En la Alemania nazi, el ciudadano que no era fascista y así lo comentaba con sus colegas de trabajo, o se atrevía a decirlo en público, podía terminar en un campo de concentración, por “peligrosidad predelictiva”, o por enemigo del Estado fascista.
En la Cuba “revolucionaria” el nuevo Código Penal cubano mete en la cárcel a “enemigos”, y además por “peligrosidad predelictiva”, pese a que fue eliminado de ese código. Por supuesto, solo lo quitó del texto fascistoide para el “figurao”, la exportación, y la propaganda.
Prisoners Defenders (PD), organización global con sede en Madrid, en su último informe ha denunciado que en Cuba hay más de 11,000 personas en la cárcel con condenas “predelictivas”, o sea, “sin haber cometido ningún delito, ni siquiera en grado de tentativa”.
La cifra incluye a 1,057 presos políticos, en su gran mayoría por caminar libremente por las calles el 11 de julio de 2021 para exigir pacíficamente el fin de la sexagenaria tiranía castrista.

Es como golpear y encarcelar en EE.UU por gritar ¡Abajo Biden!

Por otra parte, esbirros del MININT le dieron una paliza en plena calle a las opositoras Micaela Roll Gibert y Aimara Nieto Muñoz en Calabazar, La Habana, y encima las arrestaron. ¿Por qué? Porque gritaron “¡Abajo Díaz-Canel!”.
Es como si en Washington apalean y arrestan a dos mujeres por gritar en la calle ¡Abajo Biden!, o si en París condenan a 20 años a un joven por desplegar un cartel en la Plaza de las Concordia con críticas al gobierno de Macron, o si en Buenos Aires la policía golpea salvajemente a manifestantes por criticar al gobierno peronista del dueto Fernández.
Prisoners Defenders destaca que la dictadura castrista condena cada año a unas 3,850 personas a penas de 1 a 4 años de prisión por ser un “enemigos”, o porque son “peligrosas”, sobre todo políticamente.
“El mero informe de las autoridades policiales indicando una ‘conducta inadecuada’ permite, sin delito alguno, encarcelar de forma sumaria año tras año por decisiones inmediatas y sin posible defensa”, expresa el documento.
Entre los encarcelados por solo por haber salido a las calles el 11J, sin haber cometido delito alguno, hay 36 adolescentes (31 varones y 5 hembras), que cumplen sentencia (27) o están siendo procesados penalmente (9). La cifra no incluye a “otros muchos niños” que ya han cumplido íntegramente sus condenas, aclara PD.

Figura delictiva de “enemigo”, copiada de la Alemania nazi

Los cubanos en su abrumadora mayoría no tienen idea de que el Código Penal castrista incluye aberraciones jurídicas que fueron inventadas y aplicadas por Hitler en Alemania.
Y ello no es una coincidencia. Se debe al legado dejado por Fidel Castro, fascista por origen y por vocación (él mismo se vanagloriaba de que su padre era falangista, es decir, fascista). En el Colegio de Belén, con profesores falangistas (fascistas) y ya en plena Segunda Guerra Mundial, Castro I estudió a fondo la obra raigal del fascismo alemán, “Mein Kampf” y los discursos de Hitler, Mussolini y Primo de Rivera (el líder falangista español). Devino un gran conocedor y admirador del sistema político fascista
Limitándonos ahora al aspecto represivo, tenemos que en los años 30 en Alemania los nazis fabricaron el concepto jurídico de “enemigo”, y de “peligrosidad” aplicado a ciudadanos no fascistas y a los “desobedientes”. Sobre todo, luego del decreto “Nacht und Nebel” (Noche y Niebla), en 1941, en Alemania se detenían ciudadanos sin explicación alguna,  consideradas como “peligrosas”. Y las internaban en campos de concentración.

Los campos de concentración de la UMAP eran fascistas

En los años 60 en Cuba por las mismas causas un total de 38,641 jóvenes fueron enviados a las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), campos de concentración típicamente nazis.
Para quien ponga en duda su naturaleza fascista va este detalle: en el campo nazi de Auschwitz (en territorio de Polonia ocupado por Alemania) había una consigna que rezaba “Arbeit macht frei”, “El trabajo os hará libres”. Y en los campamentos de la UMAP en Cuba había una consigna con letras igualmente bien grandes que decía “El trabajo los hará hombres”. ¿Pura casualidad?
Según investigadores independientes, de la cifra total ya citada de jóvenes internados en los campos de la UMAP, 72 de ellos murieron a causa de torturas que sufrieron. Otros 180 se suicidaron, y 507 fueron ingresadas en hospitales psiquiátricos. Eran prácticamente esclavizados en 60 campamentos en Camagüey. Se trataba de jóvenes católicos, sacerdotes, testigos de Jehová, homosexuales, “gusanos” y personas que habían solicitado legalmente permiso para emigrar. Los obligaban a trabajar de 12 a 14 horas diarias en extenuantes faenas agrícolas y de otra índole.

En 12 meses se encarcelaron 1,275 personas por causas políticas

Regresando al presente, PD denuncia que desde el 1 de noviembre de 2021 hasta el 31 de octubre de 2022 en Cuba fueron enviados al GULAG (presidio político) cubano 1,275 prisioneros de conciencia. El estudio documenta 101 casos de prisioneros torturados. La denuncia fue presentada al Comité Contra la Tortura de la ONU.
De las 11,000 personas encarceladas sin haber cometido delito, “ni siquiera en grado de tentativa”, la peor parte la llevan los prisioneros de conciencia. Cuba es, con mucho, el país que más presos políticos tiene en todo Occidente y disputa el liderazgo mundial per cápita a nivel mundial, algo que examinaremos en otra oportunidad.