Tardía pero muy firmemente la Unión Europea declaró finalmente su apoyo a las manifestaciones ocurridas el 11 de julio y exigió a la dictadura de Raúl Castro que cese la represión y escuche las demandas del pueblo por un cambio hacia la democracia.

Ello hizo aún más vergonzoso, y triste, lo ocurrido en la OEA, en la que fue suspendida la reunión extraordinaria que fue convocada de urgencia para el 28 de julio por su Consejo Permanente para analizar la situación en Cuba. O sea, las naciones latinoamericanas y del Caribe se negaron a escuchar siquiera un informe sobre la grave crisis y la criminal represión del pueblo que tiene lugar en uno de sus vecinos del mismo continente.

Fracaso del castrista Borrell, victoria del pueblo cubanos

Todo lo contrario a lo ocurrido en la lejana Europa. Porque en el caso de la Unión Europea hay que destacar el fracaso, al fin, del socialista y procastrista jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell,  por evitar a toda costa una declaración clara y contundente contra su admirada dictadura cubana. Se impuso la razón en el seno de la UE y a Borrell no le quedó más remedio que aceptarla y hacer público él mismo el mensaje con la contundente posición de la UE.

“Hacemos un llamamiento al gobierno cubano –dice la declaración leída por Borrell– a que libere a todos los manifestantes detenidos arbitrariamente, a escuchar las voces de sus ciudadanos y a entablar un diálogo inclusivo sobre sus quejas (…) apoyamos inequívocamente el derecho de todos los ciudadanos cubanos a expresar pacíficamente sus puntos de vista, a hacer demandas de cambio”.

Y agrega para rematar: “Las manifestaciones públicas (en Cuba) reflejan los legítimos agravios de la población por la falta de alimentos, medicinas, agua y energía, así como de libertad de expresión y libertad de prensa”, lo que unido a la situación del Covid-19 “ha creado un aumento de la demanda de derechos civiles y políticos, y de democracia”.

Obviamente, al instante saltó la dictadura castrista. El vocero oficial del régimen y dizque canciller, Bruno Rodríguez acusó a la Unión Europea (UE) de “mentir” y “manipular“.

Actitud latinoamericana en la OEA fue victoria para la dictadura

La firme posición europea contrasta con la bochornosa suspensión de la reunión en la OEA,  y que complació tanto a la dictadura de La Habana que el vocero Bruno declaró: Derrotada maniobra anticubana en OEA“. Y agradeció a los países que defendieron dignidad latinoamericana y caribeña”.

La reunión de la OEA convocada  en Washington para analizar la profunda crisis en Cuba fue “pospuesta” (léase bloqueada, boicoteada) a pedido de “varios países”, que el presidente del Consejo de la OEA, Washington Abdala, de Uruguay, no quiso identificar, en una actitud muy diferente a la de su colega y ex canciller uruguayo Luis Almagro, Secretario General de la OEA, quien en medio de las protestas en Cuba hizo las más fuertes declaraciones contra la tiranía castrista que haya hecho jamás ningún diplomático o funcionario latinoamericano.

Y no hay que ser muy suspicaz para afirmar que los gobiernos que impidieron la crucial reunión sobre Cuba fueron los de México, Argentina, Bolivia, Nicaragua, Perú, y otros gobiernos escorados hacia estribor (la izquierda), así como la casi totalidad de los países del Caribe anglófono que han estado recibiendo petróleo muy barato de Venezuela.

Esa vergonzante posición de los ”coterráneos” latinoamericanos y caribeños de Cuba se debe a la proliferación de gobernantes tontos útiles izquierdosos, comunistas disfrazados, populistas ladrones, y narcotraficantes, delincuentes y criminales como los de Caracas y Managua. Casi nada.

La internet muestra las entrañas del castrismo y ha sido aislado

Aislamiento como nunca del castrismo; internet mostró, al fin del castrismo; la “revolución”. Nunca antes el castrismo estuvo tan aislado internacionalmente

Por otra parte, al llamado internacional que hizo el gobierno de EE.UU para condenar a la dictadura cubana se sumaron 20 países, de los cuales solo cinco son latinoamericanos y ni uno solo del Caribe, vecinos inmediatos de Cuba. De los 35 países de América Latina y el Caribe se sumaron Colombia, Brasil, Ecuador, Guatemala y Honduras.

Sin embargo, en Europa se sumaron 13 países de los 50 que tiene el Viejo Continente, encabezadas por países ex comunistas. No lo hicieron Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, España, Suecia, Holanda, Suiza, Bélgica, Portugal, y otras importantes naciones. De Asia solo se sumó Corea del Sur. Y ninguna de Africa.

En el caso europeo, si bien muchos gobiernos por separado no se sumaron a EE.UU por el sentimiento antiestadounidense que desgraciadamente reina en el Viejo Continente (pese a que fue EE.UU el que lo liberó en las dos guerras mundiales originadas en ese continente), luego como bloque en la UE sí se solidarizaron con  el heroico pueblo cubano.

Nunca antes en 62 años la tiranía castrista ha estado tan aislada política y diplomáticamente. La “revolución cubana” ya no solo no engaña a nadie en la isla, sino cada vez a menos gente “de afuera”, gracias a las nuevas tecnologías comunicacionales que mostraron al mundo la colosal rebelión popular del 11 de julio y la salvaje represión fascista desatada contra el pueblo.

Pero, mucho ojo, si bien es muy importante la solidaridad lograda hasta ahora ello no es suficiente para que los cubanos logren su libertad. El sistema totalitario castrista tiene que ser torpedeado con sanciones concretas, en lo económico, comercial, político, y diplomático para junto con la ya enorme presión interna provocar la fractura en el alto mando y poner fin a la dictadura y el comunismo en la isla.