La ineficiencia propia de una economía centralizada y poco competitiva mantiene al país en el letargo.
El nulo crecimiento de la economía, la caída de los ingresos por exportaciones, la desconfianza de los inversores y la casi impagable deuda externa que exhibe Isla llevarán al régimen cubano a implementar nuevos ajustes y medidas de austeridad para el próximo año.
La agencia Reuters informó que pese a las reformas económicas emprendidas por Raúl Castro durante la última década, la ineficiencia propia de una economía centralizada y poco competitiva mantiene al país en el letargo. Ello, unido al colapso económico de su aliado estratégico, Venezuela, han dejado la faena cuesta arriba al “delfín” del castrismo, Miguel Diaz-Canel.Por tal razón, el régimen, que pese al descontento imperante posee el control absoluto de la Isla, no se ha andado con media tintas y ha advertido a los cubanos que la austeridad y la escasez continuarán para el próximo año.
“El primer objetivo es emitir un plan realista y cumplible bajo el principio de que los gastos se ajusten a los recursos disponibles (…) sin incrementar el endeudamiento externo del país”, dijo el ministro de Economía, Alejandro Gil, en una sesión de la Asamblea Nacional.
La deuda externa de Cuba ascendía a 15.800 millones de dólares en 2015, una cifra que, según Diaz-Canel, se reduciría levemente en 2019 a través de medidas de austeridad y aprovechando un exceso de inventario y las reservas de emergencia.
Tanto Díaz-Canel como Gil dijeron que el plan para que la economía crezca un 1,5 por ciento el próximo año, se basa, en parte, en eliminar los hábitos burocráticos y reducir los desperdicios y robos.
“El plan debe ajustarse de inmediato. Tenemos que revisar el sistema para asegurarnos de que no haya lugar para que maniobren los burócratas”, señaló el mandatario.
Sin embargo, un hipotético crecimiento de 1.5, similar al de los últimos tres años, resultaría aún insuficiente para revertir la situación actual del país, algo que, según economistas, solo se alcanzaría con tasas de crecimiento anual de 5 a 7 por ciento.
Por su parte, el ministro Gil anuncio ante el parlamento que las exportaciones aumentarán un 6 por ciento en 2019, mientras que las importaciones se reducirán un 11 por ciento en comparación con el plan de 2018.
Pavel Vidal, economista y exanalista del Banco Central de Cuba, comentó a Reuters que la meta de 1,5 por ciento era “razonable”, ya que el azúcar, la agricultura y el turismo tuvieron un mal momento en 2018.
“Lo más preocupante para 2019 es la crisis de los impagos, sigue creciendo y los acreedores están perdiendo la paciencia”, dijo Vidal, quien aseguro, ademas, que en esa situación a la Isla le va a resultar complicado obtener insumos y créditos en el mercado internacional.
Fuente: CUBANET