Conflictometro Mayo 2021

SUMARIO

  • Más de 7 protestas diarias se produjeron en el mes de mayo en toda la isla.
  • En mayo hubo en Cuba 231 protestas públicas. De ellas 145 (67 %) estuvieron relacionadas con derechos políticos y civiles, y las restantes 86 (37 %) estuvieron vinculadas a la exigencia de derechos económicos, sociales y culturales.
  • A pesar del arresto domiciliario, la incomunicación telefónica y el corte del acceso a internet de los activistas durante todo el mes, las protestas aumentaron un 13% con relación al mes de abril (de 203 en abril pasaron a 231 en mayo).
  • En 9 meses, desde septiembre (en que solo hubo 42) hasta mayo ( 231) se han acumulado 1,276 protestas en toda la isla.
  • Las protestas por derechos económicos, sociales y culturales prácticamente se duplican en un mes, de 47 a 86. Por primera vez disminuye el porcentaje de las protestas políticas en relación con el mes anterior. En el mes de abril estas protestas constituyeron un 23% (47 de 203), mientras que en mayo es un 37% (86 de 231). Esto puede deberse al arresto domiciliario de los activistas y a la hambruna y deterioro del sistema de salud pública que se extiende por la isla.
  • El 51% (120) de las protestas fueron en rechazo directo a la represión.
  • Muchas de las protestas políticas (60) estuvieron vinculadas al secuestro hospitalario de Luis Manuel Otero Alcántara y al encarcelamiento de los participantes en la protesta pacífica de la calle Obispo el 30 de abril (25).
  • Crece la ingobernabilidad y aumenta las probabilidades de que se produzcan situaciones futuras que no respondan al control de los actores.
MANIFESTACIONES PÚBLICAS DE PROTESTA TOTAL Por motivos económicos y sociales Por motivos políticos y civiles
2021
Mayo 231 86 145
Abril 203 47 156
Marzo 184 38 146
Febrero 159 48 111
Enero 137 58 79
2020
Diciembre 122 26 96
Noviembre 110 19 91
Octubre 88 33 55
Septiembre 42 16 26

LA REPRESIÓN Y EL ESTADO DE TERROR HAN ABIERTO LA CAJA DE PANDORA DE LA INSUMISIÓN DEL CUBANO DE A PIE

1. El Artivismo (enfoque de la actividad artística que refleja y promueve las demandas de la sociedad) ha acelerado la quiebra de capital simbólico del gobierno.

El secuestro de Luis Manuel Otero Alcántara en la sala psiquiátrica del Hospital Calixto García en La Habana desde el 2 de mayo levantó una ola de protestas no solo dentro de Cuba, sino que se convirtió en una denuncia internacional del uso criminal de la medicina como instrumento de represión.

La solicitud de retirar las obras del Museo Nacional de varios artistas cubanos de renombre contribuyó sustancialmente a dar una mayor visibilización en medios artísticos internacionales a la demanda de liberación de Luis Manuel Otero Alcántara el día 31 de mayo.

En mayo, 60 protestas estuvieron relacionadas a la exigencia de libertad para Luis Manuel Otero Alcántara. Divulgada en Internet, la información sobre su situación trascendió y pudo recibir también una amplia solidaridad en el ámbito internacional.

El gobierno ha perdido el control de varios gremios, entre ellos el artístico, e incluso de foros que habían dominado durante décadas como los congresos de LASA (Latin American Studies Association).

El artivismo que desarrollan movimientos como el de San Isidro y 27 N ha puesto un espejo frente a la realidad para que la población comprenda las nuevas circunstancias en la que está sumida. Y la población ha comenzado a comprender mejor las múltiples dimensiones de la opresiva realidad cubana gracias a estos movimientos de arte insumiso.

2. Las protestas continúan en crecimiento

Desde que el Observatorio Cubano de Conflictos contabilizó las protestas por primera vez en septiembre de 2020, cuando apenas eran 42, se han acumulado ya 1,276 protestas en 9 meses. 

3. Las protestas aumentan pese a la propaganda, detenciones, sentencias, amenazas y aislamientos.

La represión continúa multiplicando y radicalizando las protestas. A pesar de la detención domiciliaria de la casi totalidad de los activistas de organizaciones opositoras, las protestas continúan en aumento y se extienden a otras maneras de expresar la inconformidad con la situación existente.

Las detenciones, multas y golpes transforman muchas protestas que inicialmente son socioeconómicas en expresiones públicas de rechazo político en cuestión de segundos.

El ciudadano común se solidariza ante los abusos de la policía, ya sea cuando la policía intenta arrestar a una madre por “comercio ilícito” y “acaparamiento” y quieren confiscarle una bolsa con alimentos, estudiantes de la FEU reclaman la liberación de uno de los jóvenes que participó en la protesta de la calle Obispo, o cuando salen en defensa del opositor Guillermo “Coco” Fariñas.

La filóloga y periodista independiente María Matienzo, afirma que el régimen quiere sembrar el terror entre los opositores. Lleva razón. Se multiplican las amenazas de violencia, incluso amenazas de muerte contra opositores, disidentes y sus familiares.

El periodista independiente cubano Roberto Jesús Quiñones Haces opina que las autoridades están amenazando a la población civil “con la aplicación de leyes draconianas y con mayor represión, en un marco donde la propia institucionalidad de la dictadura, incluida la que emana de su Constitución, es violada constantemente por quienes debían ser los primeros en defenderla”.

4. Hambruna y deterioro del sistema de salud pública aumentan las protestas

El verdadero poder en Cuba es ejercido por una élite militar de poder que ha dado la espalda a las necesidades más perentorias de la población sin liberar las fuerzas del mercado ni abandonar el estado totalitario policiaco. Las reformas no han sido para liberar las fuerzas productivas y libertades ciudadanas sino para centralizar su poder sobre las actividades económicas y desentenderse de toda responsabilidad social por ella. Así se inició en meses anteriores la crisis de su capital simbólico como supuesto “estado benefactor”.

Durante décadas el régimen comunista cubano construyó su credibilidad, influencia y simpatía, tanto nacional como internacional, basado en asegurar mínimos cotidianos al ciudadano con precios subsidiados de la canasta familiar, control de la inflación, desempleo reducido y un sistema de salud y educación de acceso universal. A ello se sumaba el control de los sindicatos y organizaciones de masas y un eficaz plan de influencia ideológica internacional sobre espacios académicos, artísticos, periodísticos y otros.

De ser parte importante de su capital simbólico como instrumento de influencia, credibilidad y prestigio del régimen cubano, el sector de la salud pública se ha transformado en una vergüenza con hospitales en ruinas, farmacias desabastecidas, médicos explotados como fuerza laboral esclava en misiones médicas internacionales e instalaciones de salud pública militarizadas para secuestrar y torturar disidentes.

Esta desastrosa realidad, conjugada con la pandemia y la negativa a comprar vacunas mientras se intenta producir una nacional, ha propiciado un movimiento de acciones cívicas (Pinar de Río, La Habana, Villa Clara, Holguín, Granma, Las Tunas y Holguín) que distribuye información y expone carteles con interrogantes como “¿Dónde están mis medicinas?, ¿Dónde está mi vacuna? y ¿Dónde está mi dinero?” en referencia a la falacia de que el 80-90% de los salarios que el estado arrebata a los médicos de las brigadas (6,400 millones de dólares en 2018) y había prometido invertirlos en el sistema de salud.

Protestas en centros de aislamiento del Covid por las malas condiciones sanitarias (municipio Palma Soriano, provincia Santiago de Cuba; municipio de Banes, en la provincia Holguín, municipio Manicaragua, provincia VillaClara), por falta de medicamentos y por primera vez, por malas prácticas médicas se han producido este mes.

Además, crecen las protestas por el elevado precio de los alimentos, el desabastecimiento incluso en tiendas en dólares, la mala calidad del pan, la falta de agua potable, la falta de gas licuado y los “apagones” (cortes eléctricos).

5. Crece el tejido de la sociedad civil independiente y nuevos gremios se organizan rompiendo el monopolio del estado sobre esas instituciones.

Surgen y se consolidan movimientos independientes en diversos sectores y gremios como el cultural (27N), organizaciones religiosas, feministas, sindicales, comunidad LGBTQ+ y médicas. También aumenta la visibilidad de instituciones académicas independientes como son la red de observatorios de derechos humanos, conflictos, libertad académica, violencia de género, libertad de prensa, constitucional y otros más.

Los individuos y profesionales recuperan su autonomía moral y su voz frente al Estado, fenómeno que se ha disparado en solidaridad con Luis Manuel Otero Alcántara. Renuncian a participar en las instituciones bendecidas desde el poder –y con ello a sus privilegios que ellas les proporcionaban– como hizo un afamado psiquiatra al romper con ese gremio oficial, un numeroso grupo de artistas plásticos que se negaron a que sus obras se exhibiesen en el Museo de Bellas Artes, académicos que escribieron la palabra DESACATO encima de sus fichas oficiales recopiladas en la versión estatal de Wikipedia (ECURED), el manifiesto internacional Patria y Vida y otros ejemplos más de ruptura, autonomización y empoderamiento ciudadano.

6. Se internacionalizan las protestas y el régimen responde con la amenaza de represión extraterritorial

El gobierno amenaza con internacionalizar su represión para enfrentar el crecimiento de las protestas en la diáspora. Las protestas en la isla se han hecho transnacionales al extenderse a la diáspora.

Cuba es una nación transnacional (aproximadamente 11 millones en la isla y otros tres fuera) en la que crecen las protestas. ¿La respuesta gubernamental? Internacionalizar la represión. Extraterritorializar el alcance de sus leyes represivas que violan todos los convenios internacionales de derechos humanos algunos de los cuales fueron suscritos por Cuba.

Este informe mensual de protestas se limita solo a aquellas que ocurren dentro de la isla, sin embargo la solidaridad transnacional de la diáspora está propiciando el surgimiento de una modalidad transversal, extraterritorial, de las protestas. Ahora crecen también frente a embajadas y en eventos públicos como es el caso de  juegos deportivos en que hay un equipo de Cuba, como el de béisbol en West Palm Beach.

CONCLUSIONES

El poder del Estado comunista se apoya en tres pilares: la ideología (asegurada por el monopolio de la información y el adoctrinamiento), la dependencia económica y social del ciudadano hacia las instituciones estatales (cimentada por el “pacto social” impuesto por el comunismo) y el miedo (aportado por el despiadado aparato represivo). De esos tres pilares solo queda el tercero. Pero a pesar del estado de terror que han intentado imponer, el miedo ha comenzado a desmigajarse.

El gobierno, una vez más, ha dado muestra de que, aunque sea de forma tardía, reconoce cuando ya no puede resistir las presiones y tiene que replegarse. Ha liberado a Luis Manuel Otero Alcántara. La Habana, desesperada por sacudirse las sanciones y la repulsa internacional, tuvo que ceder. Las protestas han demostrado de nuevo que no pueden ser aplastadas, se internacionalizan y constituyen herramientas insustituibles en el camino de la libertad. Aunque es necesario acotar que solo cede en aquello que se convierte en escándalo internacional sin hacer el intento de realizar ningún cambio que transforme los motivos del descontento popular.

Si el gobierno en su desesperación decide retornar a los tiempos del terror violento y masivo al amparo del Artículo 4, puede terminar provocando situaciones opuestas a sus objetivos que no puedan controlar.

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METODOLOGÍA DEL OCC ¿A QUÉ LLAMAMOS MANIFESTACIÓN PÚBLICA?

Son todas aquellas acciones, de muy diversa índole, que expresan de forma pública, sea de manera individual o colectiva, el rechazo ciudadano a disposiciones oficiales, instituciones o autoridades.

Ese rechazo y crítica pública puede ser expresión de protestas por temas políticos y de derechos ciudadanos o vincularse de forma directa a demandas populares en cuestiones sociales, económicas y culturales como son los problemas de vivienda, agua, alimentación, transporte y censura artística o intelectual.

Dichas manifestaciones pueden tomar la forma de protestas callejeras, pintadas de muros, colgar carteles, corear consignas, negarse en público a cumplir órdenes policiales o administrativas, realizar una marcha, procesión, sentada o misa no autorizada, distribuir volantes, hackear sitios oficiales o crear otros falsos, repartir publicaciones impresas o digitales prohibidas, distribuir memes y chistes satíricos de las políticas gubernamentales y muchos otros más.