Tal y como se esperaba, la cotización del dólar estadounidense en Cuba en el mercado informal se disparó y en las últimas semanas está rompiendo récords constantemente. El 1 de agosto de 2023 se colocó en 230 pesos por dólar, el precio más alto alcanzado jamás en la isla. Y también el euro impuso una nueva marca al cotizarse a 235 pesos

Y pensar que antes de que Cuba fuera liberada de la “explotación capitalista” el peso cubano era convertible 1×1, es decir pagando un peso por un dólar. Quien ganaba 180 pesos mensuales ganaba 180 dólares.

Eso era seis veces más de lo que percibe hoy su nieto 65 años después, con un salario medio de $28.4 dólares (3,500 pesos) a la tasa oficial de 123×1, y de $14.89 dólares (12 veces menos que el abuelo) al cambio de 235 pesos en el mercado monetario clandestino, que es el que cuenta, pues el Estado de hecho no los vende, pues no los tiene.

La tasa de cambio del peso con el dólar en el mercado monetario paralelo e informal que conforma el sitio “El Toque” se basa en todos los anuncios de compra/venta publicados en redes sociales y sitios de clasificados.

El dólar a 230 pesos agrava más el hambre y la desnutrición

La devaluación inaudita del peso cubano lo agrava todo cada vez más.  Al encarecerse tanto el dólar en una economía que por muy “revolucionaria” que sea está dolarizada y gira en torno al billete verde del “enemigo”, los cubanos se hunden más en la pobreza y el hambre, pues se reduce la ya insuficiente cantidad de alimentos que pueden adquirir y se ensancha la menguada insatisfacción de las más elementales necesidades de cada familia (no enchufada a la oligarquía mafiosa que gobierna).

Al grano. Según el Banco Mundial, en 2019, antes de la pandemia, un total de 2.05 millones de cubanos en la isla recibieron remesas por valor de $2,055 millones de dólares, enviadas por 782,362 personas desde el extranjero, el 87% desde EE. UU. En total, el 26% de las familias cubanas recibieron remesas de manera oficial.

Si se agregan los dólares llevados en el bolsillo por las “mulas” y emigrados cubanos que viajan a la isla, la cifra llegó a los $3,129 millones de dólares reportados por la firma Havana Consulting Group (HCG).

Pero resulta que en 2021 cayeron a $1,184 millones de dólares. Y en 2022, pese a las concesiones de la Administración Biden a la dictadura, no superaron los $1,500 millones. En enero de 2023 se reabrieron las oficinas de la Western Union en la isla, pero no hay datos disponibles sobre el monto enviado hasta ahora por esa vía a Cuba. Lo que sí se sabe es que es menor a lo que esperaba la Casa Blanca.

Quienes no reciben dólares ya tampoco los pueden comprar

El punto aquí es que prácticamente toda la red de comercio minorista cubana ha sido monopolizada por la mafia militar de GAESA, que en general controla el 75% de la economía cubana. Esa claque, encabezada por Raúl Castro, exige divisas en las tiendas. Y a todos los cubanos y no solo al 26% de las familias que reciben remesas, ni al porcentaje que recibe dólares por otras vías, quizás otro 10% o 15% más.

Si por la “libreta” lo poquísimo que dan a cada cubano no alcanza ya ni para una semana de mal comer y desnutrirse peligrosamente, tiene que comprar con divisas lo necesario para completar el mes con divisas, o pagando en pesos cubanos los precios probablemente más altos de todo el planeta: 250 pesos por una libra de arroz, 160 por libra de frijoles, 400 pesos por la carne de cerdo, o 50 pesos por una libra de boniato, etc.

El dólar en Cuba está casi inaccesible, no hay luz al final del túnel

Y salta aquí a la vista un doble problema muy serio: 1) quienes no reciben remesas a divisas por las vías que sean no tienen dinero cubano suficiente para comprar dólares a 230 pesos, o euros a 235 cada uno; y 2) el 35% o más de personas que reciben divisas, ya sean dólares de EE. UU o euros se quedan cada vez más cortos de divisas para comprar lo que necesitan y también comen menos y peor.

Veámoslo con un ejemplo hipotético. Un trabajador cubano que percibe un salario de 3,500 pesos, para comprar 100 dólares tiene que desembolsar 23,000 pesos, una cantidad 6.5 veces superior a su sueldo mensual. A precios constantes, haciendo abstracción de la tasa de inflación, tendría que trabajar 6 meses sin gastar un solo centavo para tener esos 100 dólares. Y contando con la inflación, unos 8 meses.

¿Cuántos meses debe trabajar un trabajador cubano con salario mínimo de 2,100 pesos? No menos de 11 meses.

Todo esto podría ser un cuento de ciencia ficción, del género horror, y es la pura realidad que vive hoy el pueblo de Cuba, sumergido en otro capítulo más de la historia criminal de Raúl “El Cruel”.