Prometer sin cumplir nunca fue lo que hizo Fidel Castro en el poder durante 52 años consecutivos, y lo que hace desde 2011 su hermano cuando como Primer Secretario del PCC.se convirtió en dictador.

El colmo es que el general Castro quiere que estas alturas del cataclismo castrista que el pueblo aclame sus promesas de un “futuro luminoso” y, como siempre, realiza encuestas oficiales, en este caso sobre la Tarea de Ordenamiento

Pero ya lo decía el filósofo griego Heráclito, “todo cambia, todo fluye”, incluso en Cuba. De la mano de la progresiva pérdida del miedo de los cubanos y de la revolución tecnológica comunicacional ahora las cosas son diferentes.

Dos meses después de impuesta la terapia de choque (Tarea de Ordenamiento), la nueva promesa de turno, la cúpula castrista ha lanzado una encuesta oficial para recibir el “respaldo popular” de siempre, y ¡oh sorpresa!, por primera vez en 62 años el tiro le salió por la culata.

Encuestas oficiales en Cuba siempre fueron una farsa

Hasta ahora al régimen ha estado utilizando las encuestas oficiales para mostrar el “apoyo del pueblo” a las promesas, o medidas adoptadas por el régimen, debido a que los entrevistados por miedo mentían a los encuestadores.

Y era lógico, en un país sometido a una dictadura no hay encuestas confiables. En 1990 Fidel Castro le dijo a Daniel Ortega que era un gran error realizar elecciones, pero Ortega le aseguró a su guía y paradigma que todas las encuestas lo daban a él como ganador. Pero ganó la opositora Violeta Barrios. Los nicaragüenses por miedo mintieron en las encuestas.

Claro, la cúpula dictatorial castrista estaba tan consciente de que la gente mentía en las encuestas que para saber de verdad cómo estaba “la calle”, le daba al Departamento Ideológico del CC del PCC –quizás todavía lo hace– una tarea permanente llamada “Opinión del Pueblo”. Todos los núcleos del PCC del país ordenaban a sus militantes que recogieran opiniones en la calle. Por supuesto, los militantes solo informaban de “bolas” o rumores sin dar detalles pues podían sospechar que se movían en un ambiente “contrarrevolucionario”.

La paranoia va disminuyendo rápidamente

Encuestas independientes no oficiales se han realizado en la isla, y eran más confiables, pero nunca con el desenfado y la valentía de hoy. Por lo general, acogotados por una paranoia inevitable en toda tiranía, muchos entrevistados seguían con el temor de que el encuestado fuese alguien enviado por la dictadura.

Pero eso está cambiando rápidamente. En julio de 2019, en un sondeo del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) el 75% de los 1,082 encuestados dijo que en Cuba tenía que haber cambios políticos. En abril de 2020, el 70% de 17,478 cubanos entrevistados por Compromiso Democrático rechazó el sistema de partido único.

Y eso solo fue el comienzo de la pérdida del miedo a ser acusados de “propaganda enemiga”, De haberse realizado hoy esas dos encuestas los porcentajes negativos a la dictadura posiblemente habrían superado el 90%.

Un sondeo oficial revela cómo la gente ha perdido el miedo

En 2021 ese temor a decir la verdad ha descendido definitivamente. El 1 de marzo de 2021 el portal oficial de la dictadura en la web, Cubadebate, lanzó una encuesta para saber la opinión de la gente sobre la Tarea de Ordenamiento. Fue ese un error que mostró la desconexión de la cúspide castrista de la realidad en que vive el pueblo. Las respuestas fueron tan duramente contrarias a la “Tarea…”, que Cubadebate al otro día borró de un plumazo las respuestas de la web.

Cubadebate lo que hizo fue publicar un artículo burdamente manipulado, solo con algunos resultados favorables a la dictadura, pero omitió los más desfavorables.

Captura de pantalla rescatada por 14yMedio antes que borraran los resultados

Por suerte, “14ymedio”, que pudo ver las respuestas antes de ser borradas de la internet por el régimen, reportó que un 95% de los encuestados asegura que no logra cubrir sus necesidades básicas, o solo una parte, con los bajos salarios que perciben y los altos precios vigentes.

El 76% califica de desmedido el aumento de precios. Solo el 1% estima que son equiparables a los salarios. El 92% asegura que la calidad de los productos y servicios no ha mejorado con la subida de precios.

Se acabó la impunidad para abusar sin rechazo popular

Por otra parte, el 41% dijo que no puede adquirir siquiera “los productos y servicios de primera necesidad” con el nuevo salario, jubilación o pensión. Otro dato que revela el desastre de la “Tarea…” es que el 48% del salario se va en alimentos. Eso es impensable en cualquier país normal .

Pero lo más significativo es que el 95% de los entrevistados afirma que el gobierno tiene que rectificar las tarifas, precio y los salarios. Todos los porcentajes superiores al 90% de rechazo a decisiones del gobierno tienen doble lectura:

1) se acabó la impunidad castrista para hacer aguantar a la los cubanos los atropellos del régimen sin chistar; y

2) ahora sí el pueblo está opinando de verdad y se desmorona el falso discurso de la cúpula dictatorial con el que durante 62 años engañó a los cubanos y al mundo entero.