El gobierno cubano impone normas draconianas a los médicos en misiones sanitarias que vulneran sus derechos fundamentales, señaló hoy Human Rights Watch. Los gobiernos que solicitan asistencia de trabajadores de la salud cubanos para responder a la pandemia de Covid-19 deben exigir a las autoridades cubanas que reformen las leyes y reglamentos aplicables que vulneran, entre otros, los derechos a la privacidad, la libertad, la libertad de expresión y asociación, y el libre movimiento.
Desde marzo, Cuba ha enviado cerca de 1.500 profesionales médicos a distintos países del mundo a colaborar con la lucha contra la pandemia de Covid-19. Estos profesionales se suman a los aproximadamente 30.000 trabajadores de la salud cubanos que ya se encontraban en el extranjero. Las reglamentaciones oficiales establecen que los trabajadores pueden recibir sanciones disciplinarias si entablan “amistad” con personas que tengan “opiniones hostiles o contrarias a las de la revolución cubana”. Los trabajadores sanitarios también pueden ser sancionados si “abandonan” su trabajo.
Según indicaron las relatoras de Naciones Unidas, muchos médicos se sienten presionados a participar en las misiones y temen sufrir represalias si no lo hacen. Asimismo, reportaron “exceso de horas trabajadas” por los médicos, limitaciones en cuanto a vacaciones y salarios, amenazas de autoridades cubanas y restricciones a los derechos a la privacidad y a la libertad de expresión. En una respuesta a las relatoras de la ONU de enero de 2020, a la cual tuvo acceso Human Rights Watch, el gobierno cubano negó los señalamientos e indicó que las relatorías habían sido “utilizad[as] para fomentar espurias campañas promovidas por el gobierno de Estados Unidos”.
La organización de derechos humanos Prisoners Defenders obtuvo declaraciones de decenas de trabajadores de la salud que participaron en misiones antes de la pandemia de Covid-19, entre 2001 y 2018, a las cuales tuvo acceso Human Rights Watch. Muchos manifestaron haberse sumado al programa porque temían represalias por parte de las autoridades cubanas. Otros afirmaron haberse unido a las misiones con la esperanza de irse del país o de conseguir acceso a alimentos, como carne, que no pueden obtener con los salarios que perciben en Cuba.
Los derechos a la privacidad, la libertad de expresión y asociación, la libertad y al libre movimiento se encuentran protegidos por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como por otros tratados internacionales y por el derecho internacional consuetudinario. La amplia mayoría de los países que reciben a médicos cubanos han ratificado el pacto. Cuba firmó el pacto, pero no lo ha ratificado. El trabajo forzado también se encuentra prohibido por los Convenios 29 y 105 de la Organización Internacional del Trabajo, ratificados por Cuba y la mayoría de los Estados que han recibido médicos cubanos. Varios de ellos también han ratificado el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que reconoce el derecho a condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias, así como a un nivel de vida adecuado. La Declaración Universal de Derechos Humanos también establece que toda persona tiene “derecho a salir de cualquier país, incluso del propio”, así como “a regresar a su país”.
INFORME DE HUMAN RIGHTS WATCH SOBRE LAS NORMAS REPRESIVAS DE LOS MÉDICOS CUBANOS
¿Qué son las “misiones médicas” cubanas?
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Cuba, la primera brigada de profesionales de la salud isleños que brindó servicios en el exterior lo hizo en Argelia, en 1963. Desde entonces, más de 400.000 profesionales han servido en 164 países de América Latina y el Caribe, África, Oriente Medio, Asia, y un país de Europa que apenas se menciona oficialmente, Portugal.
Estos servicios, que hoy se conocen popularmente como “misiones médicas”, incluyen el envío de profesionales sanitarios a países que lo solicitan oficialmente al Gobierno cubano porque: no cuentan con personal suficiente, en situaciones regulares o durante crisis como la actual pandemia de coronavirus; desean reforzar especialidades concretas; o necesitan cubrir la atención sanitaria en zonas alejadas o arriesgadas, a las que los médicos locales declinan acudir.
¿Cuánto ingresan los colaboradores a las arcas del Estado cubano?
Gran parte de las actuales “misiones médicas” se contabilizan como “exportación de servicios profesionales”, una de las primeras fuentes de ingresos en divisas del país, por delante del turismo. La práctica se afianzó a partir de la firma de un acuerdo de intercambio de médicos por petróleo, con el entonces Gobierno de Hugo Chávez en Venezuela, en 2003.
Los países que contratan sus servicios pagan por ellos al Gobierno cubano, que no divulga detalles específicos de las transacciones. No obstante, estadísticas oficiales muestran que, en la última década, los profesionales contratados en el exterior aportaron un promedio anual de más de 11.000 millones de dólares. De ellos, al menos un 80 por ciento, casi 9.000 millones, habría sido tributado por especialistas de la salud. Aunque, según los últimos datos disponibles, tal participación quedó en reducida a 6.400 millones de dólares en 2018, aún antes de cerrar el convenio con Brasil.
¿Cuánto gana un médico cubano en la isla?
1.460 pesos cubanos mensuales (unos 50 dólares al cambio) ganaba en 2018 una doctora cubana que permaneció en Brasil, tras el cierre del programa Mais Médicos. En 2019, el Gobierno decretó un aumento salarial, con el cual, un médico especialista de segundo grado debe cobrar ahora 1850 pesos, mientras uno de primer grado recibirá 1740 pesos, un enfermero especialista 1220 y un enfermero superior 1030 (o sea, entre 70 y 40 dólares).
¿Cuánto gana un médico cubano en “misión”?
El salario que un país solicitante paga por cada profesional cubano varía, pero ellos reciben entre el 20 y el 30 por ciento de ese total. El resto lo recauda el Estado cubano, que asegura que lo destina a financiar el sistema de salud en la isla.
Recientemente, una carta enviada al Gobierno cubano por las relatoras especiales de la ONU sobre formas contemporáneas de la esclavitud y la trata de personas, en noviembre de 2019, sugiere que las condiciones laborales de los médicos cooperantes cubanos pueden llegar a calificarse de “trabajo forzoso”, que constituye un tipo de “esclavitud moderna”. Las relatoras dicen basarse en testimonios de primera mano. Pero La Habana califica de despreciables todas estas acusaciones.
Referencia
“Misiones médicas” cubanas: ¿cuántas, dónde y por qué?