Como era de esperar, la mafia dictatorial encabezada por Raúl Castro colocó vergonzosamente a Cuba en el lado equivocado de la historia al apoyar la invasión de Ucrania lanzada por el nuevo zar de “todas las Rusias”, Vladimir I.

Y esta vez sin ningún pretexto ideológico como el que empleó Fidel Castro cuando en agosto de 1968 la Unión Soviética invadió Checoslovaquia para frenar las reformas de liberalización económica y política del presidente Alexander Dubcek. Entonces Castro I argumentó que la ocupación soviética era necesaria para evitar que Checoslovaquia volviera al capitalismo corrupto y decadente.

¿Qué razón ideológica puede ahora esgrimir su hermano y dictador vitalicio en el caso de Ucrania? Ninguna. Es más, si de ideología se trata Cuba está cultural y geográficamente ubicada en el corazón de Occidente. Al someterse al invasor ruso el gobierno cubano traiciona al pueblo cubano, a América, a todo Occidente, a la decencia y a la razón humana misma.

Traición castrista a Occidente evoca la invasión nazi de Polonia

Al servir como aliado geopolítico del imperialismo ruso, enemigo de Occidente y de nuestra cultura, el régimen castrista evoca la traición de Hungría, Rumania, Bulgaria y Finlandia cuando junto con la Italia fascista se aliaron a Hitler luego de invadir Polonia 1939 y desatar la Segunda Guerra Mundial.

Con el alineamiento del castrismo con el nuevo Hitler que en buena medida es Putin se evidencia el fariseísmo del discurso político de un régimen que desde hace 63 años ha esgrimido la “soberanía nacional” de Cuba como espina dorsal de la propaganda para exacerbar el patriotismo en la isla, y para su confrontación contra EE.UU.

De qué soberanía podrá hablar ahora un gobierno que respalda la violación salvaje de la soberanía de Ucrania, nación en la que el 93% de su población en 1991 votó a favor de la creación de un Estado soberano y decidió separarse del yugo ruso. Además, estamos hablando de un país que con 603, 628 kilómetros cuadrados es el más grande de Europa, luego de Rusia, y el octavo más poblado, con 44 millones de habitantes.

Apoyo castrista al invasor ruso agravará la crisis económica  

¿Qué consecuencias tendrá para los cubanos el apoyo del régimen castrista a la invasión rusa de Ucrania?  Muchas. Agravará el hambre y la pobreza de la sufrida población. Porque esta vez  la dictadura no va a recibir siquiera el equivalente a las 30 monedas de plata que narra la Biblia recibió Judas Iscariote por traicionar a Jesucristo.

Durante 31 años (1960-1991) Moscú utilizó a Cuba como cabeza de playa soviética de penetración político-ideológica subversiva en América, y desafío a Washington en sus mismas narices, pero a cambio mantuvo económica y militarmente a Cuba y la dictadura de los hermanos Castro con subsidios, petróleo y armamento gratuitos por valor de más de 100,000 millones de dólares.

Cuba como peón geopolítico sin recibir nada a cambio

Ahora Putin igualmente utiliza a Cuba como peón geopolítico ruso, pero sin dar dinero a cambio, porque no lo tiene, ni tampoco dará armamento gratis como antes. Baste saber que de la “colaboración” para modernizar el obsoleto armamento castrista la Rusia postsoviética solo ha dado a Cuba un crédito de $50 millones para comprar –nada de regalado– armamento ruso, pero un solo avión Mig-35 cuesta más de $40 millones. Valiente colaboración esa.

Lo irónico es que al aliarse con el invasor de Ucrania el propio régimen sale perdiendo. Se enfría el apoyo de la izquierda latinoamericana, estadounidense y europea, y de gobiernos populistas de izquierda, que últimamente había tenido incluso luego de la ola de terror desatada después del 11J.  Salvo las tiranías de Venezuela y Nicaragua, los gobiernos de América Latina han condenado la invasión rusa de Ucrania, incluyendo los gobiernos izquierdistas de Argentina, México y el presidente electo de Chile, Gabriel Boric.

Se aleja una normalización de las relaciones con EEUU

Por otra parte, al alinearse con el invasor ruso se aleja por ahora la normalización de las relaciones del régimen con Estados Unidos, algo que últimamente estaba tratando de conseguir con propuestas y melifluos mensajes a Washington. Y por cierto, ya estaban haciendo efecto en el entorno izquierdista del presidente Joe Biden en la Casa Blanca, que propugna el acercamiento a la dictadura castrista para que no sea “tan malita”.

Las sanciones internacionales a Rusia golpearán también a la economía cubana sobre todo en materia de turismo, créditos, industria y tecnología. Una de las más contundentes es la desconexión de importantes bancos de Rusia del sistema del sistema de pago internacional SWIFT, para aislarlos de los flujos financieros internacionales.

Sanciones a Rusia golpearán también a Cuba y agravarán la crisis

Este sistema es utilizado por más de 11,000 bancos e instituciones financieras de 200 países o territorios para enviar órdenes de pago seguras y es clave para el movimiento de fondos al sector del petróleo y el gas de Rusia.

Ninguno de los acuerdos de ”colaboración” (léase ayuda financiera, económica y técnica) firmados entre Moscú y La Habana se podrá realizar. En fin, el golpe a la economía rusa empeorará el ya dramático nivel de vida de los cubanos.

Pero lo peor de todo es la vergüenza que sienten los cubanos de que Cuba haya sido arrastrada como Estado a apoyar la invasión genocida de Ucrania. Es otro crimen imperdonable de la pandilla anticubana que usurpa el poder en la isla.