”.

Y claro, también puede que la vieja guardia fanática estalinista-maoísta-fidelista-guevarista que encabezan Raúl “el Cruel”, Ramiro Valdés, Machado Ventura, López Miera y demás dinosaurios de la Sierra Maestra insisten en ignorar a Confucio.

 

Roberto Alvarez Quiñones 

30 de agosto, 2024