El colmo de las ironías que emanan del parasitismo económico del régimen tiránico de Raúl Castro y de su abuso de la generosidad de la diáspora cubana se dio a conocer hace unos días en Caracas.

Durante una intervención de Nicolás Maduro por la TV, el ministro de Turismo de Venezuela, Alí Padrón, sin disimular mucho su júbilo y tono burlón, dijo que en la Isla Margarita, principal polo turístico venezolano, crece por día la avalancha de cubanos que desde Cuba viajan a allí a hacer “turismo de alta gama“. Van para hacer compras, expresamente a gastarse “3,000, 4,000 y 5,000 dólares en cuatro días”, precisó.

Padrón aseguró que ese tipo de turismo “va a dinamizar la economía del Estado Falcón”. El narcodictador Maduro celebró la “buena noticia” ofrecida por su ministro, quien comentó el éxito de las dos frecuencias semanales de la aerolínea venezolana Estelar, que desde mediados de agosto unen a La Habana con Isla Margarita. Solo se les pide a los cubanos que posean una tarjeta de turismo.

El ministro venezolano anunció que “en las próximas semanas también estaremos haciéndolo desde La Habana hasta Punto Fijo“, en la península de Paraguaná. Y Maduro rápidamente aclaró: “Punto Fijo está más cerca de Cuba”. En efecto, son unos 700 kilómetros más cerca, a solo 90 minutos de Cuba en avión.

Jugada de Maduro para aliviar la crisis venezolana

Con esta  jugada de Maduro, bien envuelta como gesto solidario con su mentor Castro II, se amplía el trapicheo que impide la hambruna y el colapso absoluto de la economía castrista, pero a la vez se beneficia la destrozada Venezuela a causa del castro-chavismo-madurismo.

La mafia gubernamental cubana, incapaz de abastecer el mercado nacional facilita los viajes de cubanos al exterior, sobre todo muy fácilmente al “Mercado de los Conejeros” y otros de Isla Margarita, que estaban de capa caída, para que adquieran productos esenciales y luego los vendan en Cuba.

No solo van comerciantes privados furtivos, “mulas” y cuentapropistas legales, sino también familiares y amiguetes de los mafiosos millonarios que mandan en Cuba y son dueños de pequeños negocios en la isla. Y no solo viajan a Venezuela, sino a varios otros países de la región. El punto es que con este “turismo pacotillero de alta gama” (así debe calificarse), irónicamente la emigración cubana también apuntala a la narcodictadura venezolana.

¿De dónde salen $5,000 gastados de un tirón en Isla Margarita?

Porque ¿de dónde sale el grueso de los $3,000 a $5,000 dólares que se gasta ávidamente cada uno de esos “turistas” cubanos en Venezuela? Incluso los que vende ahora el régimen a 123 pesos proceden mayormente del “imperio”.

Sin los miles de millones de dólares en efectivo, paquetes de medicinas y artículos de consumo de todo tipo que envía la diáspora a la isla muchos cubanos estarían pasando hambre y no pocos habrían fallecido de inanición o enfermedades curables. Otros estarían fatalmente desnutridos, famélicos, con enfermedades crónicas, y vistiendo puros harapos.

La dictadura habría sucumbido luego del fallecimiento del “paganini” soviético. Pero, tan malvado como astuto, Castro I al acabarse la plata recibida desde Moscú legalizó la circulación del dólar y se dispararon las remesas y los viajes de cubanos a la isla cargados de billetes verdes.

Ambos hermanos actuaron como pulgas que al morir su perro se buscan otro y siguen chupando sangre. Si hay algo que muestra la falta de vergüenza de la cúpula dictatorial castrista es cómo chantajea y aprovecha para su propio beneficio los lazos familiares y afectivos entre los cubanos.

Involuntariamente la emigración cubana ahora apuntala a Maduro

Nunca en la historia un pueblo de Occidente ha dependido tanto de las limosnas enviadas desde el extranjero por familiares y amigos. Solo entre 2010 y 2020 la diáspora cubana envió a su tierra natal $57,269 millones de dólares, de los cuales $51,543 millones (el 90%) fueron enviados desde EE.UU.

Esa cifra incluye remesas en efectivo por $29,948 millones de dólares y $27,321 millones de dólares en mercancías, según una investigación realizada por The Havana Consulting Group. Y triplicó el monto total de las exportaciones de bienes de Cuba en toda esa década.

Pero la crisis económica que sufre Cuba es ya tan devastadora que ni con divisas regaladas la gente puede adquirir alimentos, ni productos de aseo, ni medicinas, ni nada de nada.  Ahora esos dólares regalados por los emigrados cubanos vuelan a otros países, incluida Venezuela, para poder abastecer el mercado negro, único que funciona en la isla.

Se da así la aberración de que involuntariamente la diáspora cubana ahora también financia a la narcodictadura madurista. Ver para creer.