Solo lo informó Radio Rebelde, y porque como era noticia local creyeron que no violaba la orden de no dar malas noticias. Pero lo reportó para el mundo el diario independiente 14ymedio. El monopolio estatal Empresa Cuba-Café informó que hasta el 30 de septiembre en la provincia de Santiago de Cuba no se produjo “ni la décima parte” del café cosechado en igual período de 2020.

Los censores del Departamento Ideológico del PCC no advirtieron dos cosas:  1) en Cuba la cosecha de café comienza en septiembre y termina en enero, y perder casi un mes completo de cosecha es grave; y 2) esa región montañosa oriental es la que más café y de mejor calidad produce en todo el país.

En fin, la noticia “local” ha lanzado una inquietante pregunta nacional: ¿Cuántos cubanos podrán tomar café de verdad en 2022? Sin intentar dar una respuesta, cual oráculo, sí puede adelantarse ya que café de veras los cubanos van a tomar menos que nunca.

Santiago de Cuba, mayor productor y de mejor calidad

Allí en esa región oriental, incluyendo más al norte la Sierra Cristal, se cosecha uno de los mejores cafés del planeta debido a un microclima especial que favorece la producción de un grano de extraordinaria calidad llamado “arábigo suave Bourbon”, y que durante 160 años mucha fama le dio a Cuba.

Recordemos que a fines del siglo XVIII luego de la revolución independentista en Haití muchos cafetaleros franceses se trasladaron a esa zona oriental de Cuba. Surgieron muchos cafetales en las zonas montañosas, a 500 metros y más de altura. En los años 40 y 50 del siglo XX el café cubano era uno de los más codiciados del mercado mundial por su altísima calidad.

Volviendo al presente, en 2022 el café de verdad lo tomarán los turistas foráneos, los dirigentes políticos, y el generalato, pero muy pocos cubanos de a pie, porque por su mayor escasez será más caro que nunca, en las shopping y en el mercado negro, donde único lo pueden comprar.

Y peor aún, el mejunje de chícharos mezclados con café puro que se entrega por la libreta también va a escasear. Habrá menos café real para degradarlo con chícharos u otros frijoles, ya que no podrá importarse más cantidad de grano puro porque el gobierno no tiene divisas suficientes.

Ni haciendo largas colas los cubanos podrán tomar café. En la foto cola para comprar picadillo de pollo en San Lázaro, La Habana

El socialismo produce el 13% de lo que cosechaba el capitalismo

Una de las mayores expresiones del desastre castrista es que en 1960, último año del capitalismo en Cuba, el país produjo 60,000 toneladas de café y era un importante exportador mundial de café. Con la sovietización de la economía se derrumbó la producción. Hace muchas décadas la isla no produce ni el 13% por ciento de lo logrado hace 62 años.

En 2019 apenas se produjeron 8,000 toneladas de café, y del año 2020 no hay cifras disponibles, pero sí se informó que fue un volumen inferior. Y un factor clave, el Estado paga muy poco a los cosecheros privados por su café “arábiga suave” de altísima calidad.

Rendimientos de campo bochornosos

Esa explotación estatal comunista explica los rendimientos bochornosos de los cafetales cubanos. Hasta 1960 oscilaban entre 0.36 y 0.50 toneladas de café por hectárea y superaban el promedio mundial, según el Ministerio de Agricultura “burgués”. Y con el socialismo los rendimientos oscilan entre 0.11 a 0.16 toneladas por hectárea. La productividad se derrumbó en un 73%. Algo inaudito.

Mientras tanto, en estos 60 años los rendimientos aumentaron muchísimo en el mundo. Según el Departamento de Agricultura de EEUU actualmente el rendimiento promedio mundial es de 0.7 toneladas de café por hectárea. En Brasil es de 1.5 ton/ha, en Colombia, de 1.0 ton/ha; y en Centroamérica es de 0.6 ton/ha. El más alto lo registra Vietnam, con 2.2 ton/ha. pero de inferior calidad.

Hoy el rendimiento cafetalero de Cuba es la quinta parte del promedio mundial, un 11% del de Brasil, y un 26.6% del promedio centroamericano. Son dos buenos “logros de la revolución”.

Los precios del café verdadero van a subir aún más

Por fin, ¿Cuánto café puro podrán tomar los cubanos en 2022? Nadie lo sabe a ciencia cierta, pero se alejarán aún más de lo que tomaban sus padres y abuelos. En 1958 el consumo per cápita fue de casi dos libras mensuales de café según el Ministerio de Agricultura.

En cuanto a los precios, hoy un kilogramo de café Cubita cuesta en las shopping $14.45 dólares, el 16.6% de un salario mínimo. Con toda seguridad habrá que pagar aún más en lo adelante. Y también habrá que pagar más que los 10 dólares actuales en el mercado negro por un poquito del café del que llevan las “mulas”, marca Llave, Pilón, Bustelo, y otras.

¿Toman café mezclado Raúl y Mariela Castro, Díaz-Canel y Lis?

La cuota del mejunje entregado por la libreta probablemente será reducida porque, además de que no hay divisas, en Vietnam los cafetaleros son campesinos privados que no regalan su cosecha a nadie.

Y un detalle final que lo puede explicar todo mucho mejor. La extraña poción que la dictadura llama café y entrega a las “masas” casi con un gotero no es la que se toman por la mañanita temprano el dictador y su hija Mariela, ni Díaz-Canel y su esposa Lis.