SUMARIO
El descontento de la población contra el gobierno de Díaz-Canel se hizo más palpable públicamente durante el mes de diciembre del 2020 con 122 manifestaciones públicas de protesta.
En apenas 3 meses estas manifestaciones se han triplicado. El Observatorio Cubano de Conflictos comenzó el monitoreo de las manifestaciones públicas de protesta en el mes de septiembre del 2020, en el que reportó 42 protestas.
Este incremento es significativo en una sociedad donde no hay espacio político, legal, ni institucional para el ejercicio de la protesta. Sin embargo, la ciudadanía está creándolo con su acción práctica.
Manifestaciones públicas de protesta | DICIEMBRE | NOVIEMBRE | OCTUBRE | SEPTIEMBRE |
TOTAL | 122 | 110 | 88 | 42 |
Por motivos económicos y sociales | 26 | 19 | 33 | 16 |
Por motivos políticos y civiles | 96 | 91 | 55 | 26 |
MANIFESTACIONES POR MOTIVOS POLÍTICOS Y CIVILES
En el mes de diciembre 96 manifestaciones fueron por motivos políticos y civiles (78%).
El trovador y compositor Pedro Luis Ferrer expresó que la represión y el hostigamiento estatales son una “fábrica de disidentes”. Las cifras así lo demuestran: 46% de las manifestaciones de protesta en el mes de diciembre (56) estuvieron relacionadas contra el abuso policial o la represión.
Más de la mitad de las manifestaciones, 72 en total, lo que representa un 59%, fueron generadas por el Movimiento San Isidro y la plataforma 27N, así como por muestras de solidaridad con estos grupos.
La represión no funciona: genera más protestas y manifestaciones de disidencia
Tanto los miembros del Movimiento San Isidro (MSI), como muchos de los manifestantes del 27N frente al Ministerio de Cultura han sufrido detenciones y arrestos domiciliarios arbitrarios, violencia policial, acoso, confiscación de teléfonos celulares, amenazas e interrogatorios de largas horas sin que medie delito o proceso penal abierto que justifique alguno de esos actos.
“El gobierno cubano carece de los medios políticos para lidiar con la situación actual y está recurriendo a estrategias que ya no funcionan”, dijo a Reuters la activista Tania Bruguera, quien ha estado detenida varias veces en el mes de diciembre.
Todo el revuelo del Movimiento San Isidro que ha trascendido las fronteras de la isla comenzó por la petición de libertad de uno de sus miembros, Denis Solis (#FreeDenis). Este mes el MSI sumó a sus demandas la libertad de Luis Robles (#FreeLuisRobles), el joven que expuso un cartel contra la represión en la céntrica calle San Rafael en La Habana.
La represión ha generado también solidaridad entre los cubanos
Personalidades e influencers nacionales, incluso algunos que hasta ahora han coexistido con el gobierno cubano, han manifestado su rechazo a la violencia y piden una Cuba para todos los cubanos, donde se toleren voces diferentes.
Por otro lado, vecinos de los activistas del Movimiento San Isidro se negaron a participar en los infames actos de repudio y resistieron con valor los ilegales interrogatorios de la Seguridad del Estado. (Ver: Vecinos del activista Esteban Rodríguez impiden acto de repudio).
En el orden internacional se está dando un proceso de alejamientos y rupturas en algunos sectores de la izquierda internacional que no ocurrían desde que escritores famosos de esa tendencia ideológica como Saramago o Galeano criticaran al gobierno cubano.
Plataforma 27N
La protesta del 27 de noviembre frente al Ministerio de Cultura se convirtió en plataforma mediática en las redes sociales. 27N abrió una página en Facebook y una cuenta en Twitter. Esta plataforma virtual se ha mantenido activa durante el mes de diciembre con acciones pacíficas de desobediencia civil. 27N convocó a la “reconstrucción” virtual de la protesta con videos de 40 segundos que respondiera a la pregunta: ¿Por qué llegaste al Mincult el día 27 de noviembre?; invitó a colgar sábanas con mensaje de paz; apoyó y divulgó la etiqueta #CubaDeTodos y un mes más tarde, el 27 de diciembre, ratificaron en carta abierta el ministro de Cultura su disposición al diálogo, el derecho a la protesta pacífica y la petición que se renuncie “a la difamación, el linchamiento mediático, las descalificaciones, los actos de repudio o cualquier otra forma de violencia lesiva a la dignidad de la persona humana”.
MANIFESTACIONES POR MOTIVOS ECONÓMICOS Y SOCIALES
Este mes 26 manifestaciones de protesta (21%) fueron causadas por motivos económicos y sociales.
La gota que colmó el vaso ha sido la implementación de la llamada Tarea Ordenamiento, un aumento generalizado de salarios y precios, entre ellos las tarifas eléctricas.
La subida del precio de la tarifa eléctrica de 9 centavos el kilovatio hora (kWh) a 40 enfrentó una reacción de tal magnitud que a los pocos días de anunciada tuvo que ser rectificada, dejando en 33 centavos el precio del kWh. Para algunos fue un triunfo de la protesta ciudadana reflejada esencialmente en las redes sociales. (Ver: En 2020 el régimen cubano sufrió sus primeras derrotas).
El bloqueo interno
Ahora es mucho más visible que el “sistema” (o régimen de gobernanza político-económico) tiene trabadas las fuerzas productivas y pone contra la pared la existencia cotidiana del cubano.
La mayor parte de la población no se siente tratada de manera justa y comienza a identificar al sistema imperante –no solo al gobierno– como culpable como los culpables de su situación. Cada vez más cubanos identifican al bloqueo interno como el responsable de la crisis económica.
Sin embargo, un sostén importante del actual sistema continúa siendo la creencia que aun tienen muchos ciudadanos de que el cambio en su tiempo de vida no es posible.
OPOSITORES Y DISIDENTES
Opositores son aquellos que asumen de forma abierta, ya sea individual o colectiva, una postura contestataria y política contra el gobierno. El disidente socioeconómico es quien siente un profundo malestar e inconformidad con “el sistema” porque bloquea sus necesidades básicas y sueños de prosperidad.
El disidente socioeconómico tiende a no manifestarse de forma pública si no cree que con eso va a lograr que le concedan alguna demanda concreta. Pero si su situación es angustiosa pasa – a menudo de forma espontánea y rápida– de la queja y el lamento privados a la protesta pública. De hecho, el disidente socioeconómico se trasforma a menudo en opositor político como resultado de la propia represión. Ese proceso parece estarse dando hoy de forma acelerada en varios grupos de población. (Ver: CUBA: ‘Los disidentes son millones; no hay calabozos para tanta gente’).
El anuncio de la llamada Tarea de Ordenamiento, plan de choque económico del gobierno cubano, ha incrementado este mes las manifestaciones públicas de disidencia y se espera un incremento sustantivo en los próximos meses cuando se implemente.
Algunos de los que protestan por motivaciones económicas, sociales o incluso por la represión policial toman por ahora distancia de las organizaciones de oposición política. Lo mismo ha ocurrido a la inversa por parte de algunos grupos opositores que han mantenido distancia de las manifestaciones y protestas de los disidentes socioeconómicos. Pero esa distancia entre unos y otros pudiera desaparecer abruptamente por el agravamiento de la situación económica y a la represión política.
Grupos recién surgidos como el 27N han llegado a pedir mucho más que reivindicaciones sectoriales. De hecho, en su manifiesto el primer reclamo es la libertad política. Han reclamado un diálogo sin coacciones con el gobierno para iniciar el camino hacia una Cuba inclusiva con respeto a opiniones diferentes. La pregunta obvia es ¿qué pasará si el gobierno sigue negándose al diálogo y continúa respondiendo con más represión? El 27 de noviembre el gobierno no dialogó, sino apenas conversó con los manifestantes y luego rompió la promesa del diálogo que debería haber seguido aquel contacto inicial.
Atrapado entre el miedo a ceder y la explosividad social
“Yo creo que, al volar los puentes de diálogo, el Gobierno está tratando de no sentar un precedente de que es con aquel que proteste que dialoga. Quieren mantener la cotidianidad totalitaria de gobernar sin contrapartes ni rendir cuentas” opinó el opositor, premio Sájarov, Guillermo Fariñas.
CUBA ES DE TODOS
La etiqueta #CubaDeTodos fue la que más se movió en las redes durante el mes. Desde el diácono católico salesiano Maykel Gómez Hernández que expresó “Nuestras calles son de todos” en la homilía de Navidad, hasta la declaración de los obispos católicos pide la capacidad de respetar el punto de vista de otro y el cese de la intolerancia.
Curiosamente estos reclamos evocan el famoso documento La Patria es de Todos en la década del 90. Entonces sus cuatro firmantes fueron a dar a la cárcel. ¿Puede ahora el gobierno encarcelar a los centenares de personas de las más variadas esferas de la sociedad cubana que les presentan similares demandas?
EL USO DE LA REPRESIÓN TIENE LÍMITES NACIONALES E INTERNACIONALES
El gobierno, pese a su disfuncionalidad, parece comenzar a tomar conciencia de la creciente precariedad de su situación y trata de controlarla, hasta ahora infructuosamente, mediante la represión y la violencia.
Un poder totalitario nunca regala algo a quien se lo pida de buenas maneras. Pero evita una confrontación frontal si cree que puede complicarle la situación.
Antes, de manera arrogante, ignoraba los reclamos de algún sector de la población o simplemente los aplastaba. Ahora el gobierno maniobra, se repliega, retorna con promesas de solución o contrapropuestas insatisfactorias en diferentes temas. Rebaja tarifas eléctricas y precios de helados sin que la rebaja llegue a ser satisfactoria en la esperanza de aplacar las protestas y dar una imagen constructiva. Es así como promete ceder en algunas áreas legales, como la promesa de ley de protección animal, pero se repliega en la aprobación del amparo constitucional.
EL NUEVO ROSTRO DE LA SOCIEDAD CIVIL
La desproporcionada respuesta represiva del régimen al Movimiento San Isidro y a la plataforma 27N hace evidente que los métodos represivos del Gobierno no están preparados para un nuevo tipo de movimiento social alejado de la clásica estructura piramidal de las organizaciones opositoras cubanas. Estamos ante un cambio generacional en Cuba, una generación que no tiene compromiso con el Partido Comunista de Cuba, ni sus dirigentes. No les teme, ni los respeta.
El gobierno cubano no está preparado para los métodos de lucha no violenta con demandas concretas. Los tuitazos, silbidos, cartelazos, videos, memes, sentadas, denuncias públicas, murales, grafitis, poemas, canciones, cartas públicas, caricaturas y muchas otras formas de manifestaciones lo desconcierta. Con ignorante desesperación Díaz Canel califica los métodos de lucha no violenta del reconocido politólogo Gene Sharp como técnicas de la CIA.
Durante años los opositores y sus organizaciones fueron la única evidencia de que bajo el totalitarismo cubano existiese un embrión de sociedad civil independiente. Esa realidad ha cambiado.
Hoy emerge un mosaico infinito de movimientos sociales temáticos con demandas puntuales: LGTBI, animalistas, artistas y escritores, feministas, contra el racismo, periodistas independientes, cuentapropistas, campesinos y muchos otros. Quieren tener el derecho a reclamar y expresarse sin represión ni coacciones de ningún tipo. Son activistas autónomos y públicos.
“NO PUDIERON SILENCIARNOS, TOCA DESACREDITARNOS”
En la maquinaria propagandística estatal, el MSI, el 27N y la declaración que circuló por las redes, Articulación plebeya, firmada por 228 artistas e intelectuales, recibieron la calificación de “enemigos” y “esbirros”. El asesinato de la reputación se incrementó como práctica para aislar a la nueva ola expansiva de disidencia.
En los últimos días de diciembre se sumó a los periodistas independientes a las campañas difamatorias. “No pudieron silenciarnos, toca desacreditarnos”, escribió Elaine Díaz, directora de Periodismo de Barrio, en Twitter.
La periodista Mónica Baró opinó en Facebook que “los medios estatales tienen tan dañada su credibilidad […] que cuando dicen que algo es azul la gente asume que es verde”.
Intento de reinstalar el “telón de hierro” informativo para poder escalar el uso de la represión
La actual ofensiva contra los periodistas independientes es apenas el primer paso en una peligrosa escalada de represión por la elite de poder. Piensan erróneamente que escalando la represión podrán mantener la gobernabilidad nacional. Primero, pretenden lograr un apagón informativo para luego, con mayor impunidad, escalar la represión en este año 2021 en el que esperan, correctamente, un tsunami de protestas.
UNA VEZ MÁS SE CONFIRMA QUE EL GOBIERNO CEDE ANTE PRESIONES
- La protesta de campesinos por el tope de precios de la carne de puerco ganó su demanda en la provincial de Sancti Spiritus.
- Oscar Manuel Silvera, ministro cubano de Justicia, informó durante un encuentro de la Asamblea Nacional del Poder Popular que el decreto de Bienestar Animal será sometido a aprobación en la reunión del Consejo de Estado correspondiente a febrero de 2021.
El reclamo de los animalistas cubanos se ha hecho más consistente desde que el 11 de noviembre de 2019 se manifestaran contra el maltrato animal frente a Higiene y Epidemiología en La Habana, Zoonosis, una protesta que luego derivó en un encuentro con las autoridades del Ministerio de Salud Pública (Minsap). - El precio del kilovatio fue bajado unos centavos ante la presión popular en las redes. Aun con esta rebaja los cubanos no están satisfechos y han lanzado la campaña #NoPaguesTuFactura.
- Silverio Portal Contreras fue liberado ante una campaña nacional e internacional.
CONCLUSIONES
Las nuevas generaciones no están traumatizadas por el terror rojo de la guerra civil cubana en la década de los sesenta. Tanto ellos como sus padres se han liberado de las ilusiones prometidas por un caudillo que ahora reposa en una piedra. Los de “arriba” no son temidos ni respetados. Los de “abajo” no aguantan más su dominación.
El paquete de medidas de choque ha sido lanzado sin crear las condiciones de apertura económica imprescindibles para amortiguar su impacto sobre los ciudadanos.
La represión parece prescindir de toda consideración de cuál será su impacto político y económico en el plano internacional. Nadie invierte en un país de estabilidad precaria. Sin embargo, junto a la miseria, continúa creciendo la represión abierta de la población en general y de los productores privados rurales y urbanos en particular.
Hasta fines de 2020 no hay indicio de que la elite de poder tenga la intención de abordar una reforma estructural económica y mucho menos una política. Pero eso puede cambiar si se ven obligados a enfrentar una crisis de gobernabilidad de gran envergadura en los próximos meses ya sea ocasionada por el insoportable costo de la vida o una hambruna que parece inevitable.
Si el gobierno insiste en recrudecer la represión y violencia es muy posible que, lejos de amedrentar a los inconformes, muchos de los que hoy piden un diálogo se radicalicen y cambien de estrategias.
ETIQUETAS MÁS USADAS EN EL MES
#CubaDeTodos
#Somos27N
#DespiertaCUBA
#TodosSomosSanIsidro
#AcuarteladosDeSanIsidro
#FreeDenisSolis
#FreeLuisRobles
#LaBanderaEsDeTodos
METODOLOGÍA DEL OCC
Los informes del Observatorio Cubano de Conflictos consideran como “protestas” a todas aquellas acciones que expresan de forma pública, sea de manera individual o colectiva, el rechazo ciudadano a disposiciones oficiales, instituciones o autoridades.
En cuanto a las causas o razones de la manifestación pública de protesta, estas pueden obedecer a temas políticos y de derechos ciudadanos o vincularse de forma directa a demandas populares en cuestiones sociales, económicas y culturales como son los problemas de vivienda, agua, alimentación, transporte y censura artística o intelectual que las personas dirigen contra las instituciones y las políticas estatales o paraestatales.
Dichas manifestaciones pueden tomar múltiples formas tal y como han sido recogidos en la amplia bibliografía de los científicos sociales y los propios activistas que han estudiado estos temas durante décadas. Ellas incluyen protestas callejeras, pintadas de muros, colgar carteles, corear consignas, negarse en público a cumplir órdenes policiales o administrativas, realizar una marcha, procesión, sentada, rezo o misa pública no autorizada, distribuir volantes, repartir publicaciones impresas o digitales prohibidas, distribuir memes y chistes satíricos de las políticas gubernamentales y muchos otros más en los que los ciudadanos manifiestan de manera pública sus agravios.
El OCC no contabiliza las protestas realizadas exclusivamente por ciudadanos cubanos en el exterior –aunque considera que el pueblo cubano constituye hoy una entidad transnacional- porque alteraría nuestra capacidad de medir con rigurosidad la gobernabilidad interna de Cuba, que es nuestro principal propósito.
El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) recopila información de fuentes abiertas y privadas, cuenta con su propia red de casi dos centenares de observadores repartidos por todas las provincias dentro de Cuba y sólo reconoce aquellas informaciones que se originen en fuentes reconocidamente confiables o que puedan ser verificables por nuestro equipo. Por ese motivo es posible que en alguna ocasión el número total de manifestaciones públicas de protesta que hayan tenido lugar sea en realidad ligeramente superior -nunca inferior- a la cifra que reportamos basados en nuestra metodología, fuentes y verificaciones. Pero esa rigurosidad nos permite asegurar que cada una de nuestras informaciones resulta confiable.
El OCC agradece la importante valoración de esta metodología que, a nuestra solicitud, fuera realizada a fines de 2021 por un grupo internacional de expertos, cientistas sociales y activistas de diferentes nacionalidades en América Latina y Europa.
Conflictómetro Cuba by Juan Antonio Blanco is licensed under CC BY-NC-ND 4.0