El envejecimiento vertiginoso de la población cubana es uno de los mayores crímenes ha cometido, y comete, la dictadura castrista, y que ahora se está agravando como nunca con el drenaje de hecho deliberado de tantos cubanos jóvenes hacia el extranjero.
Eso ocurre en un país que antes de 1959 era un imán para atraer inmigrantes. Durante la república normal (precomunista) llegaron a Cuba para quedarse unos 1.7 millones de extranjeros de todas partes del mundo.
Pero al asaltar el poder Fidel y Raúl Castro se invirtió el flujo migratorio y Cuba pasó a ser uno de los países mayores emisores de emigrantes del planeta, en proporción al tamaño de su población. Casi el 20% de los cubanos vive hoy en el extranjero. En los 63 años de tiranía han emigrado más de dos millones de cubanos. Los hay hasta en las Islas Seychelles, la India, Japón, Chipre, la Patagonia argentina, Paraguay, la invadida Ucrania, Madagascar, Dubai, Egipto, o Nueva Zelanda.
Crece rápidamente el envejecimiento de la población
En la actualidad está en curso posiblemente la más masiva estampida de cubanos, incluso mayor que la del Mariel en 1980, básicamente hacia EEUU. Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Washington solo en los tres primeros meses de 2022 llegaron a la frontera sur estadounidense 47,431 cubanos. Se estima que desde 2016 han entrado en EEUU más de 230,000 cubanos.
Esto es particularmente dañino para Cuba porque están abandonando el país muchos jóvenes, lo cual agrava el ya alarmante envejecimiento de la población cubana, y se reduce la población económicamente activa (PEA).
Hoy el de Cuba es el pueblo más envejecido y el que tiene más alto ritmo de envejecimiento en América Latina. Estamos ante una fatal relación inversamente proporcional: el país es cada vez más pobre y hay más hambre, pero hay cada vez menos personas trabajando para producir bienes y servicios, al tiempo que aumenta la cantidad de ancianos y jubilados que mantener.
Con menos gente trabajando disminuyen a su vez las exportaciones de bienes para obtener divisas con las cuales importar lo que la economía socialista es incapaz de producir. Y obviamente el Estado tiene menos recursos financieros para gastos sociales imprescindibles, como salud pública, educación, las pensiones de los jubilados, la seguridad social, los subsidios a las empresas estatales, para mantener la Libreta de Abastecimientos, y todos los restantes gastos del gobierno.
Hay más muertes que nacimientos en la isla
Otro factor clave del envejecimiento poblacional es que en la isla hay más muertes que nacimientos. Según datos oficiales en 2020 hubo en Cuba 112, 439 defunciones y 105,038 nacimientos. Se precipitó así la crisis demográfica que expertos habían previsto se presentaría en 2024.
Agréguese a eso que en 2020 emigraron casi 44,000 personas, de acuerdo con el Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana (CEDEM). O sea, en 2020 el total de habitantes no solo se redujo en 7,401 habitantes (diferencia entre muertes y nacimientos) sino en más de 51,000 habitantes. A esa cifra habría que restarle los inmigrantes, pero fueron tan pocos los que lo hicieron que el número no cuenta.
Tasa de fecundidad muy baja, menos de hijos por cada mujer fértil
A que haya más defunciones que nacimientos se debe también que en Cuba la tasa de fecundidad no alcanza el índice de reemplazo de la población, es decir, la cantidad de hijos que como promedio tienen las mujeres fértiles es menor de la requerida. En la isla ese índice no llega a los 2.06 hijos por cada mujer fértil, que es el promedio latinoamericano según el Fondo de Población de la ONU y la CEPAL. La ciencia demográfica establece que el promedio tiene que ser como mínimo de 2.1 hijos por cada mujer fértil para que la población se reemplace a sí misma y no decrezca.
Por ejemplo, en República Dominicana la tasa de fecundidad es de 2.4, en Honduras (2,5), Panamá (2,5), Bolivia (2,9) Guatemala (3,0), México (2.2), Argentina (2.3), y Perú (2.4).
En las naciones desarrolladas del Primer Mundo para compensar una baja tasa de fecundidad se estimula la inmigración de fuerza de trabajo. Pero, ¿quién quiere hoy emigrar a Cuba?
La cantidad de habitantes de Cuba está disminuyendo
En fin, Cuba terminó 2020 con 11.181.595 habitantes, 11,875 menos que en 2019, según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI). En 2021 debió haber sido peor, pero no hay cifras disponibles.
Con tan bajo índice de fecundidad en Cuba el Banco Mundial calcula que a fines de siglo la isla tendrá solo 4.5 millones de habitantes, mientras que Panamá, por ejemplo, pasará de 3.9 millones de habitantes a 6.9 millones, y Perú de 33.2 a 51.8 millones de habitantes a fines de siglo. Claro, ese desplome poblacional en Cuba no va a ocurrir. Más temprano que tarde la tiranía castrista será historia antigua.
Mientras tanto, lo peor de todo esto es que el régimen mafioso castrista causa el envejecimiento del pueblo, pero se desentiende por completo de los viejos y los jubilados. Los ha abandonado a su suerte. Pero eso debe ser abordado en otro análisis.