No es descabellado afirmar que la predilección de los cubanos por la carne de cerdo identifica por sí misma a la cubanía misma Ya en el siglo XVI el cerdo y la yuca constituían la base de la dieta de peninsulares y nativos en la isla. El “lechón asado” se enraizó en la cultura nacional. No podía faltar en reuniones y fiestas familiares, sobre todo en la Nochebuena y otras celebraciones.

Y hay que narrarlo en pasado porque esa preciada carne casi ha desaparecido de la mesa cubana. Hoy los puercos en Cuba están en peligro de extinción. En los últimos cinco años el país ha perdido el 90% de los productores de carne de cerdo. Y no se trata de un error estadístico, o una broma. Es rigurosamente cierto. Es lo que explica que de 200,000 toneladas de carne porcina producidas en 2017 (ya eran pocas) para el actual año 2022 se esperan apenas 26,000 toneladas, un 87% menos, según informó el Noticiero Nacional de la TV.

Per cápita de carne de cerdo no llega a una onza y media semanal

En fin, en 2022 el per cápita de carne de puerco en Cuba es de 6.4 onzas de carne de cerdo para todo el mes, o sea, 1.4 onza a la semana, equivalente a mucho menos de un minúsculo bocado de campo de concentración nazi en el de la semana escogido para comerlo. Pura ciencia ficción. El derrumbe mencionado de 87% en cinco años al seguro es un récord mundial. No puede haber otro país en el mundo en que haya ocurrido al igual sin haber sufrido una catástrofe natural, o una guerra.

Por supuesto, la cúpula castrista culpa de ello al “bloqueo”. Así lo afirmó el jefe del Departamento Agroalimentario del Comité Central del PCC, Félix Duarte, en Sancti Spíritus. En esa provincia en enero y febrero sumados se produjo la ridícula cantidad de 52 toneladas de carne de puerco, lo que en 2018 se producía allí en un solo un día.

El régimen dice que los hostigados campesinos tienen la culpa

En 2017 los 311 productores privados espirituanos produjeron 17,400 toneladas, pero en 2021 la cifra cayó a 3,182 toneladas, producidas por los 99 campesinos que siguieron en el negocio. Los otros 212 dejaron de criar puercos.

Sin embargo, el rollizo Duarte en vez de analizar por qué los criadores de cerdos espirituanos y de toda la isla abandonan esa actividad lo que hizo fue condenar las sanciones impuestas por Washington, y regañó a los campesinos porque su obligación es sembrar yuca, boniato y maíz para alimentar a los puercos.

En Cienfuegos en 2016 se produjeron 20,296 toneladas de carne de cerdo, y solo 3,919 toneladas en 2021.  En Villa Clara, la provincia mayor productora de carne de cerdo, la producción en 2017 fue de 26,300 toneladas y en 2021 apenas 5,600 toneladas; y se esperan 3,000 toneladas en 2022.  En Camagüey según el periódico estatal Adelante la producción de carne de puerco se desplomó de 9,350 toneladas en 2017, a 1,493 toneladas en 2021.

Muchas divisas para construir hoteles, no para importar piensos

Y no es necesario seguir buscando cifras. Lo importante es saber por qué se ha producido este descalabro productivo. Para empezar, el régimen para ahorrar divisas, que sí gastó en construir hoteles de lujo para GAESA, redujo drásticamente la importación de piensos, y también la de maíz y soya para producir piensos nacionalmente.

Pero lo peor es que el Estado paga precios tan bajos a los productores que en muchos casos no cubren los costos de producción. Y además les prohíben vender la carne por su cuenta. Los obligan a entregarla al Estado.

“Se están acabando los puercos, no da negocio criarlos…”, dijo a un periodista independiente de Holguín un productor que prefirió el anonimato, y que dejó de criar puercos en su finca. Otro campesino que criaba puercos en Alquízar, Artemisa, explicó:  “Yo mismo desarmé el corral –precisó–y los hierros que estaba usando para aguantar las cercas los usé en otra cosa. La gente que vive cerca de mí hizo lo mismo…con la falta de pienso es cada vez más difícil mantener los animales”.

A prisión los mayores productores por “enriquecimiento ilícito

El colmo es que los productores que crían más puercos y producen más carne son encarcelados por “enriquecimiento ilícito”. Son muchos los casos en los últimos años. Dos casos muy sonados fueron los de los mayores productores de carne de puerco en Holguín, y en Las Tunas, Bismar Rodríguez, y Yoni Castelló. Fueron puestos tras las rejas por producir “demasiada” carne de cerdo.

Todo esto agrava la desnutrición que ya padece buena parte de la población de la isla a causa del déficit de proteínas en la dieta actual. La carne de cerdo, a falta de carne de res, de pollo, de pescados y mariscos, era el único recurso a la mano. Ya ni eso.

Y cuando “aparece” en el mercado negro, una libra de carne de puerco cuesta hasta 350 pesos ($14.58 dólares). Solo tres libritas salen en $43.74, la mitad de todo un salario mensual mínimo.

En fin, que aumenta cada vez más la cantidad de “logros de la revolución”