Conflictómetro septiembre 2022

I.   SUMARIO ESTADÍSTICO

  • El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) documentó en el mes de septiembre 364 protestas que ocurrieron en las 15 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud, para un promedio de más de 12 demostraciones públicas diarias.
  • Más de 4 millones de cubanos rechazaron el socialismo cuando Díaz-Canel politizó el voto del referéndum del Código de Familias como reafirmación al socialismo y la continuidad.
  • Se produjeron 43 protestas callejeras masivas. En el mes de septiembre ocurrieron 43 protestas en las que participaron miles de cubanos, sobre todo los días 29 y 30 de septiembre. Ellas incluyeron cacerolazos, bloqueo de caminos y marchas. Estas protestas tuvieron lugar en La Habana (33), Las Tunas (3), Villa Clara (3), Holguín (1), Santiago de Cuba (1), Mayabeque (1) y Matanzas (1).   
  • De las 364 protestas ocurridas en septiembre 227 fueron por derechos políticos y civiles (DPC, 62 %) y 137 por derechos económicos y sociales (DES, 38 %). Se mantiene la misma tendencia y prácticamente igual proporción que el mes anterior entre los derechos políticos y civiles, en relación con los económicos y sociales.
  • El OCC tuvo que aplicar un criterio selectivo a los cacerolazos, bloqueos de caminos y marchas motivadas por los apagones para clasificarlos como DES o como DPC, porque lo que comenzó como una demanda social ─la terminación de los cortes eléctricos─ se radicalizó y devino en demanda política: ¡Libertad!

II.   LO MÁS RELEVANTE DEL MES

Se intensificó el nivel de ingobernabilidad nacional y se hizo explícito el rechazo ciudadano al socialismo. Los cubanos ya saben que se enfrentan a un sistema de gobierno, no a desgracias e insuficiencias puntuales y corregibles. Los huracanes y cortes de electricidad no son la causa de que salgan a protestar a las calles sino los gatillos catalizadores que disparan las protestas. El conflicto principal es entre el régimen dictatorial vigente y las aspiraciones y necesidades básicas de la población.

En septiembre se conjugó el rechazo masivo al socialismo en un referéndum oficial, que marcó un hito en la escalada de confrontaciones entre la ciudadanía y el poder, con las protestas callejeras más numerosas desde las ocurridas el 11 de julio del 2021. Este mes coincidió con el colapso total del Sistema Energético Nacional, el empeoramiento de una nueva epidemia (dengue hemorrágico) y un desastre natural (huracán Ian). 

Aun sin contar las boletas anuladas, entre las cuales hubo muchas que tenían consignas contra el gobierno, el presidente o simplemente la frase ¡Patria y Vida! hubo mayoría entre los votos negativos y los que votaron no, contra los votos positivos

III. EVALUACIÓN DE LA GOBERNABILIDAD EN SEPTIEMBRE

En septiembre de 2022 se produjo un notable incremento de la ingobernabilidad del país:

  • Más de cuatro millones de electores rechazaron el socialismo. El gobierno convocó y perdió un referéndum sobre el nuevo Código de Familias declarando que el voto afirmativo representaba un voto a favor de la “Unidad, la Revolución y el Socialismo”. Los votos afirmativos (3,936,790) quedaron por debajo del total (4,145,771) de los electores que votaron NO (1,959,097), y de los que rehusaron acudir a las urnas ((2,195,771) aun sin agregar aquellos cuyas boletas fueron anuladas(360,042).
    Este rechazo masivo, que el gobierno pretendió esconder declarando “victoria”,  ocurrió pese al barraje descomunal de propaganda, los “ensayos” de votación realizados durante la semana previa, interrogatorios intimidatorios en estaciones de policías a activistas y cristianos, la expulsión de puestos de trabajo por manifestar la intención de votar “NO”, el bloqueo por ETECSA de mensajes “YoVotoNo” o “YoNoVoto” y fraudes en el conteo de votos. (Ver más sobre este tema).
    El gobierno vio en el referéndum del Código de Familias, que ya había sido aprobado por la Asamblea Nacional del Poder Popular, un ejercicio de exportación demagógica de una falsa imagen progresista. Sin embargo, el Código Penal que amplió la penalización de la libertad de expresión y extendió a 24 los delitos que son castigados con el paredón de fusilamiento, no fue sometido a las urnas.
  • El Sistema Energético Nacional (SEN) colapsó completamente. El país entero quedó sin electricidad el 28 de septiembre, hecho insólito en la historia nacional. Con ese evento la sociedad cubana quedó al margen de la civilización moderna por varios días. Al cierre de este informe no se había restablecido la corriente eléctrica totalmente en el país.
    “Sin el huracán ya se hubiese necesitado una inversión de miles de millones de dólares en un período de 5 años para reparar la infraestructura electroenergética”,  expresó Pavel Vidal Alejandro, economista cubano de la Universidad Javeriana en Cali, Colombia. La obsolescencia de la red afecta a toda la economía, debido a que es crucial para el crecimiento de la industria.
  • Protestas callejeras durante dos días en 32 barrios de La Habana. El 29 y 30 de septiembre se produjeron las mayores protestas desde el 11 de julio de 2021, esta vez en 32 barrios de La Habana, incluidos algunos en el municipio Plaza de la Revolución, donde están los centros de poder. (Las protestas continuaron el 1ro de octubre, aunque no se contabilizan en este informe).
    El mes comenzó con una amenaza directa de un alto dirigente nacional acerca de que las protestas por apagones no serían toleradas (Discurso de Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político del PCC por el aniversario del 5 de septiembre). Sin embargo, septiembre terminó con funcionarios del partido intentando apaciguar a centenares de ciudadanos que se volcaron a las calles de la capital y otras ciudades en decenas de protestas masivas. Cuando esa táctica falló el gobierno lanzó de nuevo a sus paramilitares y policías a reprimir a los manifestantes.

Protestas en la provincia La Habana los días 29 y 30 de septiembre. Mapa interactivo de protestas callejeras realizado por Proyecto Inventario. Hacer clic en el mapa para ver detalles

  • Nuevas formas de protesta. A partir de la amenaza del 5 de septiembre los cubanos expresaron su inconformidad principalmente con protestas individuales: cartelazos (pintadas), denuncias ciudadanas, posters, memes, videos, declaraciones, etc. En un gran porcentaje las protestas se enfocaron en las etiquetas #YoVotoNo y #YoNoVoto como respuesta al llamado de Díaz-Canel. Pero a fines de mes las protestas callejeras se ampliaron: a los habituales cacerolazos se sumaron el bloqueo de caminos con barricadas y marchas.
    Hubo también algunas manifestaciones violentas de protesta (5 en el mes), incluso a la etiqueta #Pintatupedacito se sumó #Quematupedacito haciéndose un llamado a la quema de propiedades del Estado.
  • Despliegue de fuerzas policiales y represión con batallones paramilitares.  El gobierno cubano, en medio de conversaciones con EEUU que incluyeron una solicitud de ayuda humanitaria, vaciló inicialmente en cómo usar la fuerza ante las protestas callejeras de fin de mes. Las fuerzas policiales se desplegaron y luego replegaron de varios puntos de la capital. Sin embargo, el 1ero de octubre paramilitares de la escuela de cadetes del Instituto Técnico Militar, vestidos de civil y armados de garrotes, desfilaron por las calles de La Habana y repartieron porrazos a los manifestantes, incluso a menores de edad. La ONG Justicia 11J brindó el primer reporte de detenidos al cierre de este informe.
  • Las demandas en apariencia sociales o económicas expresan cada vez más un contenido político radical, haciendo más compleja su clasificación. Se mezclan los gritos que exigen reponer la luz con los que demandan “libertad”. La prensa oficial y una parte de los artículos publicados en el exterior han pasado por alto las demandas políticas y han limitado la explicación a causas económicas al margen de la voluntad del gobierno (sanciones – desastres naturales).  La realidad es diferente. Como explicó una manifestante: “Gandhi usó las protestas por la sal para exigir el fin del colonialismo británico en la India. ¿Es posible separar una cosa de la otra?”
  • Una nueva epidemia de dengue hemorrágico acosa a la población en las mismas circunstancias de fragilidad del sistema de salud con las que sufrió hace un año la pandemia de Covid-19. Santiago de Cuba es una de las provincias con mayor tasa de incidencia del virus conjuntamente con La Habana, Guantánamo, Las Tunas, Matanzas y Mayabeque, así como el municipio especial Isla de la Juventud, de acuerdo con fuentes oficiales.
    Según declaraciones de médicos santiagueros la situación es “caótica” y “fuera de control”. “Aquí no hay recursos de ningún tipo. No existe servicio de ambulancia para el traslado de pacientes a la ciudad de Santiago de Cuba. Sólo hay una ambulancia para todo el municipio. No hay medicamentos. La situación ya es crítica”, afirmó el Dr. Roberto Serrano, del área de Songo-La Maya.
    El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) ha reconocido que el dengue es el principal problema sanitario en Cuba, aunque sigue ocultando la cifra de casos.

DENGUE: LA PEOR SITUACIÓN SANITARIA EN CUBA

Ver Informe del Observatorio Cubano de Salud Digna

Tanto Servicios Comunales como el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) carecen de recursos para hacer frente a la situación de los alcantarillados rotos, las aguas estancadas, las fosas desbordadas, los vertederos abarrotados, los micro vertederos que se acumulan en todas las ciudades, la escasez de insumos médicos y la falta de medicamentos y doctores para hacer frente a esta situación. Todo está en falta, desde el vehículo para transportar la basura hasta el paracetamol para disminuir las fiebres. También los paulatinos y ya casi permanentes cortes de electricidad que sufre la isla propician un escenario perfecto para que ni siquiera los ventiladores sirvan para de alguna manera alejar al dichoso vector y evitar la molesta picada que propaga la enfermedad.

A pesar de que se han habilitado varias salas en los principales hospitales de cada provincia, en varias escuelas se han habilitado hospitales de campaña y que los médicos trabajan largas y agotadoras jornadas sin recursos para intentar de alguna manera apaciguar la endemia de dengue, no han podido siquiera evitar que los números de fallecidos aumenten, incluso teniendo colegas figurando dentro de esas tristes cifras.

Actualmente el dengue constituye una epidemia en Cuba tan peligrosa como lo fue el coronavirus hace dos años, y al parecer no tendrá solución en un futuro cercano.

  • El huracán Ian profundiza la grave crisis de la vivienda en Cuba. Se calcula que solo en la provincia Pinar del Río el huracán Ian causó daños a cerca de 30,000 viviendas. Además del deterioro a 280 escuelas. No se trata solamente de la pérdida de viviendas, sino del colapso de una provincia. “¿Qué vamos a comer, cómo vamos a vivir sin electricidad y cómo vamos a recuperar lo que perdimos si no hay nada?”, dijo una residente de Pinar del Río.
  • Cuba ocupó el segundo puesto en lista de países con mayor inflación. Con una inflación de 194% según expertos, el dólar se cotizó en el mercado negro a 195 pesos al cerrar septiembre. Con este cambio aplastó el valor de la moneda nacional y deprimió el poder adquisitivo de los salarios, empujando a más ciudadanos bajo el indicador de “extrema pobreza”.
    Con un sistema de protección social que ya pagaba pensiones de entre $15 y $17 dólares en mayo, esta reciente espiral inflacionaria significa la vulnerabilidad total de quien no reciba remesas de sus familiares y dependa de farmacias vacías y servicios de salud en quiebra.  En Cuba hay cerca de 1,600,000 jubilados y más de la mitad de ellos cobra la pensión mínima; con lo que cobran hoy y la inflación, miles de ancianos viven en la miseria.
  • Se intensifica la escasez de alimentos.  El colapso del sistema energético, la inflación, la ineficiencia del sistema estatal de ACOPIO y el bajo nivel de inversiones en el sector agrícola han conllevado a una escasez creciente de alimentos que se agravó durante este mes.
    Según el economista Pedro Monreal, “la superación de la crisis agropecuaria de Cuba requiere que, como mínimo, se regrese a dedicarle al agro -especialmente al sector privado- un 8% de la inversión nacional total, lo que equivaldría aproximadamente a un monto de 5 a 6 mil millones de pesos anuales”.
  • Protestas en las cárceles. Los presos políticos en Cuba, la mayoría encarcelados por las protestas pacíficas del 11 de julio o las del 15 de noviembre de 2021 se encuentran en condiciones infrahumanas.  Desde las cárceles se reportaron este mes 14 protestas entre huelgas de hambre y denuncias.
  • Se amplió la diversidad social de los participantes en las protestas.  Los videos y fotografías evidencian que las protestas han tenido lugar no solo en barrios marginales o pobres sino también de clase media. Las protestas han sido interraciales. Han participado mujeres, ancianos, discapacitados físicos y hasta niños.
  • El gobierno cubano ha dado señales inequívocas de su debilidad estratégica. En un movimiento inusual pidió ayuda económica humanitaria a Washington al tiempo que se cohibió -por 48 horas- de lanzar una represión directa contra las protestas callejeras de fines de septiembre como la que empleó luego de las protestas del 11 de julio de 2021. Comisarios políticos del Partido Comunista intentaron sin éxito conversar con los manifestantes asegurándoles que “el gobierno considera que protestar es un derecho, cuando el Estado y el Gobierno dejen de hacer lo que le compete”, pero que las recientes protestas no ayudaban a resolver los problemas.
  • Miguel Díaz Canel –jefe de Estado y Secretario General del PCC- fue literalmente expulsado del pueblo de Batabanó por sus habitantes. Díaz-Canel comenzó un recorrido por algunas zonas afectadas por el huracán Ian, pero fue impedido de bajarse de su caravana de autos en el pueblo de Batabanó donde la población rechazó a gritos de “Descarao” su visita.   

EL “ESTADO FRÁGIL” CUBANO

Cuba podría hoy ser considerado lo que se denominaba un “estado fallido” y hoy se clasifica como “estado frágil”. La previa denominación de “estado fallido” usada por el Banco Mundial, la OECD y organizaciones no gubernamentales internacionales como el Fund for Peace ha sido gradualmente sustituida entre el 2005 y 2014 por el concepto de “estados frágiles” que no requiere la pérdida estatal del control sobre el territorio nacional para calificar como tales. Eso la hace aún más pertinente en el caso cubano.

Según la Red Interagencial para la Educación en Situaciones de Emergencia (INEE, por sus siglas en inglés): Un Estado se considera frágil cuando no es capaz de cumplir con las expectativas de la población ni gestionar los cambios de expectativas y capacidad a través de un proceso político. La fragilidad surge de un desequilibrio en las relaciones Estado-sociedad. Hay muchas causas subyacentes, tanto crónicas como graves, y puede conllevar múltiples consecuencias, siendo las más preocupantes la vulnerabilidad en el conflicto interno, la incapacidad para hacer frente a un desastre humanitario y un alto riesgo de colapso del Estado.

Para evaluar si un Estado puede ser calificado como “frágil” el Banco Mundial, la OECD y otras instituciones han identificado múltiples indicadores que se agrupan bajo las categorías de Nivel de Cohesión Social (tales como sectores armados y paramilitares con autonomía respecto a la sociedad civil y el propio gobierno; el liderazgo es electo y representativo; hay una retórica de polarización y odio; la riqueza se concentra en pocas manos y muchos están vulnerables), Factores Económicos (por ejemplo el declinar de la economía; desarrollo económico escaso y desigual; éxodos masivos de población y capital humano), Factores Políticos (como son la legitimidad del Estado; valoración de los servicios públicos; respeto por los derechos humanos y vigencia de un Estado de Derecho), Factores Sociales (entre otros la presión de la estructura  demográfica; desplazamientos migratorios internos; influencia de factores externos que complican las soluciones a los conflictos internos).

Este tipo de Estados es más proclive que una sociedad abierta y democrática regida por un Estado de Derecho a involucrarse en actividades del crimen transnacional organizado, tener una política exterior agresiva hacia otras naciones y dar refugio a terroristas. La definición del Estado Frágil y una somera mirada a sus indicadores evoca de inmediato la actual realidad cubana.

En los dos últimos meses hay una mayor cantidad de protestas por derechos políticos y civiles (DPS) que por los derechos económicos, sociales y culturales (DESC).

IV. CONCLUSIONES

  1. La causa de la crisis de ingobernabilidad y el éxodo masivo es interna, radica en el sistema de gobernanza vigente. El huracán y las sanciones externas resultan factores a tener en cuenta, pero secundarios. El abandono deliberado de las necesidades de la población (alimenticias, energéticas, de vivienda, salud, salubridad, educación y transporte) por una política inversionista que prioriza las construcciones turísticas ha generado la actual crisis; no las sanciones externas ni un desastre natural.

En 2021-2022 el régimen estatista de la producción agrícola –no el huracán Ian ni las sanciones de EEUU– impidieron el crecimiento de la producción que mantuvo cortados los vínculos fluidos de productos entre el campo y la ciudad En 2021 el Estado invirtió el 2.9% en producción de alimentos, el 1.7% en salud pública y el 35.7% en construcciones turísticas. Mientras el gobierno cubano continúe despilfarrando recursos en su desenfrenada construcción de hoteles de lujo que permanecen vacíos –cuya más factible lógica económica sería el lavado de dinero– ninguna ayuda exterior resolverá las causas raigales (root causes) del éxodo y las protestas de la población.

Estadísticas oficiales de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) Promedio de las inversiones en educación, salud y producción de alimentos en comparación con los negocios de GAESA desde 2014 (bajo la administración Obama) hasta el 2021. Promedio de educación 1%.  Promedio de salud pública y asistencia social 2% Promedio de producción de alimentos 5.73% . Promedio de actividades de servicios empresariales, inmobiliarios y de alquiler 32.35% 

  1.  La posibilidad de ayuda humanitaria sigue siendo bloqueada por el gobierno cubano que se niega a cumplir los estándares universales para su recepción y distribución mientras juega a la política  presionando por el levantamiento de sanciones. El gobierno cubano  no ha anunciado hasta hoy su disposición a que se cumplan los estándares básicos para la recepción de donaciones que ha violado en varias ocasiones con anterioridad, incluso con donaciones rusas (provocando la protesta de su embajada en La Habana). El gobierno de Estados Unidos ha comunicado en varios desastres anteriores y bajo distintas administraciones, su voluntad de hacer llegar ayuda humanitaria masiva a los cubanos siempre que sea recibida y supervisada su distribución por organizaciones claramente independientes (como son las iglesias), que no sean en ningún caso comercializadas sino entregadas gratuitamente a los damnificados y que estos conozcan quien realizó la donación.
  2. La situación cubana se asemeja cada vez más a la definición internacional de “estado frágil”, antes denominado “estado fallido”: la cohesión social se fragiliza; la economía cae en espiral lanzando a grandes sectores de población a la miseria; se producen éxodos masivo de población y capital humano; el Estado y sistema de gobernanza no pueden gestionar las necesidades y expectativas de la población, ni tampoco existe un proceso político para abordar y resolver de forma no violenta los conflictos.   
  3. Está expandiéndose una crisis alimentaria que puede ser el preludio de una hambruna de dimensiones desconocidas para los cubanos desde el genocidio español durante la última guerra de independencia (1896-1897).  Como señaló el Premio Nobel de Economía Amartya Sen (Desarrollo y Libertad, 2000), las hambrunas en su inmensa mayoría ocurren no por desastres naturales sino por falta de previsión y la ausencia de libertades para cuestionar y corregir errores de políticas agrarias.
    La supresión de las libertades de expresión, elección, organización y otras bajo el sistema totalitario cubano ha impedido que las alertas campesinas sobre la hambruna sean tenidas en cuenta (Sin Campo No hay País, abril 2020).
  4. Sin dar un giro radical hacia reformas sistémicas el gobierno no logrará en los próximos meses salir de la crisis multidimensional, económica y de infraestructura que hoy enfrenta, ni logrará la estabilidad social y política interna.
    Por ese mismo motivo Estados Unidos, sin que sucedan cambios fundamentales dentro de Cuba, tampoco podrá evitar nuevos éxodos masivos desde la isla haciendo concesiones puntuales o con ayuda humanitaria.
    La inusual búsqueda de diálogo y cooperación humanitaria con Estados Unidos indica que el gobierno cubano sigue apostando a mantener el actual régimen de gobernanza mientras apacigua las protestas con migajas provenientes de la ayuda externa.
    Un nuevo intento de hacer concesiones unilaterales entregadas de manera incondicional vendría a reforzar la capacidad gubernamental de usarla en una estrategia de apaciguamiento social e incremento de la brutalidad represiva a corto plazo. Es por ello que –en las actuales circunstancias– no son pocos los cubanos en la isla y el exilio que critican esa posible ayuda como una traición al pueblo en lugar de darle la bienvenida.
  5. El núcleo central de este conflicto no es entre La Habana y Washington, sino entre el sistema fallido que rige en Cuba y las necesidades y aspiraciones de la población. Quien no lo entienda solo logrará agravarlo por muy buenas intenciones que tenga.

Mensaje recibido por un activista desde Nuevitas, Camagüey, el 1ero de octubre 2022

V. TEMAS A SEGUIR EN OCTUBRE

  •  ¿Por cuánto tiempo puede continuar escalando la represión sin provocar una respuesta violenta de parte de las víctimas?
  • ¿Cederá la Administración Biden a la presión de su ala radical para que retome la fórmula promovida por la espía Ana Belén Montes favorable al gobierno cubano sin obtener a cambio reformas, irreversibles y a corto plazo, del sistema de gobernanza cubano?
  •  ¿Cuáles serán las consecuencias para la cohesión dentro del gobierno si la élite de poder, de obtener algún oxígeno económico externo, decide escalar aún más la represión y ordena disparar contra los manifestantes? ¿Se quebrarán algunas cadenas de mando militares?



Este mes se incrementaron las protestas en La Habana, Mayabeque, Las Turas, Holguín y Granma. Las protestas no localizables se refieren a protestas en las redes sociales en las que no se pudo precisar a cual provincia correspondía. (Las protestas del exilio cubano no se contabilizan en este reporte)

METODOLOGÍA DEL OCC

Los informes del Observatorio Cubano de Conflictos consideran como “protestas” a todas aquellas acciones que expresan de forma pública, sea de manera individual o colectiva, el rechazo ciudadano a disposiciones oficiales, instituciones o autoridades.

En cuanto a las causas o razones de la manifestación pública de protesta, estas pueden obedecer a  temas políticos y de derechos ciudadanos o vincularse de forma directa a demandas populares en cuestiones sociales, económicas y culturales como son los problemas de vivienda, agua, alimentación, transporte y censura artística o intelectual que las personas dirigen contra las instituciones y las políticas estatales o paraestatales.

Dichas manifestaciones pueden tomar múltiples formas tal y como han sido recogidos en la amplia bibliografía de los científicos sociales y los propios activistas que han estudiado estos temas durante décadas.  Ellas incluyen protestas callejeras, pintadas de muros, colgar carteles, corear consignas, negarse en público a cumplir órdenes policiales o administrativas, realizar una marcha, procesión, sentada, rezo o misa pública no autorizada, distribuir volantes, repartir publicaciones impresas o digitales prohibidas, distribuir memes y chistes satíricos de las políticas gubernamentales y muchos otros más en los que los ciudadanos manifiestan de manera pública sus agravios.

El OCC no contabiliza las protestas realizadas exclusivamente por ciudadanos cubanos en el exterior –aunque considera que el pueblo cubano constituye hoy una entidad transnacional- porque alteraría nuestra capacidad de medir con rigurosidad la gobernabilidad interna de Cuba, que es nuestro principal propósito.

El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) recopila información de fuentes abiertas y privadas, cuenta con su propia red de casi dos centenares de observadores repartidos por todas las provincias dentro de Cuba y sólo reconoce aquellas informaciones que se originen en fuentes reconocidamente confiables o que puedan ser verificables por nuestro equipo. Por ese motivo es posible que en alguna ocasión el número total de manifestaciones públicas de protesta que hayan tenido lugar sea en realidad ligeramente superior -nunca inferior- a la cifra que reportamos basados en nuestra metodología, fuentes y verificaciones. Pero esa rigurosidad nos permite asegurar que cada una de nuestras informaciones resulta confiable.

El OCC agradece la importante valoración de esta metodología que, a nuestra solicitud, fuera realizada a fines de 2021 por un grupo internacional de expertos, cientistas sociales y activistas de diferentes nacionalidades en América Latina y Europa.

Conflictómetro Cuba by Juan Antonio Blanco is licensed under CC BY-NC-ND 4.0