La cúpula dictatorial en vez de liberar el campo cubano y poner fin al monopolio tabaquero, convoca reuniones con vegueros para regañarlos y amenazarlos por no cumplir los planes estatales.

Sin embargo, los vegueros parecen decididos a enfrentar al gobierno con las armas que tienen a su alcance.


Cuenta Cristóbal Colón en su “Diario de Navegación” que cuando arribaron a “la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto”, en la actual provincia de Holguín, observaron (boquiabiertos) como nativos, hombres y mujeres taínos, aspiraban y expelían humo de unos “cilindros de hojas secas”.

El día 6 de noviembre de 1492, el Gran Almirante escribió: “…Iban siempre los hombres con un tizón en las manos (cuaba) y ciertas (…) hierbas secas (cojiba) metidas en una cierta hoja seca también a manera de mosquete…, y encendido por una parte del por la otra chupan o sorben, y reciben con el resuello para adentro aquel humo, con el cual se adormecen las carnes y cuasi emborracha, y así dizque no sienten el cansancio. Estos mosquetes… llaman ellos tabacos”.

Los aborígenes cubanos “inventaron” el placer de fumar tabaco

O sea, los taínos cubanos medievales (la Edad Media terminó precisamente con aquel desembarco del deslumbrado Gran Almirante) fueron los que “inventaron” el placer de fumar tabaco.

Pronto Cuba se convirtió en la mayor potencia mundial productora y exportadora de tabaco, con la ventaja de que la calidad de la hoja del tabaco cubano es insuperable, la mejor del mundo. Por algo la palabra “habano” devino de hecho un certificado de la máxima calidad de tabaco a nivel global. Hasta el día de hoy.

Los colonizadores monopolizaron el comercio del tabaco

Lo que pasa es que así como los colonialistas en el siglo XVIII con el llamado “Estanco el tabaco” privaron a los vegueros de la isla de beneficiarse del excepcional tabaco que ellos cultivaban, tres siglos después la historia se repite, esta vez de la mano de la única dictadura comunista en la historia de América.

Y cabe preguntarse ¿se sigue enseñando en las escuelas de Cuba en qué consistió aquel “Estanco del tabaco” de hace 305 años que originó varias sublevaciones de los vegueros?

Probablemente ese hecho histórico hoy si acaso se menciona muy por arribita, sin entrar en detalles que hoy resultan “contrarrevolucionarios”, sobre todo con las crecientes protestas de los vegueros ocurridas últimamente en la isla.

Los vegueros se alzaron contra el estanco abusivo

Vale aclarar que se le llama estanco al monopolio estatal comercial de un producto cualquiera. En 1717 el rey de España, Felipe V “el Animoso”, prohibió que los vegueros de la isla comerciaran libremente el tabaco por ellos cosechado. Todo el tabaco producido en Cuba solo podía ser vendido al gobierno, que pagaba precios miserables a los tabaqueros y luego lo exportaba a un alto precio.

Así se les impidió a los vegueros cubanos beneficiarse con la venta del mejor tabaco del mundo que ellos cultivaban con esmero. Por eso en los seis años siguientes se produjeron sublevaciones de encolerizados tabaqueros contra ese zarpazo colonialista, hambreador para ellos.

Y en 1723 unos 800 vegueros, muchos de ellos armados, se amotinaron y destruyeron vegas de los “estanqueros” (los que se sometían al gobierno). Pero fueron atacados por 200 soldados españoles, que mataron a nueve vegueros. Otros 12 fueron ahorcados.

Se produce en la isla cada vez menos tabaco

Volviendo al castrismo, ya Tabacuba, el monopolio del permanente estanco del tabaco en Cuba, admitió que en 2022 la cosecha de tabaco será inferior a 30,000 toneladas, la peor desde 1981, pues este año la siembra de tabaco cayó en un 10% nacionalmente.

Claro, esa empresa comunista no dijo que la causa de ese desplome de la producción de tabaco es el estanco existente en Cuba. Porque el Estado comunista de los Castro tiene monopolizado desde mediados del siglo XX el comercio del tabaco y de todo lo que se produce desde Cabo de San Antonio a Punta de Maisí.

Del estanco castrista se beneficia solo la mafia dictatorial

En este caso la beneficiaria exclusiva de esa monopolización comercial es la mafia militar encabezada por el tirano Raúl “el Cruel”.

Con este estanco castrista del tabaco igualmente se paga precios miserables a los vegueros, y se les venden los insumos y los equipos agrícolas a precios abusivos y en moneda extranjera. Los vegueros no obtienen una ganancia justa por su trabajo, como sus ancestros en el siglo XVIII.

Pero muchos campesinos tabaqueros, que enfrentan una inflación de ciencia ficción y tienen que producir el tabaco con insumos comprados a sobreprecio en el mercado negro, se están rebelando. La mayoría de ellos ha decidido vender todo el tabaco posible “por la izquierda” a comerciantes privados del mercado negro que lo pagan a precios que triplican los del estanquero llamado Acopio.

Los vegueros del siglo XXI también se rebelan

En tanto, la cúpula dictatorial en vez de liberar el campo cubano y poner fin al monopolio tabaquero, convoca reuniones con vegueros para regañarlos y amenazarlos por no cumplir los planes estatales.

Sin embargo, los vegueros parecen decididos a enfrentar al gobierno con las armas que tienen a su alcance: vendiendo sus cosechas al sector privado, o sembrando menos tabaco, o dedicándose a  cultivar otros productos agrícolas o pecuarios mucho más fáciles de vender al sector privado.

En fin, los vegueros de hoy se están rebelando contra el estanco castrista del tabaco. El que sufrieron sus ancestros se prolongó por 100 años, hasta que el rey Fernando VII lo abolió oficialmente en 1817.

Cuánto durará el estanco castrista nadie lo sabe con precisión, pero todo indica que no será por mucho más tiempo.