Cumpliendo la orden del dictador Raúl Castro Ruz de inventar lo que sea, pero no dar malas noticias, los principales burócratas del gobierno afirman que en 2022 la economía va crecer en un 4%, habrá menos escasez y menos inflación. Y, oh milagro, sin “regresar al capitalismo” (liberar las fuerzas productivas) para que haya más oferta.
O sea, la elite dictatorial ha iniciado 2022 con las mismas mentiras y burlas al pueblo que las de 2021. Al comenzar el año pasado, en plena pandemia de Covid-19, el régimen “pronosticó” que la economía (el PIB) iba a aumentar en un 6%, gracias a la Tarea de Ordenamiento puesta en marcha el mismo primer día del año. Pero en noviembre el ministro de Economía, Alejandro Gil, tuvo que admitir que en los últimos 22 meses el PIB había caído en un -13%.
Las mismas mentiras, ahora en mayor escala
Sin embargo, un mes después, sin explicar cómo, el mismo ministro dijo, ¡oh milagro!, que el PIB en 2021 creció en un 2%. Volvió a mentir. Total, si el PIB se infla tramposamente habitualmente, con más razón lo hicieron en esta ocasión tan “delicada” políticamente. Pero además suponiendo que fuera cierto ese +2% eso solo redujo el descenso del PIB a -11% en los últimos 24 meses, que no es lo mismo.
A Gil, al coronel Manuel Marrero (el premier), al ahora cadáver político Marino Murillo, y al “presidente” Díaz-Canel, obviamente les prohibieron admitir públicamente que la Tarea de Ordenamiento fue un desastre escandaloso, que entre otras cosas multiplicó por 4.9 los salarios sin abrir la economía para aumentar la producción agrícola, industrial y los servicios.
Y claro, al imprimir dinero sin el respaldo productivo necesario los precios al consumo se multiplicaron por 10, 12 y hasta 20 veces. Según la entidad británica The Economist Intelligence Unit (EIU), en 2021 la inflación en Cuba fue de un 740%, una de las más altas del mundo. Es decir, lo que en enero de 2021 costaba 50 pesos ($2.08 dólares), el 31 de diciembre costó 370 pesos ($15.42 dólares).
La inflación es como una tenaza que aprieta y empobrece asfixia
Los cubanos sufren la escasez de oferta de todo, lo cual dispara los precios y el desplome del poder de compra del peso, mientras el dólar, la moneda hoy imprescindible en la isla, ya se cotiza en la calle (el Estado no los vende) entre 75 y 80 pesos en el mercado negro, pues el Estado no los vende. Es decir, comprar 40 dólares para “resolver” lo básico no baja de 3,000 pesos, un 42.8% más que todo un salario mínimo de 2,100 pesos
Se torna así cada vez más anticubano y criminal el inmovilismo del dictador y la mafia que lo sostiene en el poder. De ignominia puede calificarse la decisión tomada por la dictadura de que para salir de la crisis y desarrollar el país lo que hay que hacer es pedirle a los agricultores y propietarios de negocios privados que renuncien a parte de sus ganancias y bajen los precios. Según el “presidente” Díaz-Canel para mejorarlo todo hay que estudiar marxismo-leninismo y apelar a la “conciencia revolucionaria” de los trabajadores. No fue un broma, lo dijo en serio.
No es posible que la economía cubana crezca un 4% este año
Volviendo a lo de inventar buenas noticias para quitarle presión a la caldera social, ese 4% de crecimiento del PIB que promete el régimen para 2022 es una gran falacia. La economía castrista de ninguna manera va a crecer un 4% en 2022. No tiene cómo. El turismo, por ejemplo, con la aparición de la cepa “omicrón” del Covid-19, tardará tiempo en recuperarse a nivel global, y caribeño. La explotación de médicos cubanos allende los mares ha descendido.
El aparato productivo nacional estatal está casi paralizado, sin materias primas, reposición de equipamiento y sin combustible suficiente. La actividad agrícola y pecuaria en general carece de insumos, combustibles, equipos, y transporte suficiente, y se ha contraído peligrosamente. Como el país produce menos pues tampoco tiene divisas para exportar bienes y obtenerlas para importar lo que necesita, ni siquiera alimentos. Y nadie le presta un centavo a Cuba, que posiblemente en los próximos meses sea declarada en “default” (delincuente financiero internacional) pues no paga ni los intereses de su deuda externa.
Castro con su inmovilismo le echa leña al fuego político-social
El año 2022 se inicia en Cuba con las mismas falsedades y promesas gubernamentales del año que se acaba de marchar, ahora con la economía en mayor caída libre aún, sin atisbo alguno de que Raúl Castro vaya a mover ficha para mejorar las cosas, con más de 700 presos políticos y el país militarizado a lo fascista por todas partes.
En fin, el mediocre nonagenario general sin batallas le echa así leña al fuego político-social que subyace ya generalizado en la sociedad cubana. El que más temprano que tarde pondrá fin a y tanto abuso y explotación.