El mal estado de las viviendas en Cuba no soportaría los vientos y lluvias de huracanes y tormentas tropicales que se pronostican para el 2018.
De acuerdo con el Censo de Población y de Viviendas de 2012, 65 por ciento de las viviendas estaban en buen estado, 20 por ciento regular y 15 por ciento mal, las dos últimas categorías sumaban 35 por ciento, más que en 2008.
El huracán Irma (2017) derrumbó unas 30.000 viviendas, se llevó 25.000 techos y afectó de una forma u otra unas 160.000 viviendas.
La vivienda es el mayor problema social de Cuba, sobre lo cual existe un raro consenso entre académicos y funcionarios cubanos, así como con expertos extranjeros.
La temporada de huracanes en el Atlántico este año será activa, con hasta 16 tormentas y nueve huracanes, indicaron el jueves meteorólogos estadounidenses, el mismo día del anuncio de que aumentan las probabilidades de que se esté formando en el Golfo de México el primer sistema climático tropical de la temporada.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) pronostica que entre uno y cuatro huracanes serán de “gran magnitud”, con vientos de por lo menos 178 kilómetros por hora (111 millas por hora).
Si ese pronóstico se cumple, sería una temporada casi normal o ligeramente por encima. En promedio, una temporada de huracanes produce 12 tormentas nombradas, de las cuales seis se convierten en huracanes y de ellos tres son de gran intensidad.
“No hay indicios climáticos Fuertes de que vaya a ser extremamente activo como el año pasado, o extremamente débil”, dijo Gerry Bell, del Centro de Predicciones del NOAA.
A corto plazo, el Centro de Huracanes dijo el jueves que una masa de baja presión en el Caribe occidental se estaba volviendo más definida y muy probablemente se volverá una depresión subtropical o tropical para el final del sábado.
El sistema está actualmente frente a la Península de Yucatán y se espera que se desplace al norte. Fuertes lluvias eran probables en el occidente de Cuba, gran parte de Florida y la parte norte de la costa del Golfo de México a inicios de la próxima semana.
En Florida, el gobernador instruyó a las autoridades estatales preparar una respuesta ante posibles inundaciones para ayudar a residentes en caso de aguaceros intensos.
Los meteorólogos esperan que este año tenga el tipo de condiciones atmosféricas y oceánicas que han estado produciendo temporadas de huracanes más fuertes desde 1995.
La NOAA pronosticó que la temporada del 2017 superaría la media y acertó: fue el año de los huracanes Harvey, Irma y María, que causaron estragos en Texas, Florida, Puerto Rico y el Caribe. En total hubo 17 tormentas nombradas el año pasado, de las cuales 10 fueron huracanes.
La temporada de huracanes en el Atlántico oficialmente comienza el 1 de junio y dura seis meses.
Fuente: El Nuevo Herald