El peligroso ritmo que está alcanzando la expansión del Covid-19 en Cuba parece fuera de control y podría terminar en una crisis humanitaria debido a que el país además padece en una grave crisis socioeconómica.

Y la dictadura tiene mucha responsabilidad en ello. Cuando en marzo de 2020 el Covid-19 ya hacía estragos mundialmente el gobierno castrista lejos de cerrar el país al turismo hizo promoción publicitaria internacional para que viajasen a Cuba a vacacionar. Solo suspendió la entrada de turistas ya con el virus extendido por toda la isla.

Las largas colas para compra de alimentos esenciales es uno de los focos de distribución del Covid-19

Las colas multitudinarias anulan las “ventajas” dictatoriales

Esto ocurre en un país con una autocracia comunista que sin tener en cuenta los derechos ciudadanos, ni las leyes, impone toques de queda de estilo nazi, encierra a las familias en sus casas, cierra calles y barrios enteros, escuelas, tiendas, los establecimientos públicos, suprime el transporte público y el particular no imprescindible y multa o mete en la cárcel a quienes no obedecen.

Pero esas “ventajas” totalitarias son anuladas por las colas multitudinarias que los ciudadanos tienen que hacer cada día para poder comer. Y por la situación desastrosa del sistema de salud pública. Y esto es clave, pues se trata de un país declarado como “potencia médica”, que sigue siendo elogiado por los gobiernos, organizaciones y medios internacionales, y la izquierda en general. Tarados todos por la propaganda castrista.

 La Salud Pública en la “potencia médica” es un desastre

La dramática realidad es que la Salud Pública cubana está en situación calamitosa, en una crisis que se originó en 1991 cuando se acabó el financiamiento del “paganini” soviético, y que se agravó con la debacle en Venezuela.

Hay una alarmante falta de medicamentos y de equipamiento tecnológico médico. El gobierno no tiene divisas para importarlos. Y encima tiene trabajando en el extranjero a unos 30,000 médicos experimentados, especialistas, y técnicos de la salud, para robarles el 80% de sus salarios en divisas.

Desde 2010 en el país se ha perdido el 33% de la capacidad hospitalaria. Se han cerrado 64 hospitales y despedidos miles de enfermeras y técnicos. Hay dengue, cólera, malaria, paludismo, sarna, amebiasis masiva, tuberculosis, lepra, zika y chikungunya, y muchas otras enfermedades bacterianas y virales que evocan los tiempos de la colonia.

El gobierno no tiene divisas para comprar vacunas contra el Covid-19, ni siquiera la rusa, que cuesta menos de 10 dólares, o la china, e insiste en que tiene listas vacunas que califica de magníficas, aunque muchos voluntarios ya vacunados han contraído ese virus de origen chino.

 “Está muriendo gente con cuadros perfectamente tratables”

Un médico que pidió el anonimato dijo a un periodista independiente en La Habana: “He sabido de pacientes que han llegado en paro cardíaco y han tenido que ser reanimados en el piso porque no había cama disponible (…) hay pacientes con Covid-19” que no hay cómo aislarlos porque “las salas de terapias están llenas y hay que entubarlos en el hospital (…) está muriendo gente con cuadros perfectamente tratables (…) se están dejando de hacer operaciones grandes porque no hay anestesia, no hay ni relajante muscular (…) la gente está loca con la sarna (…) se rascan hasta el hueso (…) y uno sin tener qué ponerle”

Con los cubanos se ensañan ya cinco variantes del Covid-19, entre ellas la sudafricana y la británica, altamente contagiosas, y más letales, sobre todo en Matanzas, La Habana, Mayabeque y Pinar del Río. Más de 1,000 personas se contagian cada día, según reportes oficiales.

Cifra de fallecidos no baja de 2,070, cuatro veces la reportada

Acorde con la cultura castrista del engaño masivo, no se sabe cuál es la verdadera cifra de fallecidos por el Covid-19 en la isla. El régimen las oculta, la mayoría de ellas las achaca a otras causas.

Según el reporte del 13 de abril de 2021 habían fallecido en Cuba 467 pacientes, de un total de 87,385 enfermos con el Covid-19, lo cual arroja un porcentaje de mortandad de un 0.5%, algo que no lo registra ningún país en el mundo. Ese mismo día en España, nación con un muy desarrollado sistema de salud, se informó que habían fallecidos hasta esa fecha 76,585 pacientes de los 3.37 millones de enfermos con el coronavirus, para una tasa de mortandad de 2.27%.

Se advierte cómo el régimen manipula las cifras. Si se aplica el 2.27% de España en Cuba la cantidad de fallecidos por el coronavirus en la isla no baja de 2,070 casos, 4.4 veces más que la cifra reportada oficialmente.

Una de las peores crisis en Cuba desde 1902

Por otra parte, la pandemia ha empeorado la devastadora crisis económica y social, que para colmo fue agravada con una terapia de choque llamada Tarea de Ordenamiento que ha agudizado el hambre, la escasez, la pobreza extrema y la desesperación de los cubanos.

El periodista independiente Vladimir Turró reportó desde La Habana que “hay muchos militares en la calle vestidos de civil” y crece el descontento de la población. Nadie “sabe qué va a pasar…”

En fin, la crisis ya multifacética, pues ya incluye una pandemia sin control, es una de las peores que han sufrido los cubanos desde la proclamación de la independencia en 1902.