Hace unos días se publicó en la Gaceta Oficial de Cuba una resolución que aumenta de 210 pesos a 460 pesos diarios la “dieta por alimentación y alojamiento” que se asigna a los dirigentes, funcionarios y periodistas oficialistas.

Así el régimen de hecho reconoce que la hiperinflación generada por el propio gobierno causa hambre y desnutrición. Y confirma que le importa un pito si los cubanos de a pie, los “de abajo”, pasan hambre.

Son los “de arriba”, los integrantes de lo que el patriota anticomunista yugoslavo Milovan Djilas llamó “la nueva clase” (vividores y mafiosos de la alta burocracia, “cuadros” del PCC y oficiales de la FAR y el MININT), los que no pueden pasar hambre, ni comer poco y mal un solo día por culpa de la inflación, ni carecer de gasolina y vehículos, ni dejar de dormir plácidamente en los hoteles que escojan.

En una semana un “dirigente” recibe 6,020 pesos adicionales

Además, los 460 pesos mencionados son solo para comer. Para el alojamiento recibirán otros 400 pesos diarios. O sea, en total recibirán 860 pesos diarios. De manera que cada funcionario o vocero castrista que esté una semana fuera de su habitual refugio laboral recibirá 6,020 pesos adicionales a su salario normal. Eso equivale a casi tres salarios mínimos mensuales de 2,100 pesos, y a dos salarios promedio en estos momentos. Y en una sola semana.

El ministro de Economía y vicejefe del gobierno, Alejandro Gil, alega que controlar la inflación es una “tarea prioritaria”, pues limita la capacidad de compra del salario y las pensiones, pero que de ninguna manera se pueden aumentar los salarios como solución.

Cierto, para aumentar los salarios tiene hay que producir más alimentos, bienes industriales y servicios cobrables (la salud y la educación no se cobran). Pero resulta que eso no se logra con un sistema de economía centralmente planificada. Para generar más oferta y acabar con la inflación hay que restaurar la economía de mercado. Y punto.

Golpe al pueblo y privilegio para quienes apuntalan la dictadura

Por tanto, esta resolución es solo un golpe más a los cubanos de a pie, pues esta nueva medida en la práctica es una vía para que los ciudadanos “de arriba” (funcionarios y propagandistas de la dictadura) se aumenten el salario inventando viajes de trabajo innecesarios. Por ejemplo quien inventa giras de 10 días todos los meses se aumenta el sueldo en 103,200 pesos al año.

Es significativa la excepción que se hace con los periodistas estatales, a quienes se les entregarán “montos superiores a los límites de las dietas, establecidos por la presente.”  Ello sugiere que pueden ser más de 860 pesos diarios. A los voceros oficiales hay que darles zanahorias, no palos. Los palos son para los periodistas de verdad, los independientes, los que dicen la verdad y no la ocultan, ni mienten.

El régimen admite que nadie puede ganar menos de 11,000 pesos

Si aplicamos a los trabajadores de a pie el porcentaje de “cash” que el gobierno entregará adicionalmente a sus burócratas y periodistas, resulta que hoy ningún trabajador en Cuba puede vivir con menos de 11,000 pesos mensuales, ¡5.2 veces! un salario mínimo, y 2.6 veces un salario promedio.

¿Cómo puede un obrero que gana el salario mínimo de 2,100 pesos mensuales, alimentarse a sí mismo, y a su familia? ¿Y los jubilados con su pensión mínima de 1,528 pesos?

Libra de carne de cerdo, 400 pesos, 10 platanitos (240), arroz (220)

Veamos, al azar, algunos precios reportador por la prensa independiente En San Antonio de los Baños, Daniel Alfaro comentó: “Compré ayer una manito de plátanos fruta maduros y me costaron 240 pesos los 10 platanitos. Una libra de arroz está costando 220 pesos y la libra de frijoles 180 pesos.”

En Camagüey, Kirenia Perdomo, madre soltera, expresó: “Los mandados no los puedo casi ni comprar; no tengo dinero para comprarle la comida a mis niños”. Yoel Espinosa, de Santa Clara, destacó “Aquí hay muchas personas que no están comiendo arroz en sus viviendas (…) y la carne de cerdo ya está superando los 400 pesos por libra.

Desde Baracoa el periodista independiente Emilio Almaguer informó que el arroz está a 200 pesos la libra en la calle; el litro de aceite a 700 pesos. “Estamos con la soga bien apretadita al cuello”,

“Parecen cadáveres ambulantes debido a la hambruna…”

En Pinar del Río el campesino Esteban Ajete le dijo a Radio Martí que algunas personas “parecen cadáveres ambulantes debido a la hambruna que están pasando, y el arroz que es la base del alimento (nacional) está totalmente perdido; y la carne de cerdo no existe”. Agregó que “una libra de leche en polvo cuesta entre 350 y 500 pesos (…), comprar cuatro libras de leche engulle un salario mínimo mensual.

Para finalizar, recordemos la tan repetida frase de Fidel Castro: “la revolución no deja a nadie desamparado” y que reiteró su hermano Raúl, en un discurso leído que como siempre alguien le escribió, en septiembre de 2017, luego del azote del huracán Irma: “Un principio se mantiene inamovible: la revolución no dejará a nadie desamparado”.

Sí, claro, para cumplir con esa hipocresía mayúscula es que se entregan 460 pesos ¡diarios! a funcionarios, militares y voceros de la tiranía para que no pasen hambre, y a los millones de cubanos “de abajo”, que no pueden inventar tramposos viajecitos, que los parta un rayo. Esa es en verdad la “revolución” ¿No?

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