Imaginemos que en Uruguay o en Argentina más del 90% de la población vive en la extrema pobreza según el Banco Mundial (BM) con un ingreso diario inferior a $2.15 dólares diarios, que millones de personas están desnutridas por la escasez de alimentos y el poco valor nutritivo de la dieta, que comen una sola vez al día y en no pocas ocasiones no comen nada en todo el día; los sistemas de salud pública de hecho colapsaron y muchas personas mueren o se enferman fatalmente por falta de medicamentos.
Que cientos de miles de ciudadanos viven en casuchas o chozas improvisadas sin agua procedente de acueductos, sin alcantarillado ni electricidad, en barrios insalubres rodeados de aguas negras. La mayoría de los habitantes carece de los productos imprescindibles para el aseo personal y la higiene. Todo el país sufre prolongados apagones diarios, pues el sistema energético esta casi colapsado. Muchos se trasladan a pie, o en carretones medievales por falta de transporte debido a la escasez de combustible. Bandas de criminales apuñalan y asesinan a personas en las calles o en sus viviendas para robarles, o por venganzas personales.
Sin comunismo nunca habría habido hambre y miseria en Cuba
Un panorama así en Uruguay o Argentina con toda seguridad sería considerado como una crisis humanitaria, ya que se trata de dos de los países con mayor desarrollo socioeconómico y nivel de vida en América Latina, que han sido afectados por una gran desgracia.
Pues bien, Cuba presenta hoy todo ese cuadro de miserias, pero antes del castrismo integraba precisamente junto a Uruguay y Argentina el trío de naciones con más alto nivel de vida, ingreso per cápita y desarrollo socioeconómico de toda la región, según las estadísticas de la ONU, la CEPAL, el BM, el BID, el FMI, y la OIT. En 1958 el ingreso personal per cápita en Cuba duplicaba al de España y era superior al de otros seis países de Europa.
O sea, que en Cuba ocurrió una desgracia que derrumbó su nivel de vida a cotas que se parecen bastante a las de Haití. El país ha sido devastado por una desgracia colosal que se llama comunismo, un producto neto de la “revolución cubana”.
Si lo ocurrido en Cuba hubiese tenido lugar en Uruguay o Argentina seguramente se hablaría de crisis humanitaria. Pero sucede en un país socialista, y en el socialismo no “puede haber” ese tipo de crisis. No importa incluso si encima la dictadura pisotee los derechos humanos y suprime las libertades individuales.
Con Cuba “todo es según el color del cristal con que se mira”
Lo cierto es que ni la ONU ni ninguna entidad internacional considera que en Cuba hay una crisis humanitaria. Ocurre lo mismo que con “Estado fallido”. Todos se acogen a los versos del poeta decimonónico español Ramón de Campoamor: “todo es según el color/ del cristal con que se mira/.
Si a Gustavo Petro, Lula, López Obrador, o al secretario general de la ONU, el marxista Antonio Guterres, o al también izquierdoso Tedros Adhanom, director de la OMS, les preguntan si en Cuba hay una crisis humanitaria insultarán a quien lo pregunte. Dirán que las “dificultades” que tienen los cubanos son causadas por el “bloqueo” de EE.UU, que la “revolución cubana” es muy humana y hace mucho por el pueblo, lo protege admirablemente.
“Diario de Cuba” entrevistó a tres expertos. Uno de ellos, el exjuez cubano Edel González, destacó “el hambre y la desnutrición de millones de cubanos, el hacinamiento, la falta de recursos (…) la inseguridad social a causa de la desvalorización creciente del dinero, la desigualdad (…) la emigración, el regreso de enfermedades erradicadas y la falta de medios para combatir las existentes”. Sin embargo, concluyó en Cuba no hay una crisis humanitaria. Es decir, que los cubanos viven así desde siempre.
En cambio, para Yaxis Cires, director de Estrategias del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) en Cuba sí hay una crisis humanitaria. Y también la hay para el investigador peruano Arístides Vara Horna, de la Universidad de San Martín de Porres, Lima, quien considera que “Cuba enfrenta actualmente una situación que podría calificarse como una crisis humanitaria (…) especialmente en el acceso a alimentos, atención médica adecuada, inseguridad ciudadana, y vivienda.”
El 97% de los cubanos en la pobreza extrema, con “hambre vieja”
Pero lo que de veras cuenta aquí son los hechos. Hoy en Cuba hoy el 97% de la población tiene un ingreso inferior a los $2.15 diarios, es decir, viven en pobreza extrema y están malnutridos, padecen de “hambre vieja”, como le llaman a la isla no alimentarse bien cada día. Además, sus miserables ingresos son devorados por una inflación que es la séptima mayor del mundo según la Universidad Johns Hopkins, de EE.UU.
Para la mayoría de los especialistas hay crisis humanitaria cuando un país, o región, padece conflictos armados, desastres naturales o el deterioro de la economía crea una situación de emergencia por altos niveles de mortalidad y malnutrición, contagio de enfermedades, falta de agua potable, seguridad alimentaria.
Ese es un erróneo enfoque, o al menos incompleto. En algo tan grave como no disponer de alimentos suficientes y estar hundido en una dramática crisis vivencial tiene que haber ciertas gradaciones. Por ejemplo se debieran considerar al menos dos tipos de crisis humanitarias, de acuerdo con la magnitud de ésta y el daño humano causado.
No solo guerras y catástrofes causan las crisis humanitarias
No solo los conflictos bélicos y las guerras civiles provocan crisis humanitarias. Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) hay en el mundo 235 millones de personas que necesitan de asistencia humanitaria y protección, y cerca de la mitad de ellos viven en países en los que no hay guerras, como Corea del Norte, Burundi, Burkina Faso, República Centroafricana, Chad, República Democrática del Congo, Etiopía, Mozambique, Sierra Leona, Madagascar, Malawi, Zimbabwe, Tayikistán, Nepal, Kirguistán y otras naciones de Africa, y Asia,
Hoy en Cuba se necesita igualmente de donaciones extranjeras, o colapsa por completo la economía. El régimen comunista, en su crisis final, necesita que México y Venezuela le regalen el 66% del combustible que consume, que lleguen a puertos cubanos barcos cargados de alimentos y otros bienes de consumo.
A Cuba llegan barcos cargados con alimentos donados, gratuitos
Hace unos días desde Brasil llegó al puerto del Mariel un barco con leche en polvo, arroz, maíz y harina de soja, por valor de 50 millones de dólares, pagados a empresas brasileñas por la tiranía fascistoide de los Emiratos Árabes Unidos (EAU). También de China, Vietnam y Rusia arriban barcos con arroz, harina y otros alimentos donados como limosnas.
Es más, desde EE.UU, el ogro “bloqueador”, la isla recibió en 2023 donaciones humanitarias por más 36 millones de dólares, según datos oficiales de Washington.
De no haberse impuesto el comunismo, Cuba habría seguido siendo uno de los países de Latinoamérica con más alto nivel de vida, y posiblemente más cercano al Primer Mundo que todos los demás. Los cubanos de ninguna manera fuesen tan pobres y hambrientos.
Conclusión, así como un derrumbe socioeconómico catastrófico en Uruguay o Argentina hoy podría ser considerado como crisis humanitaria debido a un fenómeno no esperado, el desastre provocado en la isla por los Castro también lo es. Y punto.