En fiel apego a la cultura del embuste instaurada por el Mitómano en Jefe Fidel Castro para ilusionar y entretener a las masas, el primer ministro cubano, Manuel Marrero, dijo hace tres semanas ante el pleno de la Asamblea Nacional que en Cuba “la tasa de desocupación se mantiene baja, con un valor de 1.4%, lo que clasifica según los parámetros internacionales como pleno empleo”.
Así lo afirmó sin sonrojase, dirigiéndose al tirano Raúl “El Cruel”, a quien calificó como “Líder Histórico de la Revolución Cubana”.
Vayamos por partes. La teoría económica moderna establece que técnicamente hay pleno empleo cuando toda la población económicamente activa (PEA), o sea, que tienen la edad laboral y quieren trabajar), cuenta con un empleo. Pero como en la práctica nunca la oferta de trabajo satisface al 100% la demanda de trabajo se considera que hay pleno empleo cuando la tasa de desocupación en un país no excede el 3% de la población económicamente activa.

Otra burla : Cuba utiliza más la fuerza de trabajo que Japón

Entre las economías más grandes y pujantes del mundo, las tasas más bajas de desempleo son las de Japón (3.3%), Estados Unidos (4.0%0, Suiza (5,4%), Austria (4.7%) Australia (7.3%) y Canadá (7.72%), según el Banco Mundial.
En América Latina, las principales economías de la región el índice de personas en edad laboral sin empleo es de 3.5% en México; en Perú (6.8%), Argentina (7.1%) Uruguay (7.8%), Chile (8.9%), Brasil (9.1%), Colombia (9.7%), y Costa Rica (11.4%).
O sea, que según el premier castrista Japón tiene proporcionalmente más del doble de gente sin empleo que Cuba, EE.UU casi triplica el desempleo que hay en la isla, Suiza casi lo cuadruplica. Y hay en Cuba seis veces menos desempleados que en Chile, la economía latinoamericana que más se acerca al Primer Mundo.
En otras palabras, que Cuba, con la economía más pobre, depauperada y atrasada del hemisferio occidental (si exceptúa a Haití), con el pueblo pasando hambre, apagones, y necesidades de todo tipo, tiene una oferta de empleos disponibles muy superior a la de todos esos países mencionados. ¡Por favor!
Se puede mentir, pero hasta para eso hay que tener medida, o el ridículo que se hace es escandaloso. De esta payasada castrista el antecedente más cercano tuvo lugar en 2016, cuando el régimen aseguró que la tasa de desempleo era de 2.4%, una de las más bajas del mundo.
Pero en esa ocasión La Habana tuvo la mala suerte de que al ser elegida Cuba como miembro del Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para el período 2017-2020, el gobierno castrista se vio obligado a informar a la OIT que de 7 millones de personas en edad laboral que había en Cuba, 4.9 millones trabajan y los otros 2.1 millones no tenían un empleo. Inmediatamente, por simple calculo aritmético, se pudo saber que la verdadera tasa de desocupación de Cuba era de un 30%, una de las más altas de todo el mundo.

Es posible que la tasa de desempleo en Cuba supere el 30%

Hoy obviamente debe el índice debe ser aún más elevado. A diferencia de 2016, en esta ocasión no hay cómo acercarse siquiera a la tasa verdadera de desocupados, pero a no dudarlo ronda igualmente el 30%, o puede que incluso llegue al 40%, o más.
Claro, la dictadura comunista no lo admite, porque según la propaganda marxista el desempleo es un azote propio del capitalismo y nunca del “socialismo”, y porque de admitirlo reconocería la devastadora crisis, ya terminal, del modelo estalinista en la isla.
Pero no hay que andar haciendo cálculos, ni estimados. En Cuba solo basta ver, con tristeza, las imágenes y fotos que llegan a diario de la isla y observar cómo en pleno día están las calles y parques repletos de personas en edad laboral (PEA) que conversan, hacen cuentos, juegan dominó en plena calle (desierta de vehículos), o se divierten con el perro. Simplemente no tienen empleo. Se dedican a “inventar” y “resolver” para sobrevivir. Y ello obviamente va de la mano de la consigna “Sálvese quien pueda”, lo que implica chanchullos, trapicheo y robos.

Sobraban trabajadores pues Moscú pagaba las infladas nóminas

Y a quienes debido al daño antropológico sufrido a golpes de propaganda incesante aún añoran los primeros años de la “revolución” hay que recordarles que si entonces el Estado mantenía niveles de empleo más altos era porque contaba con los cuantiosos subsidios de la Unión Soviética.
Es decir, todo era postizo, pura pantalla, falso. Las nóminas estaban infladas. En cada centro de trabajo sobraban trabajadores. Siempre cabía uno más, aunque no hiciese falta, si era amigo o familiar de alguien allí empleado. Total, quien pagaba la nómina y todo lo demás en verdad era el tío Volodia, desde Moscú.
Pero hoy no hay ni tío soviético, o venezolano, que pague las nóminas, ni nada de nada, y el comunismo castrista ahora canta a capella. Genéticamente parasitario, su economía es incapaz de autosustentarse. Por eso está sumergida en la peor crisis desde la proclamación de la independencia en 1902. Y esta vez sin retorno, pues es terminal. De hecho, ya en la práctica falleció y solo faltan sus funerales.
Que el rollizo y embaucador premier Marrero, su jefe Castro II y todos sus apandillados dejen sus payasadas de una vez y por todas.Que hagan sus maletas y se vayan bien lejos. Basta ya de tantas burlas, y de tanto abuso.