¿Qué va a exportar Cuba ahora? ¿Qué le queda a la isla “liberada del capitalismo” para vender al mundo y captar divisas más allá de la que le suministra la diáspora cubana, y la explotación de “esclavos de bata blanca” allende los mares, también en declive últimamente?

Estas dos preguntas se las hacen hoy muchos cubanos en la isla, luego del puntllazo dado por el huracán Ian al tabaco, el primer producto de exportación que tiene hoy Cuba, por encima del níquel y el ron, y por supuesto del azúcar que ahora el país no solo no puede exportar, sino que tiene que importarla para cubrir el consumo nacional.

Porque es inmoral y antihumano aceptar la falacia de lo que la dictadura denomina “exportación de servicios” a la brutal explotación de médicos en el extranjero esclavos propiedad del Estado, a los que les confisca descaradamente entre el 80% y el 85% de sus salarios en divisas.

Y del turismo, si bien los ingresos netos (luego de restarles el componente importado, o sea, los dólares que se van del país para importar todo lo que necesita esa industria para funcionar) pudieran ser en 2022 de unos $380 millones de dólares, eso significaría una caída de $560 millones con respecto a los $940 millones netos de 2019, antes de la pandemia.

Principal producto de exportación sufre peor golpe en su historia

Pero yendo al punto. El principal bien exportable de Cuba, el tabaco, “ha sufrido el mayor golpe de su historia”, según dijo al diario Granma el delegado del Ministerio de Agricultura en Pinar del Río, Víctor Hernández.

El ciclón se ensañó con las plantaciones del mejor tabaco de Cuba y del mundo ubicadas en la región pinareña de Vuelta Abajo, sobre todo los municipios de San Juan y Martínez y San Luis). De 12,776 casas de cura de tabaco desparecieron 10,125, y fueron semidestruidas otras 1,625.

Para construir o reconstruirlas y comenzar el 20 de octubre la siembra de la cosecha 2022-2023 se necesitan 170,000 metros cúbicos de madera y 600 toneladas de clavos. Eso será posible, la arruinada economía cubana no dispone de ese volumen de materiales necesarios.

Todo esto significa el descalabro del sector tabacalero, que ya venía declinando. En el año 2000 se produjeron 53,396 toneladas de tabaco, y en 2017 se produjeron 32,000 toneladas. En 2020, se cosecharon 25,800 toneladas y en 2021 unas 22,000 toneladas. Para el presente año se esperaban algo más de 20,000 toneladas, la más baja en 41 años, pero será la peor en un siglo. Probablemente no llegue a las 15,000 toneladas. Ello significaría la pérdida de entre $180 y $200 millones de dólares en la exportación de tabaco, con respecto a los 507 millones de dólares obtenidos en 2020.

El níquel también anda de capa caída, se produce cada vez menos

El segundo bien exportable, el níquel, anda también de capa caída. Entre 2000 y 2010, antes del cierre de la planta Nicaro, la producción fue de 74,000 toneladas anuales como promedio. Ahora la meta es llegar a las 50,000 toneladas, pero no se logrará, pues solo en los primeros cinco meses del año se dejaron de producir 5,000 toneladas. Y hasta Moa fue Ramiro Valdés a regañar a los trabajadores por “majasear” en vez de trabajar.

En tercer lugar, viene el ron, cuya exportación se desplomó al caer la zafra azucarera 2021-22 con solo 473,000 toneladas de azúcar. Si con el volumen de caña para producir 1,1 millones de toneladas de azúcar en 2020 se vendieron 4,4 millones de cajas de ron de 9 botellas, ahora con la caña molida en esta última zafra la cifra puede que no llegue a los dos millones de cajas exportadas.

Cuba venderá 2 millones de cajas de ron, y Bacardí 19 millones

Y vale aquí un ejemplo más de lo que ha significado el cataclismo ocasionado a Cuba por la “revolución”. La compañía Bacardí, fundada en Santiago de Cuba por Facundo Bacardí en 1862 y que sigue siendo propiedad exclusiva de la familia Bacardí (durante siete generaciones ya) ahora con sede en Puerto Rico y las Bahamas al ser expropiada en Cuba por Fidel Castro, vende anualmente entre 17 y 19 millones de cajas de 9 botellas en 150 países. Tiene más de 6,000 empleados y 27 fábricas en 16 países de cuatro continentes. Solo con la destilería más grande del mundo, en Puerto Rico, produce más de 400,000 litros de ron por día.

No tiene más nada que exportar

El ron Bacardí ganó su primer premio en la Exposición del Centenario en la Feria Mundial de 1876 en Filadelfia, cuando fue reconocido como una innovación que revolucionó el mundo y fue honrado junto con otros inventos pioneros, como la máquina de vapor Corliss, la máquina de escribir Remington, el primer teléfono de Alexander Graham Bell y el precursor de la luz eléctrica.

La marca Bacardí ha recibido ya 550 premios por calidad, sabor e innovación. Es la bebida alcohólica más premiada de todos los tiempos mundialmente. Ha superado a todas las demás: rones, whiskies, bourbons, brandies, cordiales, licores, ginebras, tequilas y vodkas.

Volviendo al desastre cubano. En 2021 Cuba exportó tabaco por valor de $269 millones de dólares, Níquel por $193 millones, azúcar por $137 millones, y ron por $97 millones. Y más abajo, productos farmacéuticos por 24 millones de dólares. ¿Cuánto exportará en 2022? O más bien ¿qué va exportar ahora Cuba, con menos tabaco, níquel y ron? Nada, no tiene otra cosa más nada que exportar.


Foto: Ramon Espinosa Credit: AP