Una libra de arroz cuesta 50 pesos “por la izquierda”, la de carne de puerco, 120 pesos, una libra de ají, 35; dos cabezas de ajo, 25 pesos; un huevo, 10 pesos. Quien necesita comprar algo en la shopping  tiene que adquirir  los dólares a 50  pesos en la calle, pues el Estado no los vende.

Ante esta asfixiante inflación debido a la escasez ¿qué hace  el régimen de Raúl Castro para aumentar  la producción agropecuaria?  Nada. Al contrario,  la frena y reduce con una guerra declarado a los agricultores privados. Con muchas zancadillas.

Hace unos días en Cienfuegos se volvió a poner en marcha la mayor fábrica de fertilizantes del país, de tecnología india (La India) construida en 2019, pero ojo, para la exportación y para vender en dólares a las empresas estatales y a los agricultores privados, a los que el Estado les paga en pesos cubanos y a los campesinos a precios tan bajos que en muchos casos no cubren ni el costo de producción.

Rendimientos agrícolas asombrosamente bajos

La agricultura castrista  hace décadas es una de las que más bajos rendimientos tiene en el mundo (incluidos los países pobres africanos), pero últimamente  ha descendido aún más, precisamente por la falta de fertilizantes.

Sin abonos orgánicos o industriales  los rendimientos agrícolas son bajos.  Eso data de hace 3,000 años, cuando en Mesopotamia  las cosechas se multiplicaron al aplicarles excrementos humanos y de animales.  Luego, 200 años antes de Cristo, el romano Catón el Viejo le agregó cal al estiércol. Dos milenios después, en 1913,  los alemanes  Fritz Haber y Carl Bosch  utilizaron el nitrógeno del aire para obtener amoníaco y producir fertilizantes en gran escala. Sin ese descubrimiento (ambos recibieron el Premio Nobel) casi la mitad de la población mundial hoy no existiría.

En la Cuba de 2021 es una rareza aplicar fertilizantes. Atrás quedó el Tío Sacha soviético que enviaba prácticamente gratis los fertilizantes para las plantaciones cañeras y el 60% para el resto de los cultivos.

En Cuba se pudiera producir todo el arroz para el consumo nacional, sin embargo se importa de Estados Unidos. Una libra de arroz cuesta 50 pesos, el salario mínimo es de 2,100 pesos.

Solo el 8% del área sembrada de frijoles recibió fertilizantes

En la producción de frijoles, quizás la mayor fuente de proteínas que tienen hoy los cubanos ante la desaparición de las carnes y el pescado, en 2020 solo se aplicaron fertilizantes al 8% de las áreas sembradas, según cifras oficiales. La cosecha no llegó a 15,000 toneladas, para un consumo nacional de 70,000 toneladas de frijoles.

Antes del castrismo la agricultura cubana, fertilizada, producía  el 70% del consumo nacional de frijoles. Hoy  cubre  apenas el 20%. Encima, el país sufre hoy el mayor desabastecimiento de insumos agrícolas en décadas,  incluyendo fertilizantes,  combustible, insecticidas, maquinaria, aperos de labranza, tractores, camiones, piezas de repuesto, etc.

Se venderá fertilizante solo a quien lo pague en dólares

Volviendo a Cienfuegos, el régimen  arguye que como no tiene divisas debe obtenerlas para  importar alimentos, o más fertilizantes.  Falso.  La mafia militar que encabeza  Raúl Castro se apropia  de las divisas que generan el comercio exterior y el doméstico.  Y no rinde cuentas al gobierno, ni a nadie.

O sea, los dólares o euros que aporte  la fábrica de la Perla del Sur no irán al tesoro público, sino a las arcas del conglomerado militar de capitalismo corporativo (y fascista) que controla la economía del país que aún es rentable.

Una parte de los dólares será  gastada en vacaciones en Europa por generales, comandantes históricos y sus familiares. Otra será depositada en bancos extranjeros en cuentas a nombre de testaferros. Con otra se ampliarán negocios privados que los familiares de generales y altos jerarcas tienen allende los mares. Y si queda algo se lo dan al gobierno.

Muchos dólares que hoy están en poder de empresas estatales que no forman parte del imperio económico militar  ahora irán también a manos de los vividores millonarios militares.

Se beneficiará la mafia militar, no la agricultura

Con esta jugada de los fertilizantes en moneda extranjera los cubanos no se beneficiarán, ni los agricultores  privados podrán mejorar los rendimientos. Muchos de ellos ya han denunciado que si a ellos el Estado les paga el 80% delas cosechas en pesos y los obliga a vender también en pesos el otro 20% al mercado,  no es justo que les cobren en dólares  que ellos no ganan, y que en el mercado negro están demasiado caros.

En 2021 la fábrica cienfueguera  producirá  44,000 toneladas de fertilizantes y es una canallada que la dictadura  enriquezca más a los militares, en vez de vender en pesos cubanos, bien barato, fertilizantes a los 420,000 agricultores privados (entre campesinos y usufructuarios), que son quienes generan el 90% de la producción agrícola comestible en la isla, de acuerdo con datos oficiales.

Eso significaría  al menos  un alivio del hambre en Cuba. Al no hacerlo, el jefe de jefes, Raúl Castro, agrega otra página a su voluminoso expediente de crímenes de lesa humanidad.