Por: Alejandro Tur Valladares.

Cuba se apresta a recorrer con pasos tambaleantes el año 2023. Para aquilatar cuán complejo podría resultar el período que iniciamos, podemos valorar los siguientes aspectos:

ECONOMÍA INTERNA

El gobierno cubano acaba de anunciar que espera lograr al menos un 3% de crecimiento del producto interno bruto. La fórmula para alcanzar el 3% pasa por la llegada al país de 3,5 millones de turistas. Sin embargo, durante 2022 tan solo arribaron 1,7 millones, muy distante de los 2,5 que se habían proyectado.
Un jarro de agua fría llega desde la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) que reduce esas las expectativas de crecimiento a tan solo un 1,8%, en el mejor de los casos.
Dada la frágil situación económica de la isla, cualquier nuevo acontecimiento adverso como una inflación más alta que la prevista, aumentos abruptos de las tasas de interés para contenerla, el resurgimiento de la pandemia de Covid-19 o la intensificación de las tensiones geopolíticas podrían empujar la economía del país a la recesión.

DEUDA EXTERNA

El gobierno cubano enfrenta un juicio oral pactado para finales de este mes ante las Cortes Reales de Justicia de Londres, donde es señalado como evasor de deuda.
El demandante, la empresa CRF I asumió la responsabilidad de recuperar el capital que Cuba debe a diversos bancos y va a interponer el juicio para responder a sus clientes por capital e intereses de mora que se vienen generando desde hace mucho tiempo. De momento la demanda inicial se da por el valor de 100 millones de dólares pero, de progresar, la empresa pudiera iniciar otra demanda ante los mismos tribunales contra el Banco Nacional de Cuba (BNC) y el Gobierno de la República de Cuba, esta vez por aproximadamente 224,8 millones de dólares, que incluye unos intereses de mora estimados en nada menos que otros 1.120 millones.
Si la Habana no logra algún entendimiento con la parte demandante y pierde el caso, la corte podría autorizar la persecución de activos cubanos en cualquier parte del mundo.
Este juicio puede abrir una Caja de Pandora y estimular a otros acreedores a mostrarse en tribunales reclamando viejas y no tan viejas deudas.
El tema de la deuda externa es uno de los problemas menos solubles que deberá enfrentar el régimen cubano durante el 2023.

INFLACIÓN

Cuba culminó el año 2022 siendo el tercer país de mayor inflación a nivel global. Al cierre de diciembre, la Isla exhibía una inflación del 175%, y una devaluación de la moneda nacional del 71% de su valor respecto al dólar estadounidense.
El alza de la inflación que se produjo durante el 2022 bordeó el 40 % según la Oficina Nacional de Información y Estadísticas) (ONEI). Tan solo en noviembre del año recién concluido los precios crecían un 70 % con respecto al mes anterior, siendo el sector de los alimentos el más afectado con un aumento del 54.22%
Sin una base productiva sólida, sin nuevos nichos para la exportación de mercancías que generen divisas, sin desmantelar las empresas que generan pérdidas financieras, es seguro que durante el 2023 la inflación seguirá golpeando con fuerza a nuestras puertas.

PROBLEMAS ENERGÉTICOS

La empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) de Cuba recién advertía que regresarán los apagones “programados”, por mantenimientos en centrales termoeléctricas del país. La UNE prevé que las interrupciones se produzcan entre enero y abril; esto en un escenario ideal.
Aunque el oficialismo culpa como siempre al bloqueo (embargo) estadounidense, lo cierto es que por años se negó a financiar el mejoramiento tecnológico del Sistema Energético Nacional (SEN). La mayoría de las ocho centrales termoeléctricas de Cuba operan con más de 40 años de explotación, entre 10 y 15 años más de lo previsto.
Y aunque el gobierno asegura que tiene una estrategia para estabilizar el SEN y acabar con los apagones, es poco probable que el Estado cuente con la financiación necesaria para vencer en poco tiempo la obsolescencia tecnológica.
Por ende, se puede predecir que a lo largo de 2023 continuaran los cortes eléctricos, ya sean por paradas imprevistas o programadas. Lo que queda por ver es si la intensidad del problema igualará la gravedad vivida a lo largo de 2022.

DESCONTENTO POPULAR Y POSIBLES ESCENARIOS DE PROTESTAS

Tras la terrible represión que el régimen implementó después del 11J, muchos pensaron que tardaríamos buen tiempo en presenciar nuevos actos masivos de descontento.
Sin embargo, los cortes eléctricos nocturnos recrearon el escenario ideal para las demostraciones de inconformidad. La dificultad que encontró el represor para identificar a los protagonistas de los reclamos en la oscuridad de la noche contribuyó a encender la mecha de las demandas sociales.
En Cuba se registraron 3.923 protestas públicas durante el año 2022. Aunque la conflictividad venía in crescendo, en la actualidad nos encontramos ante un impasse provocado por cinco factores.
-Una represión menos solapada y reforzada por nuevas y más severas leyes
-El desgaste que sufren los grupos de oposición y la sociedad civil por el encarcelamiento de líderes prominentes, la partida voluntaria o la expatriación de otros
-Un menor apoyo desde el exterior para la concreción de proyectos dentro de la isla
-La implementación de una campaña bien engrasada de guerra psicológica que implanta matrices de opinión para generar desaliento
-El actual éxodo masivo de un importante sector de la sociedad que quita presión a la olla social.
Sin embargo, la nueva política estadounidense de cerrar su frontera a la inmigración ilegal y desordenada y otorgar visas Parole humanitarias a cubanos no contemplados en la reunificación familiar podría poner un alto a la descontrolada sangría migratoria, y llevar a los cubanos que permanecen en la isla a mirar hacia dentro y a que se animen a buscar una solución alternativa que no sea la evasión. Este factor, sumado a otros mencionados o inesperados, podría reanimar, una vez más, la llama de la rebeldía.

REPRESIÓN BAJO EL NUEVO CÓDIGO PENAL

Ejercer el periodismo fuera del marco institucional oficialista es considerado un delito que se podría sancionar, de acuerdo al nuevo Código Penal. Este incorporó la figura delictiva “Otros actos contra la Seguridad del Estado”, cuyo Artículo 143 dispone que “incurre en sanción de privación de libertad de cuatro a diez años” aquel cubano que… apoye, fomente, financie, provea, reciba o tenga en su poder fondos, recursos materiales o financieros, con el propósito de sufragar actividades contra el Estado y su orden constitucional”.
Según el criterio del jurista cubano Eloy Viera el Código Penal en la praxis no causa más represión de la que existe, en todo caso lo que buscaría es legitimarla. A mi juicio, pretende causar un efecto psicológico paralizante en la psiquis de un pueblo cada vez más disconforme.
Durante este año veremos el efecto real que alcance a lograr el nuevo Código Penal. Intuyo que durante el 2023 asistiremos a formas más creativas y atrevidas de expresar la opinión ciudadana y de denunciar los males que nos afectan.

RELACIONES CUBA-ESTADOS UNIDOS

Hemos iniciado el 2023 con titulares que nos inducen a pensar que se estaría produciendo un acercamiento entre la administración de Joe Biden y el régimen de Miguel Díaz-Canel. La subdirectora general para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Johana Tablada de la Torre, dice observar condiciones para que mejoren los vínculos entre La Habana y Washington.
La administración Biden ha estado enviando señales ambiguas. Por un lado, ha resanado las relaciones diplomáticas entre ambas naciones; ha negociado con su contraparte isleña la normalización del flujo migratorio; ha aprobado la reanudación del Programa de Permiso de Reunificación Familiar Cubano (CFRP); ha accedido a colaborar en el combate al narcotráfico; ha permitido más vuelos y más flexibilidad en el envío de remesas; y ha entregado al gobierno cubano ayuda humanitaria ante desastres como el incendio en la base de supertanqueros de Matanzas.
Por otro lado, ha mantenido al gobierno cubano en la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo; ha permitido, al amparo del Título III de la Ley Helms-Burton, la aplicación de castigos a compañías norteamericanas que trafican con propiedades robadas por el gobierno cubano; y ha impedido la participación del régimen cubano en la última Cumbre de las Américas.
Considero que cualquier entendimiento con la dirigencia de La Habana, más allá de lo que hasta el momento parecen pasos exploratorios, se verá imposibilitado o entorpecido por una gama de inconvenientes, entre ellos:
-la reticencia del régimen cubano a implementar reformas democratizadoras o de mercado
-la implementación de leyes que criminalizan cualquier forma de disidencia o crítica
-el sostenido encarcelamiento de ciudadanos que protestaron el 11J y a lo largo de 2022
-la persecución religiosa
-el alineamiento diplomático, político y mediático de Cuba con Rusia y China en un esfuerzo concertado por subvertir el actual orden mundial y desplazar a EE. UU. como líder global.
-la injerencia activa de La Habana en las Américas a través de grupos regionales como el Foro de San Pablo o el Grupo de Puebla, así como de sus agentes de inteligencia e influencia, con la finalidad de establecer regímenes autocráticos afines ideológicamente.