Todavía, dos meses después de terminada la zafra azucarera 2022-2023, el régimen castrista no ha informado oficialmente cuántas toneladas de azúcar se produjeron exactamente. Nadie ha querido dar la cara en la Mesa Redonda de la TV y anunciar que esta última zafra fue la peor desde mediados del siglo XIX
Por eso hay que dar por definitiva la cifra de 350,000 toneladas que en mayo pasado (2023) dio Homero Acosta, secretario del Consejo de Estado, quien de paso mintió al afirmar que el consumo nacional de azúcar es de 400,000 toneladas, cuando no baja de 600,000 toneladas. El régimen lo ha venido reduciéndolo para enmascarar la insólita escasez de azúcar, que no es lo mismo.
En estos días pasados en la isla hubo melifluos homenajes al “Comandante en Jefe” Fidel Castro al cumplirse 97 años de su nacimiento (aquel 13 de agosto de 1926 fue el más aciago que ha tenido pueblo alguno en América).
En vez de rendir homenaje a quien de hecho acabó con Cuba, habría que haber destacado al menos uno de los grandes desastres económicos que parió el narcisista emperador tropical. Y nada mejor que evocar entre sus crímenes económicos el desmantelamiento del 64% (dos terceras partes) de la industria azucarera cubana, la mayor y más eficiente del mundo desde principios del siglo XIX hasta la llegada al poder de él, su hermano y un aventurero argentino de apellido Guevara.
Cuba podría exportar hoy azúcar por valor de $4,000 millones
Si al despuntar el siglo XXI Castro I no hubiese desmontado casi un centenar de fábricas de azúcar de las 156 existentes, y el 60% de toda la tierra cañera, y hoy se produjesen los mismos seis millones de toneladas (TM) que se obtenían en los años 50 como promedio, Cuba recibiría casi $4,000 millones de dólares solo con la exportación de azúcar, casi el doble de los $2,170 millones que obtuvo con todas las exportaciones de bienes sumadas en 2022.
¿Por qué tanto dinero solo vendiendo azúcar? Hoy el precio en el mercado mundial azucarero oscila entre 21 y 26 centavos la libra en el mercado azucarero internacional de New York (el principal de azúcar crudo). Y en el mercado internacional de Londres el azúcar se cotiza entre $679 y $710 dólares la tonelada. Y es esa la misma escala de precios que había en 2011, hace 12 años. O sea, el precio del azúcar se ha mantenido estable.
Contrastemos un posible ingreso de divisas de $4,000 solamente con la exportación de azúcar, con los $52 millones de dólares que el régimen tuvo que gastar en 2022 en la importación de azúcar (unas 70,000 toneladas), porque la producción nacional no alcanzó ni para cubrir el consumo doméstico.
Exportando azúcar se recibiría un 44% más de ingresos en divisas
Si a seis millones de TM hipotéticamente producidas hoy en la isla les restásemos las 600,000 TM del consumo nacional, Cuba habría podido exportar 5.4 millones de TM, que a 690 dólares la tonelada le habrían reportado $3,726 millones de dólares.
En 2022 el valor total de las exportaciones cubanas de bienes fue de $2,170 millones de dólares, según un reciente informe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI). Es decir, solo exportando azúcar Cuba habría obtenido $1,556 millones de dólares más que con el resto de todas las exportaciones sumadas, incluyendo tabaco, níquel, ron, productos farmacéuticos, pesca, madera, objetos de arte, perlas finas, productos químicos, carbón de marabú, acero y hierro fundido, y otros.
Con la exportación de azúcar añadida a las restantes exportaciones ya citadas, el total de divisas obtenidas habría sido de $5,896 millones de dólares. Eso habría reducido en 2022 el déficit comercial final de $ 7,633 millones reportado por la ONEI, generado por el desbalance de importaciones por valor $9,833 millones de dólares y exportaciones de bienes por un valor 4.5 veces menor.
El precio mundial del azúcar ha subido y se mantiene estable
El precio internacional del azúcar ha subido por problemas climáticos en Brasil, India, Australia, Tailandia y otros exportadores, porque se ha mantenido estable al alza el consumo mundial, y también porque en algunos países, como en Brasil, se dedica más caña a producir etanol que azúcar.
Luego de décadas de excedentes, desde 1994 la OIA comenzó a reportar escasez de azúcar, y desde inicios del siglo XXI el precio comenzó a subir, con altibajos, hasta estabilizarse por encima de los 22 centavos la libra.
La Organización Internacional del Azúcar (OIC), con sede en Londres informó que en 2022 la producción mundial de azúcar fue de 174 millones de toneladas, y el consumo fue de 176 millones. O sea, se consume más azúcar que la que se produce, porque se venden las reservas que tiene cada país.
En resumen, volviendo al crimen de Fidel Castro. Suponiendo en Cuba un costo de producción agrícola-industrial promedio de 15 centavos por libra de azúcar producida, y un componente importado de un 45% (bien alto) dentro de ese costo total, producir y exportar 5.4 millones de toneladas significaría un gasto en divisas de $803 millones, que restados al ingreso bruto por las exportaciones azucareras habrían reportado al país $2,897 millones de dólares de ingreso neto.
Y si ninguno de esos beneficios es hoy posible es precisamente por el tan homenajeado y recordado Destructor en Jefe. Es un gran agravio al pueblo cubano mencionar siquiera el nombre del peor ser humano nacido jamás en suelo cubano.