La educación gratuita como “obra genuina de la revolución“, junto con la salud pública, conformó el buque insignia publicitario con el que Fidel Castro vendió al mundo las “ventajas” de la sociedad superior socialista sobre el decadente sistema capitalista.
Todo fue una farsa. El comandante se acreditaba los honores pero era el tío Boris del Kremlin quien pagaba las cuentas, con subsidios de unos $3,000 de dólares millones anuales. La improductiva economía “revolucionaria” era incapaz de sustentar aquellos gastos, muy por encima de sus posibilidades.
Detengámonos en la educación. Para atornillarse en el poder como supuesto benefactor del pueblo cubano y paradigma de la izquierda latinoamericana, y para adoctrinar a millones de niños y adolescentes, Fidel Castro usó gran parte del dinero soviético en gastos sociales en vez de invertirlo en el desarrollo económico, elevar el nivel de vida del pueblo y asumir los gastos sociales sin mendigar dinero extranjero.
El 44% de los gastos de Educación son sacados del salario
Al desaparecer la URSS, se vino abajo la gran mentira. Economistas residentes en la isla muestran que en 2020 cada estudiante en la isla costó al Estado 4,740 pesos (197 dólares), pero que en un 44% fue financiado con el descuento de 2,100 pesos ($87.50) de su salario a cada trabajador cubano. Cada uno de ellos, tuviese hijos o no, tuvo que regalar al Estado dos jornadas completas y media de trabajo para costear los estudios “gratuitos”.
Encima, dada la pésima calidad de la enseñanza los padres tuvieron que pagar unos 250 pesos (12 dólares) mensuales a los “repasadores” para que sus hijos de veras aprendan algo. Si a eso se agregan las meriendas, los uniformes, zapatos, libros y libretas, los cake y dulces para las “actividades”, los regalos al maestro para que trate bien al niño, y otros gastos, un estudiante en Cuba cuesta a una familia entre 1,200 y 1,400 pesos ($58 dólares) mensuales.
La diáspora sufraga en gran medida la Educación
Eso superó con creces el salario promedio de 981 pesos ($41 dólares) mensuales en 2020. Y con la reunificación monetaria el costo de la Educación hay que multiplicarlo por 5 en proporción al aumento salarial. Este año en vez de descontar 2,100 pesos a cada trabajador le descontarán 10,500 pesos, es decir, $437.50 dólares.
Una vez más se constata que es la “gusanera” en el exterior la que hace posible costear los gastos Educación “gratuitos” en Cuba. Pero la dictadura la insulta todo a diario.
En una lista con más de 200 países y territorios de todo el mundo, publicada en 2019 por el Banco Mundial y difundida por la UNESCO, aparece Cuba como uno de los 4 países que más alto porcentaje de su PIB dedica a la Educación, con un porcentaje que oscila entre 10% y 12.8%.
Exceso de gastos no productivos descapitalizan a Cuba
¿Significa eso que Cuba es una potencia en Educación? No, revela que el régimen castrista gasta en esa esfera social mucho más de lo que soporta su economía. El castrismo se acostumbró a financiar esos colosales gastos con dinero del Kremlin y luego de Venezuela. Y ahora por motivos de “prestigio” político mantiene ese insoportable gasto para no desinflarse ante la izquierda mundial que aún se traga su propaganda.
También el régimen dedica otro 10%-11% del PIB a la Salud Pública (la OMS recomienda como óptimo un 6%). Eso explica, entre otras razones, la descapitalización y falta de inversión en la isla, a lo que dedica apenas un 7% del PIB (inversión en la economía, construcción de infraestructura, adquisición de tecnología, etc.). En el resto de América Latina el promedio de inversión oscila entre 18% y 25%.
Ningún país puede dedicar más porcentaje de su PIB a gastos sociales que a la economía, pues no los puede afrontar. La Unión Europea gasta 4.7% de su PIB en Educación, los países clasificados como de Ingreso Alto gastan 4.9%, de Medianos Ingresos (4.4%), Bajos Ingresos (4.1%), y Muy Pobres (3.4%). Canadá dedica el 5.3%, Francia (5.5%), Suiza (5.1%), Costa Rica (7.0%), Honduras (6.1%), Argentina (5.5%, España (4.1%).
Hacerse médico o ingeniero con 5 pesos mensuales
La mentira castrista va mucho más lejos. En la isla casi nadie sabe que, en 1958, según el Anuario Estadístico de Cuba, había 7,567 escuelas primarias públicas gratuitas, y 869 escuelas privadas. O sea, el 88.5% de las escuelas eran gratuitas, y de ellas, 1,206 estaban en el campo.
También eran gratuitos (solo se pagaba una matrícula ínfima) los institutos de segunda enseñanza, con avanzados planes de bachillerato; las escuelas normales para maestros, escuelas del hogar, escuelas normales de kindergarten, de comercio, de bellas artes, de agrimensura, de artes y oficios, de periodismo, institutos tecnológicos y otros.
Menos se sabe en Cuba hoy que hasta 1959 un joven graduado de bachiller podía matricular cualquier carrera que le gustase y graduarse de médico, ingeniero, etc. en la Universidad de La Habana con solo 5 pesos mensuales. La matrícula costaba 60 pesos al año, a pagar en tres plazos. El autor de este artículo guarda recibos (azules) de sus pagos de la matrícula en Ciencias Comerciales en1959.
Conclusión, la Educación socialista en Cuba no es gratis sino tan cara que las familias cubanas no la pueden sufragar si no reciben dinero de la diáspora.