Cuba no cayó en “default” (delincuente financiero internacional) por un tilín, sus aviones propios ya no pueden volar a Europa y tampoco habrá por ahora vuelos naciones en la isla. Son estas noticias elocuentes sobre la crisis nacional causada por el comunismo.
El régimen castrista el 19 de octubre informó que el Club de París (grupo de 20 países acreedores) perdonó al castrismo nuevamente sus incumplimientos y pospuso hasta 2022 el pago anual de su deuda de la cual tiene un atraso ya de $200 millones de dólares acumulados, pues no ha abonado ni un centavo desde 2019 y el plazo para pagar se iba a vencer en noviembre próximo.
Ese mismo día Cubana de Aviación dio marcha atrás al anuncio que hizo tres días antes de que se iban a reanudar los vuelos nacionales. Informó que no se reanudará por falta de recursos para operar debido al “bloqueo”. Un alto burócrata del Ministerio de Transporte, Luis Ladrón de Guevara, dijo que era “muy limitada la adquisición de piezas para mantener las aeronaves en vuelo (…) la programación no se iniciará hasta que no estén creadas las condiciones con nuestros aviones…”
Nada dijo de los vuelos internacionales, pero la agencia noticiosa británica Reuter descubrió días antes que Cuba alquila aviones a la aerolínea española Plus Ultra para poder volar a Europa porque las aeronaves de Cubana de Aviación no cumplen con los requisitos mínimos para operar en el espacio aéreo europeo.
Cuba no paga y está en “default”, pero le lanzaron un salvavidas
En primer lugar se advierte que irónicamente fue la pandemia de Covid-19 la que salvó al régimen de caer en “default”. Ese es un término legal internacional que significa “estar en rebeldía”, “negarse a pagar lo que debe”. A un país así calificado nadie le concede créditos ni siquiera para exportarle mercancías, porque es considerado un “delincuente” internacional. Caer en default es lo peor que en materia financiera le puede ocurrir a un país.
El Club de París con motivo de la pandemia aflojó sus condiciones y le lanzó un salvavidas a la dictadura. Le perdonó, una vez más los plazos, ya muy reducidos en su monto, que había prometido pagar hasta 2022. Y se puede casi asegurar que tampoco el año próximo pagará los $200 millones que tiene atrasados. Porque, con pandemia o sin pandemia, Cuba ahora ya no solo no quiere, sino que de veras no puede pagar.
En 2015 el Club de París le perdonó al régimen $8,500 millones de dólares de los $11,100 millones de la deuda total, que no pagaba desde que en 1986 Fidel Castro la declaró “impagable”.
El régimen, “malapaga” de origen y ahora no tiene un centavo
Hay que aclarar que La Habana ya no tiene dinero para pagar, pero cuando lo tenía tampoco pagaba. El ex gangster Fidel Castro al asaltar el poder impuso al Estado su propia condición de “malapaga”. En su juventud Fidel pedía dinero prestado constantemente y jamás se lo devolvió a nadie. La dictadura tampoco paga lo que debe, ni a sus aliados y mecenas. En los años 80, con los cuantiosos subsidios soviéticos, nunca le pagó a la URSS ni a nadie y la deuda externa cubana total subió a $51,000 millones, la mayor de Latinoamérica según el FMI.
Ahora a lo de “malapaga” congénito se suma la quiebra financiera. El Club de París no advirtió hace seis años que la capacidad financiera cubana, dependiente de una Venezuela también en crisis, se iba a desplomar y no iba a pagar el adeudo de $2,600 millones en reducidas cuotas anuales, hasta 2033. Y, en efecto, desde 2019 Cuba dejó de pagar lo acordado. Ahora ese grupo de acreedores tropieza con la misma piedra. Cree que “ahora sí” va a cobrar lo que le deben.
No es el “bloqueo”, son los destartalados aviones rusos
Con respecto a Cubana de Aviación, como sus aviones propios ya no pueden volar a Europa dejará de ganar divisas. No podrá ir a buscar turistas al Viejo Continente. Los europeos que vayan a Cuba a partir del 15 de noviembre viajarán en aviones no cubanos. Por cada pasaje pagado a Cubana la mayor parte de los dólares o euros irán a Plus Ultra.
Y de los vuelos nacionales lo que no dijo Ladrón de Guevara es que no se pueden reanudar debido a un factor ruso y otro comunista. El primero es que la flota para los vuelos domésticos la conforman seis viejos aviones rusos Antonov-158 arrendados a Rusia entre 2013 y 2014, que presentan graves roturas debido a defectos técnicos que ya tienen. El segundo es la falta de pericia y eficiencia, y las pocas ganas de trabajar de los operarios –con tres varas de hambre– encargados de repararlos y darles mantenimiento.
Cubana en 1958 tenía 17 aviones, transportaba 300,000 pasajeros
Años atrás ambos azotes llevaron a alquilar aviones a aerolíneas extranjeras “malucas”. Por eso en mayo de 2018 se produjo el desastre del vuelo Habana-Holguín de la mexicana aerolínea Global Air, con 112 muertos. La aeronave se precipitó a tierra debido a su mal estado técnico.
Y aquí es necesario destacar el contraste con la Cuba “explotada” por el capitalismo. Fundada en 1929, Cubana de Aviación en 1958 contaba con 17 aviones, incluyendo grandes y modernos Super G Constellation. Ese año transportó 300,000 pasajeros, la mitad de ellos en vuelos internacionales a América y Europa. Y para 1960 iba a recibir tres aviones Boeing-707. Son datos de una investigación realizada por el historiador Alvaro Alvarez, publicada en “Libre”.
Conclusión: La dictadura comunista está al borde de ser un paria financiero global, y ya sus aviones propios apenas vuelan. Son dos evidencias más de lo que cuesta a un país el comunismo.