El verdadero pasado de Fidel Castro y su estirpe antidemocrática casi nadie en Cuba lo conoce, y menos en el resto del mundo. Tan pronto asaltó el poder estatizó los medios de comunicación. Y ya nada negativo de su pasado se pudo saber. No hubo cómo enterarse de que Fidel solo se expresaba políticamente, durante años, con una pistola 45 en la mano, intimidando o baleando a sus rivales.

Sobre su vida a fines de los 40 y principio de los 50 los cubanos solo conocen las loas ridículas al “genial líder revolucionario” que se enseñan en las escuelas y publican los medios estatales. Nada de su “pedigree” como sanguinario pandillero.

Castro durante los últimos gobiernos democráticos de Cuba, el de Ramón Grau San Martín (1944-1948) y el de Carlos Prío (1948-1952), no fue más que un vulgar gangster.

Inició su vida política en la forma más antidemocrática posible. Primero quiso pertenecer al Movimiento Socialista Revolucionario (MSR) de Rolando Masferrer, y para ganarse el ingreso baleó por la espalda a Leonel Gómez (lo hirió de gravedad, pero no murió), señalado como el asesino de Justo Fuentes Clavel, vicepresidente de la FEU y miembro de una pandilla rival, la Unión Institucional Revolucionaria (UIR).  Pero Masferrer no lo quiso aceptar.

FIidel Castro en 1947, en compañía de Rafael del Pino y Armando Gali Menéndez.

En tanto, la UIR decidió matar a Fidel por el atentado a Leonel, pero según relató Carlos Alberto en una crónica en octubre de 2013, un estudiante amigo de Fidel, José Luis Echeveite, alias “El Gordo”, miembro de la UIR, pidió que no lo ejecutaran sin antes escucharlo. Y así fue, Fidel pidió perdón y suplicó que lo admitieran en la UIR. “Como en la UIR hasta las ejecuciones se decidían ‘democráticamente’ –destacó Montaner–, hubo una consulta y por un voto decidieron perdonarlo…”.

La UIR era una de las pandillas políticas más violentas, encabezada por Emilio Tro, feroz anticomunista. En la Universidad de La Habana campeaba lo que los medios llamaban el “bonche universitario” (gangsterismo). La UIR le disputaba el control político de la Universidad de La Habana a la FEU, que presidía Manolo Castro (luego asesinado), a quien Fidel odiaba por no querer apoyarlo en su candidatura para presidente de la Escuela de Derecho.  La presidencia de la FEU era  por entonces un trampolín para escalar las más altas posiciones en la vida política nacional.

Cuando Castro quiso ingresar en el Partido Ortodoxo fue rechazado por su líder, Eduardo Chibás. “No quiero gángsters en el partido”, explicó Chibás.

Mario Salabarría,  jefe de la policía política en el gobierno de Grau,  relató que el 27 de abril de 1947 desde la Universidad de La Habana reportaron: “Fidel Castro ha hecho unos disparos en una asamblea de la Escuela de Derecho”.  Salabarría se movilizó y arrestó a Fidel frente a la casa donde se hospedaba, le ocupó una pistola 45 y pasó el caso a los tribunales, pero nunca hubo juicio. Testigos dijeron  que hubo sobornos a nivel policial y judicial  con dinero de Angel Castro, el padre de Fidel.

Otro miembro de la UIR, Vidalito Morales, narró al historiador Antonio Rafael de la Cova que cuando él le presentó a Fidel personalmente a Emilio Tro para su posible ingreso en la pandilla, Castro le dijo al jefe gangsteril: “Una de las más grandes emociones que tengo es haberlo conocido a usted. Usted es uno de los hombres que yo más admiro en Cuba”.

Fidel ya como miembro de la UIR también baleó a su enemigo político Rolando Masferrer, cuando este se disponía a subir a su apartamento en El Vedado. Pero no le dio y Masferrer respondió a balazos a Fidel y sus acompañantes, quienes huyeron del lugar. Un cuarto de siglo después sí logró asesinarlo. Sicarios enviados, o pagados por Fidel, en 1975 colocaron explosivo C-4 en el automóvil en que iba a Masferrer, en Miami, y murió destrozado.

Cuando Castro quiso ingresar en el Partido Ortodoxo fue rechazado por su líder, Eduardo Chibás. “No quiero gángsters en el partido“, explicó Chibás. Solo ante mucha insistencia de su amigo (de Fidel) José Pardo Llada posteriormente lo aceptó.

Y fue Chibás quien también de hecho hizo una gran profecía. Un ortodoxo, Reynaldo Cosano Alén, narró en Cubanet que Fidel iba con frecuencia a la sede del Partido Ortodoxo en Prado #109. “Un día Chibás le dijo a Roberto Agramonte ‘vamos a dejar que este hombre (Fidel) hable para formarnos una visión de qué tenemos enfrente’.

Fidel pronunció un discurso en el que habló de proyectos y más proyectos. Fue aplaudido, pero Chibás le dijo a Agramonte: ‘¡Pobre de este país si un día este hombre (Castro) llega a ser presidente!’”.

Sin duda la sólida formación gansteril de Castro fue clave para su posterior comportamiento delincuencial como gobernante.


Caricatura de Alfredo Pong